CHECHENIA: Críticas a acuerdo de paz sugieren futuro incierto

La reacción hostil de dirigentes políticos y medios de prensa de Rusia ante el acuerdo que interrumpió la guerra en Chechenia sugiere riesgos para el proceso de paz, aunque Moscú ya comenzó el retiro de sus tropas de esa república autónoma del norte del Cáucaso.

Los partidarios de la paz reclaman el fin de la brutal guerra comenzada en diciembre de 1994, que costó la vida a 80.000 personas y la ruina de Chechenia.

Los combates cesaron tras el pacto alcanzado el 31 de agosto ante los separatistas chechenos por el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, Alexander Lebed.

Lebed y los negociadores rebeldes resolvieron postergar durante cinco años la resolución del asunto central del conflicto: el futuro estatuto político de Chechenia.

El diario nacionalista Zavtra calificó a Lebed de "traidor", y Sovetskaya Rossiya, del Partido Comunista, aseguró en un artículo editorial que el acuerdo de paz fue fruto de una conspiración occidental.

Aún el periódico independente Nezavisimaya Gazeta, políticaente moderado, exigió la destitución de Lebed por "entregar territorio de Rusia a la banda de rebeldes chechenos".

"Es necesario exigir la renuncia de un gobierno estúpido, que firmó la rendición ante un grupo rebelde armado que de ningún modo está libre de culpa", escribió el director de Nezavisimaya Gazeta, Vitaly Tretyakov.

Konstantin Zatulin, del influyente Centro de Investigaciones de Moscú, consideró "dudosos" los términos básicos del acuerdo de paz. "En la situación actual, una paz duradera en Chechenia sólo será posible con base en la fuerza", advirtió.

Según Zatulin, la secesión de la república rebelde es aún una posibilidad cierta.

Mientras, el domingo comenzó a cumplirse la etapa inicial de evacuación de tropas federales. Entre las primeras fuerzas retiradas de Chechenia se contó el batallón de tanques 133, del distrito militar de Leningrado.

Cuarenta modernos tanques T-8O fueron dispuestos sobre vagones de ferrocarril para ser transportados de regreso a su base, informó la agencia de noticias Itar-TASS.

Desplegado en Chechenia en diciembre de 1994, el batallón 133 defendió la capital de la república autónoma, Grozny, ante la ofensiva separatista de agosto. La primera etapa también comprende el retiro de los regimientos acorazados de los distritos de Moscú, Leningrado, los Urales y Privolzsky, informaron fuentes de la cancillería a IPS.

Pero el calendario de evacuación de tropas no fue divulgado. El viceministro del Interior, Valery Fedorov, evitó proporcionar la información a la agencia Interfax, que se lo había solicitado.

El retiro de las tropas de intervención, dijo Fedorov, "deberá efectuarse pacífica y tranquilamente". "Tomaremos todos los pasos necesarios para evitar provocaciones que puedan interrumpir el proceso. Los que pretendan eso, serán destruidos", agregó.

Mientras tanto, el comandante de las tropas del Ministerio del Interior de Rusia en Chechenia, general Partagen Andriyevsky, dijo a la agencia Interfax que aún no se ha tomado una decisión final respecto del retiro total de sus fuerzas.

"Esa decisión será adoptada en el más alto nivel. Creemos que dos brigadas, una del Ministerio del Interior y otra del de Defensa, deberán permanecer en territorio checheno", sostuvo Andriyevsky.

La evacuación de las tropas federales de Chechenia es considerado uno de los elementos claves del acuerdo de paz suscripto por Lebed y Aslan Masjadov, representante de la guerrilla secesionista.

Lebed realizó varias visitas fugaces al conflictivo territorio en las últimas semanas con el fin de alcanzar la paz.

El acuerdo establece el retiro de la mayor parte de las fuerzas enviadas por Yeltsin a Chechenia para aplastar la rebelión. Patrullas conjuntas ruso-chechenas sustituirán tanto a esas tropas y como a las separatistas.

También se dispuso la creación a partir del 1 de octubre de una comisión conjunta que preparará "el retiro completo de tropas".

Lebed dijo este fin de semana que el traslado de las fuerzas rusas no alentará el estallido de una nueva guerra civil, como muchos pronostican. Para el general, mantener las tropas en la conflictiva república sería "simplemente contraproducente".

"De acuerdo con datos oficiales, 46.500 edificios quedaron destruidos en Chechenia, sin contar aquellos que apenas fueron dañados. Eso crea, al menos, 46.500 enemigos, si contamos solo uno por edificio", dijo Lebed a la televisión independiente de Rusia.

"Hemos iniciado una guerra contra la gente. Esta guerra no tenía propósito alguno y deberá concluir de inmediato", añadió.

Yeltsin reiteró este fin de semana, en la reunión que mantuvo con el jefe del gobierno de Alemania, Helmut Kohl, su apoyo total al plan de Lebed, incluso en lo que respecta al retiro de tropas, según la agencia ITAR-TASS.

Representantes de Moscú y del separatismo checheno ya comenzaron a discutir la implementación del plan de paz de Lebed en adelante, especialmente en lo referido al intercambio de prisioneros de guerra y la elaboración de listas de soldados desaparecidos en acción y de rehenes.

Se prevé que estas listas estarán redactadas el 10 de diciembre.

Ambas partes confirmaron su intención de instalar oficinas militares conjuntas en Grozny, informó la televisión rusa.

Los primeros pasos hacia la restauración de la paz fueron recibidos con algarabía por los ciudadanos de Chechenia.

El líder del Partido Comunista de Rusia, Gennady Zyuganov, manifestó cuestionamientos al acuerdo alcanzado por Lebed y los rebeldes, pues, sostuvo, el Consejo de Seguridad Nacional que conduce el general no es un organismo previsto en la constitución y, por lo tanto, no puede representar al gobierno federal.

Zyuganov promueve una discusión sobre el asunto en el parlamento. (FIN/IPS/tra-en/ss/fn/ff-mj/ip/96

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