Roma se transformó hoy en "capital" de Medio Oriente, al coincidir en su visita el líder palestino Yasser Arafat y el canciller de Israel David Levy.
Ambos dirigentes no se encontraron, pero tuvieron interlocutores comunes con quienes analizaron las dificultades que encuentra el proceso de paz.
Arafat expresó satisfacción por la celebración, este miércoles en la Franja de Gaza, de su primera reunión con el primer ministro de Israel Benjamín Netanyahu, de quien saludó el "espíritu positivo" con el cual asistió al encuentro.
"El hielo se rompió", señaló, pero manifestó dudas en cuanto a que el partido conservador Likud, en el poder en Israel, cumpla los acuerdos de paz.
"Lo importante es que se realice aquello que hemos comenzado", declaró a la prensa durante su primer día de visita a Italia, durante la cual se reunió con autoridades nacionales y del Vaticano.
Tras una reunión de una hora con el ministro de Relaciones Exteriores de Italia Lamberto Dini, Arafat reclamó la inmediata reapertura de los territorios árabes ocupados por Israel, cuyo cierre causa a los palestinos siete millones de dólares de pérdidas doarias.
"Si pensamos que (el cierre) se inició hace 400 días, se puede decir que hemos perdido más que lo que los países donantes nos han concedido", manifestó.
Dini reiteró la intención de Roma de intensificar la colaboración económica con los palestinos, especialmente en dos proyectos claves, el puerto de Gaza y la construcción de nuevas casas.
En la conferencia de países donantes de París del 9 de enero, el gobierno italiano se comprometió a entregar 25 millones de dólares para proyectos de las Naciones Unidas (ONU) y del Banco Mundial en los territorios ocupados, sobre todo en los sectores de salud, educación y recursos hídricos.
Dini subrayó la importancia de la reanudación del diálogo entre israelíes y palestinos, aunque no ocultó su preocupación "por el camino que se debe recorrer, que es aún largo y lleno de dificultades".
Arafat, quien después de su encuentro con Dini fue recibido por el jefe del gobierno Romano Prodi, agradeció a Italia "por el apoyo históricamente dado a los palestinos".
El líder palestino no fue recibido por el Papa Juan Pablo II, quien iniciará este viernes una visita a Hungría, sino por el secretario de Estado del Vaticano, cardenal Angelo Sodano.
El portavoz del Papa, Joaquín Navarro Valls, dijo que se habían analizado las "conocidas dificultades económicas en las cuales se encuentra la población palestina de Cisjordania y Gaza, una situación que se ha hecho aún más dramática ante la imposibilidad para muchos de entrar en Israel y Jerusalén".
También se examinó "el delicado problema, de gran interés para las dos partes", de Jerusalén, disputada por israelitas y palestinos pero también Ciudad Santa para el cristianismo y las otras religiones monoteístas.
La Santa Sede pide que Jerusalén cuente con un "estatuto internacional" que garantice los derechos de todos, mientras que Israel no renuncia a hacer de la ciudad su propia capital.
Sodano trasmitió a Arafat "un particular saludo del Santo Padre con los augurios de una rápida superación de las dificultades existentes en el proceso de paz, en favor del bienestar y de la seguridad para la población palestina y la israelí".
Arafat permanecerá en Roma hasta este sábado.
Levy dijo a su vez, tras reunirse con Dini, que el nuevo gobierno israelí privilegia la lucha contra el terrorismo y la seguridad. "Sobre este último punto hemos encontrado un acuerdo con Arafat y la Autoridad Nacional Palestina", comentó.
El canciller israelí, quien permaneció sólo unas horas en Italia y partió este mismo viernes rumbo a Dublín, se declaró seguro de que los progresos con los palestinos posibilitarán contactos con Siria. (FIN/IPS/jp/dg/ip/96)