Reducir a la mitad la incidencia del hambre en el mundo antes del año 2015 será el principal objetivo de la Cumbre Mundial de la Alimentación, que se realizará en Roma en noviembre, dijo hoy el subdirector general de la FAO, A. Sawadogo.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), unas 800 millones de personas, una cuarta parte de los cuales son niños, sufre de hambre en el planeta.
La cumbre, que se efectuará entre el 13 y el 17 de noviembre, contará con la participación, ya confirmada, de cien jefes de Estado y de gobierno, y sancionará el derecho a la alimentación como un derecho humano básico.
La "Declaración de Roma", que concluirá el encuentro, reconocerá la responsabilidad de los gobiernos en la tarea de terminar con el hambre, anticipó Sawadogo, representante de la FAO en una conferencia sobre Seguridad Alimentaria y Sistemas Agroalimentarios organizada en la ciudad italiana de Milán.
La cumbre aprobará también un plan de acción en el marco del cual los jefes de Estado y de gobierno asumirán siete compromisos, entre los que destacan la erradicación de la pobreza, el crecimiento de la producción agrícola y la reorganización de las inversiones en agricultura.
Entre los días 20 y 30, representantes de los países ante la agencia de Naciones Unidas concluirán la redacción de los borradores de esas dos declaraciones.
Existe el riesgo de que el plan de acción sea demasiado ambicioso, manifestó el dirigente de la FAO en la reunión de Milán, organizada por el Instituto para las Relaciones entre Italia y Africa, América Latina y Medio Oriente.
Para salvar de la muerte por hambre a los 800 millones de personas afectadas, se debe garantizar la disponibilidad y el acceso a los alimentos y la estabilidad social, subrayó.
La obtención de resultados satisfactorios en esos planos "requiere el desarrollo de la investigación en el sector agrícola y un riguroso control de los recursos hídricos", destacó.
Hans Binswanger, consejero del Departamento Agrícola del Banco Mundial, planteó a su vez que la utilización de los recursos naturales debe ser distinta a la que prevaleció hasta ahora.
El "70 por ciento del agua mundial es utilizada en la agricultura y por lo tanto, si es bien usada, puede garantizar un desarrollo sostenible adecuado", afirmó.
Roberto Ruozzi, rector de la universidad económica de Milán Bocconi, advirtió que no se deben repetir errores como los cometidos en los años sesenta, cuando no se reconoció el importante papel que debe jugar la agricultura en el desarrollo. (FIN/IPS/jp/dg/dv-if-pr/96
