FINANZAS: Inversión extranjera récord en mercados emergentes

El flujo de capitales privados a los mercados emergentes alcanzará este año el volumen sin precedentes de 225.000 millones de dólares, frente a 208.000 millones en 1995, anunció el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), que agrupa a 220 empresas financieras de todo el mundo.

Pero el ingreso de capitales en las economías emergentes disminuirá en 1997, debido principalmente a la caída de la demanda de crédito a corto plazo, pronosticó el IIF, que está radicado en Washington.

El instituto propone el endurecimiento de las políticas de ajuste recetadas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el aumento del seguro que protege la inversión privada de riesgos políticos a las inversiones privadas en el mundo en desarrollo.

También sugiere el seguimiento de la gestión financiera de cada país, para prevenir crisis como la estallada en México en diciembre de 1994, y el congelamiento del crédito de fuente oficial a los países que no cumplan los compromisos adquiridos ante el sector financiero privado.

Por último, el IIF solicita participación en el diseño de las políticas del Banco Mundial y del FMI.

Los financistas privados representados por el IIF se sienten autorizados a presentar esas demandas debido a que sus inversiones suman ya 90 por ciento del flujo total de capitales a los principales mercados emergentes de Africa, América Latina, Asia, Europa y Medio Oriente.

Mientras, los créditos de fuente oficial llegarán este año a 14.000 millones de dólares, frente a los 47.000 millones de dólares que sumó en 1995 debido a la crisis de México y sus secuelas en otros mercados emergentes. En 1997 alcanzarán a 17.800 millones.

"La comunidad internacional enfrenta el desafío de mantener y ampliar" el flujo financiero privado, advirtió el director gerente del IIF, Charles Dallara, en carta a los comités Interino y de Desarrollo del FMI y el Banco Mundial.

El FMI y el Banco Mundial comenzarán el 1 de octubre en Wasgington sus asambleas anuales, previa reunión de los dos comités mencionados.

Dallara destacó la necesidad de un nuevo enfoque para evitar y resolver crisis en los mercados emergentes, y se pronunció contra la propuesta del Grupos de los Siete (G-7) países más ricos del mundo de ampliar los recursos que el FMI destina a naciones que han perdido el crédito privado por incumplimiento del servicio de su deuda.

La adopción de esa iniciativa representaría "un mensaje equivocado" para los morosos y aumentaría el costo del crédito destinado a los mercados emergentes, advirtió Dallara.

El director gerente del IIF recomendó a las autoridades de los países prestamistas permanecer alerta ante las señales del mercado.

"Las políticas basadas en el mercado deben tomar en cuenta los significativos cambios operados en los últimos 10 años en los mercados emergentes, como la sustitución del crédito oficial por el privado" como principal fuente de financiación, observó el IIF.

Así mismo, el IIF respaldó la decisión del FMI de vigilar de modo más riguroso la evolución económica de sus miembros, para anticiparse a eventuales crisis, e instó al comité Interino a promover "el diálogo pleno del FMI con la comunidad financiera privada".

A juicio del IIF, "no es suficiente" la financiación a medio y largo plazo que actualmente otorga el Banco Mundial para proyectos de infrastructura".

En cambio, manifestó su apoyo a la propuesta de ampliación del capital de la Agencia Multilateral de Garantía de Inversiones (MIGA), una entidad dependiente del Banco Mundial que asegura inversiones extranjeras ante riesgos políticos como la nacionalización de activos, la guerra y la devaluación.

La iniciativa considerada por el Banco Mundial para la MIGA, que no cubre riesgos de empresas domésticas, supone el aumento de la capacidad de la agencia para librar pólizas de seguros y una mayor agilidad de sus procedimientos.

La MIGA tiene un capital pagado de 100 millones de dólares y más de 2.000 millones en riesgos asegurados. Enfrentada a la solicitud de seguro por otros 1.500 millones, ha ampliado la proporción riesgo-activos y busca más capital.

El IIF considera excesivamente engorrosos los procedimientos internos de la MIGA, mientras en opinión de organizaciones no gubernamentales, el proceso de aprobación de solicitudes de seguros no permite tiempo suficiente para la completa evaluación de los impactos social y ambiental de las inversiones que buscan la protección de esa agencia.

La reglamentación del Banco Mundial y de la MIGA exige la evaluación de los riesgos sociales y ambientales de los proyectos de inversión.

El flujo de capital privado a los mercados emergentes se reducirá el próximo año, según el IIF, debido especialmente a la disminución tanto de la demanda general de crédito a corto plazo como de la financiación reservada a Brasil, México y Tailandia, y a la caída del déficit de cuenta corriente de Corea del Sur.

Dadas las causas que la determinarán, la reducción de flujos anunciada debe entenderse como señal de fortalecimiento de los mercados emergentes, puntualizó el instituto.

Los países destinatarios de la financiación internacional recelan de las inversiones de corto plazo "potencialmente volátiles", y "en alta proporción, los capitales externos se destinará (en 1997) al mercado de acciones y a la deuda de largo plazo", predijo el IIF.

La inversión extranjera en el mercado de acciones de las economías emergentes aumentará ligeramente el próximo año. Cerca de 70 por ciento de esa inversión se orienta al control de empresas, se destacó en el informe. (FIN/IPS/tra- en/aa/jl/ff/if/96

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