Haití no pondrá en peligro inversiones de multinacionales de Estados Unidos en momentos en que el país necesita fondos desesperadamente, aunque ello implique mantener el bajo nivel de salarios, dijo en esta ciudad el canciller caribeño, Fritz Longchamps.
"Haití debe competir con otros países de la región para atraer capital extranjero", dijo Longchamps a IPS, destacando la diferencia de los salarios en América Central y el Caribe, y añadió que, para "atraer capitales extranjeros, hay que considerar los salarios en esos países".
Grupos defensores de los derechos laborales de Estados Unidos han presionado por mayores salarios para los trabajadores haitianos, pero Puerto Príncipe no está dispuesto a arriesgar la inversión extranjera.
El Comité Nacional del Trabajo y el sindicato de la industria textil UNITE y otros grupos estadounidenses buscan salarios más altos para los trabajadores, entre ellos los empleados, mayoritariamente mujeres, de empresas subcontratados por la Walt Disney Company.
Según los grupos, las trabajadoras de Disney reciben un pago de 28 centavos de dólar por hora, una cifra en el entorno del salario mínimo haitiano. Pero, sostienen, el salario es demasiado poco para que los trabajadores puedan vivir con él, y presionan a Disney para que las empresas subcontratadas paguen al menos 58 centavos de dólar la hora, o unos cinco dólares por una jornada laboral.
Según Ray Laforest, sindicalista que lidera el Comité de Justicia Disney/Haití, dijo que las trabajadoras "comen una vez al día y pasan de una deuda a la otra".
Longchamps admite que para muchos haitianos el salario mínimo es insuficiente para sobrevivir.
El problema es particularmente agudo para Haití, cuyo producto interno bruto (PIB) por habitante, de unos 250 dólares, lo convierte en el país más pobre del hemisferio, mientras las malas condiciones de todos los servicios, incluyendo líneas telefónicas y suministro de agua potable, inhiben los esfuerzos por atraer la inversión, dijo el canciller.
Con el fin del régimen militar iniciado en 1991 llegó a su fin en 1994, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) aconsejaron a los haitianos la creación de un escenario macroeconómico que estimulara la inversión.
Cuando el presidente, René Préval, asumió su cargo en marzo, renovó los esfuerzos por alcanzar los objetivos de las instituciones financieras multilaterales.
Pero empresas extranjeras como Disney explotan el esfuerzo incrementando sus capitales a través de los salarios más bajos y las peores condiciones laborales de la región, aseguró Laforest, y afirmó que Disney "se beneficia del clima posterior al golpe de Estado".
El sindicalista denunció que las trabajadores de las empresas subcontratadas por Disney enfrentan altas cuotas de producción y lugares de trabajo donde los alimentos son caros y escasea el agua potable.
Pero Disney rechaza las acusaciones, y asegura que "no es empleador directo" en Haití, según una fuente de la empresa que no dio su nombre, y añadió que la empresa "trabaja continuamente con ellos para asegurar que hagan los cosas bien" en el país caribeño .
Pero Ellen Braune, vocera del Comité Nacional del Trabajo, dijo a IPS que Disney se negó a considerar propuestas de que las empresas subcontratadas pagaran 58 centavos de dólar la hora de trabajo.
Pero la campaña por salarios más altos en Haití no refleja la realidad en ese país, dijo Longchamps. "No creo que podamos aguardar el momento en que los salarios en Haití sean comparables a la economía en Estados Unidos", señaló el canciller. (FIN/IPS/tra-en/fah/pz-yjc/lp/lb-if/96