PETROLEO: Venezuela pide revisar sistema de cuotas de OPEP

Venezuela volvió a plantear, en medio del alza de precios tras el ataque de Estados Unidos contra Iraq, una revisión en el sistema de cuotas de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

"La OPEP debe revisar si amplía la cuota de producción dependiendo de la demanda", dijo el ministro venezolano de Energía, Erwin Arrieta, recordando que esa fue la posición de su país en la conferencia de la organización en junio.

Sostuvo Arrieta que "mientras la producción de la OPEP se mantiene baja, desaprovechando mercados, otros productores de fuera de la organización los están ocupando".

La OPEP tenía desde 1993 un techo colectivo de 24,52 millones de barriles diarios, y lo amplió en junio a 25,03 millones de barriles, para acoger el reingreso de Iraq al mercado, en tanto mantuvo inalterables las cuotas de sus restantes socios.

A Venezuela corresponde 9,42 por ciento, que equivalen a 2.359.000 barriles diarios, en tanto su potencial de producción es de 3.179.000 barriles por día.

Aunque fuentes extraoficiales señalan una sobreproducción de hasta 400.000 barriles diarios, Venezuela mantiene cerrada parte de su capacidad de extracción.

Entretanto, para alimentar parte de sus refinerías en Estados Unidos y Europa, el grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) compra a terceros hasta 700.000 bariles diarios de crudos.

La propuesta que Venezuela hizo en junio, y que no prosperó, consistía en excluir de la cuota los hidrocarburos líquidos destinados a su mercado doméstico, unos 378.000 barriles diarios.

Ahora Venezuela regresa con su tesis que, de prosperar, llevaría la oferta OPEP por encima de 27 millones de barriles diarios, más de un tercio de la demanda mundial de 73 millones de bariles por día.

La demanda aumenta con el crecimiento de la economía mundial, por encima de tres por ciento, recordó el ex ministro venezolano de petróleo y ex presidente de la OPEP y de PDVSA en los años 80, Humberto Calderón.

Ese crecimiento se favoreció con precios estables y moderados de la energía, luego del anterior conflicto en el Golfo Pérsico en 1990-1991, y explica el nerviosismo de los compradores de petróleo por conocer la fecha en que Iraq reingresará al mercado.

Se descontaba que ese retorno se produciría en septiembre, pero quedó en suspenso después que Estados Unidos realizó esta semana ataques de represalia con misiles contra Iraq.

Iraq padece un veto a sus exportaciones de petróleo, impuesto por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que decidió suspenderlo para que este semestre Bagdad consiguiese unos 2.000 millones de dólares, lo que implica vender entre 700.000 y 750.000 barriles diarios de crudo.

La incógnita que los operadores petroleros quieren dilucidar es hasta cuándo se mantendrá el veto del Consejo de Seguridad sobre Iraq, tras las divisiones que creó dentro del organismo la acción militar estadounidense.

Calderón, quien ha sido asesor de corporaciones privadas y estatales del Golfo Pérsico, observó que por ejemplo "la posición crítica de Francia tiene una explicación lógica: favorece el regreso de Iraq al mercado porque tiene fuertes inversiones en ese país".

Entre los expertos venezolanos que aconsejan permanecer en la OPEP o retirarse de la organización, Calderón mantiene una posición intermedia, que pide evaluar costos y beneficios, y avaló la posición oficial de pedir incrementos a la producción.

"Una decisión de la OPEP en el sentido de aumentar su producción por encima del techo es correcta, y apunta a atender el incremento de la demanda de petróleo", señaló el experto.

Calderón opinó que el actual conflicto Bagdad-Washington "no va a ser de gran escala, porque no cuenta con un marco mundial de aprobación", y estimó que al acercarse el último trimestre del año los precios tenderán a estabilizarse.

Al cabo de un año y de un verano boreal con inusuales buenos precios para los exportadores, la OPEP logró su meta de 21 dólares por barril después que los misiles del mayor consumidor de petróleo, Estados Unidos, cayeron sobre uno de sus socios, Iraq.

El miércoles, la cesta OPEP de siete crudos se cotizó a 21,43 dólares por barril de 159 litros, con un promedio anual de 19,05 dólares. La cesta petrolera venezolana llegó a 20,12 dólares, con un promedio de 17,19 dólares en lo que va de 1996.

"No estamos felices, porque es una coyuntura que se logra a través de una acción bélica, con derramamiento de sangre", dijo Arrieta, y en cambio lo que Venezuela quiere es que "los precios del petróleo se fortalezcan en un escenario de paz".

Cada dólar que suba el barril de petróleo representa para Venezuela un ingreso adicional anual cercano a 800 millones de dólares, y Calderón estimó que podrían ingresar hasta 2.500 millones por encima de los 15.000 millones calculados en enero.

Arrieta advirtió que los ingresos excedentarios, por encima de 14,70 dólares el barril, deberán destinarse a un fondo para pagar deuda externa, y el ministro de Planificación, Teodoro Petkoff, aseguró que los recursos adicionales no entrarán al "torrente circulatorio" de dinero dentro del país.

Venezuela emprendió en abril su segundo ajuste macroeconómico en siete años, con una mezcla de devaluación, alza de precios y mayores impuestos que desplomó la capacidad de consumo de sus habitantes, pero Petkoff descartó usar recursos petroleros adicionales para atender problemas domésticos. (FIN/IPS/hm/jc/if-en/96

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