Una serie de incidentes ocurridos en las últimas semanas pusieron de relieve la creciente presencia de los grupos militantes shiitas en el norte de Nigeria, región mayoritariamente musulmana.
En el primer incidente, murió una persona y otras dos resultaron seriamente heridas el 5 de agosto, cuando los shiitas chocaron con otros musulmanes en la ciudad de Katsina, 1.500 kilómetros al norte de Lagos.
Siete días más tarde, durante el aniversario del Profeta Mahoma, dos personas cayeron asesinadas y muchas otras quedaron heridas, mientras numerosas casas fueron quemadas en la ciudad de Kano, 300 kilómetros al sudeste de Katsina, en choques que se produjeron cuando otros musulmanes reaccionaron a provocaciones shiitas.
Cuando comenzó el proceso de 30 militantes shiitas acusados de complicidad con los disturbios de Katsina el 21 de agosto, el tribunal se trasladó de su sede oficial a un lugar considerado más seguro contra posibles represalias del grupo.
El principal magistrado, Alhaji Musa Sada, ordenó que los sospechosos quedaran encarcelados hasta que se reanude el proceso el 3 de septiembre.
La decisión de Sada de cambiar la sede se debió a un incidente ocurrido en Kaduna, otra ciudad septentrional, donde militantes shiitas rescataron a cinco de sus miembros de la cárcel luego que otro tribunal ordenó que quedaran en prisión.
Los cinco fueron acusados de estar involucrados en los disturbios ocurridos en junio en Kaduna, en los cuales perecieron 10 personas, incluso un inspector de policía linchado por una turba de shiitas.
El 13 de julio, los administradores militares de 16 estados septentrionales de Nigeria se reunieron en Kaduna para discutir la amenaza a la seguridad impuesta por el grupo musulmán.
"Estamos perturbados por la crisis interreligiosa debido al peligro que representa para la seguridad general del país", declaró el capitán Joshua Obademi, de Estado Benue, quien habló en nombre de los 16 al finalizar el encuentro. Aseguró que se habían adoptado decisiones de amplio alcance para afrontar el problema.
A pesar de esas seguridades, muchos dudan de la habilidad del gobierno para actuar con presteza contra los militantes.
Alhaji Abdullahi Adakawa, jefe del vecindario de Adakawa donde el 11 de agosto se produjeron los choques, afirmó que "las agencias de seguridad han mostrado su impotencia en controlar a los militantes, al punto que debemos encargarnos nosotros de tratar de poner freno a sus actividades en el área".
El 11 de agosto, los shiitas, a los que acusó de "desorientar a nuestros hijos", habían planeado una demostración religiosa para el vecindario de Akadawa. La lucha estalló cuando los lugareños se opusieron.
Mientras cifras absolutas de afiliación religiosa no están disponibles para Nigeria, se estima que el 40 por ciento de 100 millones de nigerianos son musulmanes. La mayoría vive en el norte y sudoeste del país. Otro 40 por ciento son cristianos y los restantes practican religiones tradicionales.
Sin embargo, es común el sincretismo religioso.
Partes del norte han conocido el Islam desde el siglo X, pero fue una Jihad (guerra santa) lanzada en 1804 por el clérigo musulmán Uthman dan Fodio que difundió la religión en el norte y tambien en el centro y sudoeste de lo que actualmente es Nigeria.
Los sucesores de Uthman dan Fodio fueron constructores de imperios que establecieron un sistema de administración feudal en áreas conquistadas en el curso de la Jihad.
En la actualidad, todavía constituyen la clase gobernante en el norte de Nigeria, y controlan gran parte del poder político nacional desde la independencia de Gran Bretaña en 1960.
Mientras favorecen interpretaciones conservadoras del Islam y demuestran gran afinidad con Arabia Saudita, los grupos musulmanes masivamente orientados se extendieron en el norte de Nigeria desde fines de los años '70.
Entre 1980 y 1986, un grupo radical conocido como la secta Maitatsine y encabezada por Muhammadu Marwa, lideró una serie de levantamientos religiosos en varias ciudades septentrionales nigerianas. Más de 10.000 personas perecieron asesinadas antes que los militares fueran enviados a controlar la situación.
Ahora los shiitas están en plena movilización.
Su líder más conocido, Sheik Ibrahim Zakzaky, es un graduado en economía en la Universidad Ahmadu Bello, de Zaria, en el estado de Kaduna, y tiene 39 años de edad. Ubica el orígen de su movimiento en sus días de estudiante y asegura que la revolución iraní fue crucial en su formación militante.
"La erupción en Iran puso en práctica aquellos ideales que nosotros atesoramos", afirmó en una reciente entrevista. "El futuro que queremos ya es realidad en otra parte. Al menos nos dió el coraje de percibir que el objetivo es realizable".
La ideología de su movimiento requiere que "nuestra fé debe ser prioritaria, despues nuestro país y quizás despues la familia… No defino mis creencias desde el punto de vista nigeriano. Yo defino a Nigeria desde mi percepción religiosa".
Zakzaky es considerado un moderado en contraposición a los otros dos líderes shiitas, Ibrahim Yusuf y Yakubu Yahaya.
La facción comandada por Yusuf se adjudicó la responsabilidad del incidente de diciembre de 1994 en Kano, cuando militantes shiitas invadieron la prisión local donde capturaron y decapitaron al cristiano meridional Gideon Akaluka, quien habia sido acusado de blasfemia y encarcelado a la espera de proceso.
Posteriormente, los militares impicaron su cabeza y recorrieron la ciudad en una marcha victoriosa.
La denuncia popular afirmó que la esposa de Akaluka (algunos dicen que se trataba de la mujer de su vecino) usó una página del Corán para limpiar a su pequeño hijo despues que defecó.
La incapacidad de las fuerzas de seguridad para detener o capturar a los militantes se atribuyó a la presencia de sus militantes en diversos grados del servicio y entre guardias carcelarios.
Yahya fue noticia por primera vez hace cinco años cuando encabezó una violenta protesta en Katsina luego que "Funtimes", una publicación satírica perteneciente al grupo del diario oficial "Daily Times", publicó una tira cómica juzgada blasfema.
Según Zakzaky, el propósito de su movimiento es que Nigeria se convierta en una nación "islámicamente santa". Afirmó que "islamismo es el sentimiento que considera a Allah (Dios) como el soberano de la nación y su mensaje abarca todas las leyes". FIN/IPS/tra-en/dm/kb/ego/ip-cr).
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