La región de América Latina y el Caribe enfrenta los desafíos simultáneos y complementarios de reducir la desnutrición y aumentar el suministro de energía alimentaria para su población, según metas trazadas por la FAO para el año 2010.
La oficina regional de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), con sede en Santiago de Chile, indicó que el objetivo central para el nuevo milenio es bajar la desnutrición de 15 a seis por ciento de la población.
Esas metas serán refrendadas en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, que tendrá lugar en Roma del 13 al 17 de noviembre en la sede mundial de la FAO, en coincidencia con el aniversario número 50 de la organización.
Se espera que esta cita congregue a gobernantes de unos 200 países, los cuales asumirán compromisos globales para combatir el flagelo del hambre, que azota actualmente a más de 800 millones de habitantes del planeta.
Pese a que la producción de alimentos creció 18 por ciento en los últimos 30 años, a un ritmo superior que la población, en los países en desarrollo 20 por ciento de la población no alcanza a cubrir cada día sus necesidades básicas de alimentos.
En América Latina la inseguridad alimentaria afecta a 64 millones de personas, que representan 13 por ciento de su población, aunque en los países más pobres los índices fluctúan entre 20 y 40 por ciento de sus habitantes.
Los objetivos propuestos para la región en materia alimentaria significan que esos 64 millones de desnutridos deben disminuir para el año 2010 a 22 millones, número que equivaldrá para entonces a seis por ciento de la población.
Combatir el hambre no requiere sólo de más disponibilidad de alimentos por la vía de la producción interna y las importaciones sino también de elevar su calidad a través de lo que la FAO denomina el suministro de energía calórica (SEA).
El SEA representa el volumen diario de calorías por habitante de que dispone un país y su suficiencia o insuficiencia se mide según normas básicas establecidas en cada estado según sus recursos y grados de desarrollo.
En América Latina y el Caribe el SEA creció a ritmos anuales de 0,8 y 0,6 por ciento en las décadas de los 60 y 70, pero cayó en 0,2 por ciento anual durante la "década perdida" de los 80.
Según cálculos a comienzos de la presente década, hay países en la región que tienen un alto SEA, como Cuba, con 3.131 calorías per cápita, Barbados (3.100), Argentina (3.098) y México (3.092).
Pero otras cuatro naciones están por debajo de sus propias normas básicas y presentan por tanto los mayores problemas de hambre en la región: Perú (2.037 calorías) Haití (2.051), Bolivia (2.056) y Honduras (2.137).
La disponibilidad media de calorías diarias por persona es en la actualidad de 3.600 en Europa, 3.500 en América del Norte y de sólo 2.300 en Africa, que es el continente con los mayores porcentajes de desnutrición en el mundo.
Los recursos naturales y los medios humanos y tecnológicos de que dispone América Latina y el Caribe hacen factible, según FAO, aspirar para el año 2010 a un suministro diario de 2.700 calorías por habitante como promedio.
Pero se presume, de acuerdo a las tendencias actuales, que nueve países no alcanzarán esa meta dentro de 14 años. Ellos son Bolivia, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú y la República Dominicana.
Es en esas naciones donde la agencia de Naciones Unidas propone llevar a cabo esfuerzos especiales, en el marco de pautas de cooperación que será necesario perfeccionar y puntualizar en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación.
En las previsiones de FAO, la región tendrá que invertir cada año en la agricultura un equivalente a alrededor de 22 por ciento del valor de la producción bruta del sector para rebajar la desnutrición de 15 a seis por ciento de sus habitantes.
En los nueve países más críticos esa proporción tendrá que ser de 26 por ciento del valor de la producción bruta del sector agropecuario, lo cual requerirá de reformas en los sistemas de producción y distribución.
La FAO advierte que hay otros 13 países latinoamericanos y caribeños que están en una situación precaria, pues sus suministros de calorías equivalen apenas a 1,1 veces la respectiva norma básica.
De acuerdo a las cifras de comienzos de la década, sólo nueve países estarían en condiciones de garantizar para el año 2010 la satisfacción de la demanda efectiva de calorías de sus habitantes, incluyendo a los más pobres. (FIN/IPS/ggr/dg/dv/96