FILIPINAS: Fin del conflicto musulmán daría lugar al progreso

La conclusión de casi tres décadas de conflicto en el sur de Filipinas no solo es significativa en el contexto político, sino brinda nuevo impulso económico a esa olvidada región donde vive la mayoría de los seis millones de filipinos musulmanes.

Un histórico acuerdo de paz entre el gobierno del presidente Fidel Ramos y el Frente Moro de Liberación Nacional (MNLF) fue firmado este lunes, durante una ceremonia en el palacio presidencial de Manila a la que concurrieron más de mil invitados.

El acuerdo había sido rubricado el viernes pasado en Indonesia con la presencia del presidente Suharto. Jakarta medió los tres años de conversaciones de paz, que fueron el tercer intento de poner fin al conflicto.

"No solo estamos testimoniando la historia, estamos haciendo historia", sentenció Ramos. "El crecimniento que esta paz generará, hará que nunca más los filipinos estén tan desesperados como para tomar las armas unos contra otros".

Misuari, un ex profesor que es titular del MNLF, dijo que los filipinos musulmanes ahora podrán manejar sus propios asuntos. "Pero la prueba más crucial de este acuerdo es su puesta en marcha. Espero que estemos a la altura de nuestra tarea", expresó, mientras sus partidarios lo vivaban frente al palacio.

La tregua pactada con anterioridad significó que los cañones ya no disparaban desde hacía años en Mindanao, donde el MNLF libró una guerra de secesión en los '70 que dejó un saldo de 250.000 muertos. El acuerdo de paz permitirá ahora a Mindanao quitarse la imagen de violenta e inhóspita para visitantes e inversores.

Mientras el pacto es una victoria política para los esfuerzos de paz del presidente Ramos con varios grupos rebeldes, el analista Alexander Magno declaró que "no se trata solo de política".

"El impulso es mucho más económico", explicó. "Mindanao, despues de todo, es ahora la puerta delantera de Filipinas en ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático)".

Mindanao es parte de un área de crecimiento en la región oriental de ASEAN junto con Brunei, Indonesia y Malasia, que Filipinas está proponiendo como un modelo dado que la guerra pertenece al pasado. "Despues de todo, somos ahora una economía de ASEAN", declaró Magno.

Sin embargo, mientras algunas áreas de Mindanao están en auge, su parte suroccidental, donde vive la mayoría de los musulmanes, ha quedado rezagada y ha reflejado el ciclo de bajas inversiones y los efectos de la guerra.

Las aprensiones respecto al gobierno central datan de siglos, desde la época que los musulmanes en el sur rechazaron exitosamente a los colonizadores españoles en el siglo XVI.

No es una coincidencia que un reciente estudio financiado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) calificara a muchas provincias rebeldes musulmanas "entre las más bajas del desarrollo humano", en un país donde más del 85 por ciento de la población es católica.

Entre las provincias identificadas por el estudio figuran Sulu, Basilan, Tawi-Tawi y Magindanao, que se encuentran bajo la región autónoma de Mindanao.

Allí el alfabetismo funcional oscila del 48,1 por ciento al 68,7, lejos del promedio nacional de 83,8 en 1994. Las expectativas de vida promedian los 50 años, el índice más bajo del país cuyo nival nacional es de 66,9.

Pocos musulmanes figuran en el gobierno central o tienen alta representación política, si bien Mindanao es un área rica en recursos y provee la mayor parte de las cosechas y exportaciones agrícolas del país. La ironía fue señalada por Misuari, quien dijo "¿Acaso Mindanao no alimenta al resto del país?".

Vinculando paz y desarrollo humano, el representante del PNUD en Filipinas, Kevin McGrath, expresó que "un reconocimiento de diversidad cultural y religiosa, como tambien de economía descentralizada y gobierno político, son prerrequisitos para cualquier desarrollo".

La solución está en la creación de un nuevo sistema autónomo meridional, denominado Consejo para Paz y Desarrollo en el Sur de Filipinas, que supervisará los programas en la región.

Se trata de un organismo de transición que en tres años dejará el puesto a un nuevo gobierno, más autónomo y liderado por el MNLF, para cubrir 14 provincias y nueve ciudades en el sur.

Como parte del arreglo con Ramos, Misuari es candidato a gobernador de la región autónoma del partido oficial y se lo considera virtual ganador.

El acuerdo tambien contempla la enseñanza opcional del Islam en las escuelas de Mindanao, la integración de 5.570 combatientes del MNLF en el ejército nacional y la designación de un oficial del MNLF como segundo comandante militar en el sur.

El pacto suscitó una ola de críticas, desde ataques a Misuari hasta temores de una dominación musulmana en zonas cristianas de Mindanao. "En vez de consolidar la paz ha creado una nueva crisis en Mindanao", afirmó el senador Blas Olpe.

Funcionarios locales temen que su territorio se vea erosionado por el consejo, y resienten el papel dado a un ex jefe rebelde. Algunos sacan a relucir prejuicios antimusulmanes mientras militantes cristianos provocaron el viernes cinco explosiones en la ciudad de Zamboanga para protestar por el acuerdo.

No obstante, Ramos, a quién algunos críticos tildaron de "traidor" dijo que "hemos hecho de Mindanao el foco de nuestros esfuerzos de desarrollo, porque ha sido la región que más ha sufrido y alberga a algunos de los filipinos más desposeídos".

"Este ciclo de pobreza debe ser roto y este acuerdo es el filo cortante de nuestros esfuerzos", afirmó.

Los dividendos económicos provenientes de la paz no son aparentes. El subsecretario general de la Organización de la Conferencia Islámica (OIC), Mohamed Mohsin, que ha dado apoyo moral al MNLF, dijo que las inversiones serán examinadas por los ministros de Exteriores de la OIC en diciembre.

La semana pasada el viceprimer ministro malayo Anwar Ibrahim, dijo que instará a sus connacionales a invertir mas agresivamente en la región.

Sin embargo, quedan todavía problemas potenciales en lo que se refiere a la puesta en marcha del acuerdo de paz.

Misuari teme, por ejemplo, sobre lo que podría ocurrir con la iniciativa de paz cuando Ramos finalice su mandato en 1998.

Añadió que Mindanao afronta grandes desafíos en la búsqueda de apoyo financiero y rehabilitación en los distritos electorales del MNLF. "En muchas partes no hay caminos como resultado del abandono de los últimos 50 años", señaló.

"Debemos prepararnos para una larga lucha. El impacto de la pzz es más duro que la guerra", lamentó.

El senador Neptalí Gonzales dijo que la importancia de terminar con el malestar musulmán no es debidamente apreciada por todos los filipinos.

"En Luzon (la provincia donde está Manila) consideran a Mindanao demasiado distante, pero esto (el acuerdo) es más importante que el tema de las bases estadounidenses en que cada filipine estuvo involucrado", expresó.

Algunos dudan de la capacidad de Misuasi para pasar de un gobierno rebelde a otro ejecutivo, pero el líder del MNLF dijo que "capitular no figura en mi diccionario. Queremos una posibilidad de demostrar lo que somos capaces". (FIN/IPS/tra- en/js/cpg/ego/ip).

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