Los países de América Latina y el Caribe exigirán a la Organización Mundial del Comercio (OMC) igualdad de trato con el Norte industrializado y el cumplimiento de los compromisos de apertura de mercados de la Ronda Uruguay.
Las solicitud a la OMC fue acordada este viernes por el Consejo Ministerial del Sistema Económico Latinoamericano (SELA), al cabo de cuatro días de deliberaciones en Montevideo.
Los 27 delegados presentes en la capital uruguaya también reclamaron al gobierno de Estados Unidos la derogación de la ley Helms-Burton, promulgada por el presidente Bill Clinton para aumentar el bloqueo a Cuba, por entender que viola principios jurídicos y comerciales internacionales.
"Pretendemos que la nueva agenda de la OMC contemple nuestros intereses al igual que los de los países industrializados y así lo plantearemos ", dijo a IPS el vicecanciller de Uruguay, Carlos Perez del Castillo.
Los países integrantes del SELA trasladarán su pedido a la reunión que la OMC realizará del 9 al 13 de diciembre en Singapur.
América Latina y el Caribe evaluarán rigurosamente en Singapur el cumplimiento del Norte del compromiso de desmantelar progresivamente las barreras a los productos agrícolas y textiles, dijeron técnicos del SELA.
El sistema latinoamericano considera que los acuerdos de la Ronda Uruguay generaron "implicaciones económicas, jurídicas y políticas de gran alcance para los países de la región".
Los efectos económicos resultan de la apertura de mercados, aunque aún es prematuro evaluar el comportamiento del comercio y de las inversiones, puntualizaron los expertos del organismo.
Un documento de trabajo del SELA divulgado en Montevideo indica que las implicaciones jurídicas se relacionan con la adecuación de las legislaciones internas y de los convenios bilaterales y regionales a las normas multilaterales de la OMC.
Los compromisos "están lejos de cumplirse", señaló el secretario permanente del SELA, Carlos Moneta, al reafirmar las expresiones de Pérez del Castillo.
Resultaría "interesante" comenzar a analizar temas como la incipiente corrupción, las normas laborales, las inversiones y los servicios, pero en ellos debe existir un "equilibrio de intereses", dijo el vicecanciller uruguayo.
Para el SELA, la conferencia de Singapur debería ser "un hito en la preparación, con visión de largo plazo, de los temas sustantivos que regirán el comercio internacional en los próximos años".
Otra de las "claves" para los países de América Latina y el Caribe en Singapur es lograr la coordinación interinstitucional entre la OMC, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo.
El objetivo apunta a que mediante la cooperación de políticas macroeconómicas se alcancen "repercusiones importantes sobre las estrategias de desarrollo".
El SELA también "instó' al gobierno de Estados Unidos a derogar la ley Helms-Burton, que merece un "enérgico" rechazo, a juicio del Consejo Ministerial de la organización.
La ley, dijo Moneta, ignora la autodeterminación de los pueblos, contraviene normas de convivencia entre los Estados y al imponer sanciones unilaterales con carácter de extraterritorialidad incurre en "flagrante violación" del derecho internacional y de tratados que rigen el comercio internacional.
La ley Helms-Burton habilita a los tribunales de Estados Unidos a sancionar a empresas e individuos de cualquier nacionalidad que "trafiquen" con bienes expropiados por Cuba a ciudadanos estadounidenses.
El SELA también trazó su plan de trabajo para 1997, dentro del cual ocupa un lugar preferencial el tema de la globalización.
Moneta destacó que otro propósito inmediato consiste en iniciar negociaciones con estados independientes del Caribe oriental a fin de concretar su incorporación al SELA.
Al respecto, el secretario general señaló que el ingreso al SELA de Antigua y Barbuda, Bahamas, Dominica, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas "acrecentaría los esfuerzos de integración regional". (FIN/rr/ff/if/96
