La eliminación del impuesto comercial sobre los productos básicos y semielaborados para exportación y para adquisición de bienes de capital e insumos generó euforia en el sector productivo de Brasil.
Se trata de una medida que permitirá reanudar el crecimiento económico, tras muchos años de recesión provocada por altas tasas de interés y otras condiciones negativas impuestas a la empresa nacional, opinó Antonio Ermirio de Moraes, líder del mayor grupo industrial privado del país, el Votorantim.
La ley, sancionada el viernes por el presidente Fernando Henrique Cardoso, exime del Impuesto sobre Circulación de Mercancías, el correspondiente al IVA de otros países, entre un tercio y 45 por ciento de las exportaciones brasileñas, estiman los expertos.
La mayoría de los productos favorecidos paga 13 por ciento por ese tributo. Algunos alimentos y productos como celulosa ya estaban exentos de la tasa, pero en muchos casos el impuesto aumentaba costos por incidir en la cadena de producción.
Un estudio del Ministerio de Planificación estimó en 1.200 millones de dólares el aumento anual en las exportaciones, como resultado de la mayor competitividad alcanzada.
Pero lo más destacado por los empresarios es la consecuente rebaja de 15 por ciento en el costo de las inversiones productivas.
"Ese fue el primer paso efectivo de reducción del 'costo Brasil", celebró Jorge Gerdau Johannpeter, gran empresario del sector siderúrgico, lamentando que la medida haya sido adoptada recién ahora, cuando otros países la aplican hace tiempo.
Ermirio de Moraes mantuvo, sin embargo, sus persistentes críticas a los elevados intereses, diez veces superiores a los aplicados en los países desarrollados, y que siguen impidiendo mayores inversiones.
"? Por qué no se globaliza también los intereses ?", reiteró en una entrevista televisiva, señalando que con costos financieros tan elevados es muy difícil para las empresas brasileñas ganar competitividad. El cambio sobrevaluado es otro obstáculo, pero la reducción tributaria lo compensa, reconoció.
La producción de alimentos, agrícolas e industriales, ganará fuerte impulso con el abaratamiento de los insumos y ello beneficiará a los consumidores con precios más bajos, evaluó Edmundo Klotz, presidente de la Asociación Brasileña de la Industria de Alimentación.
Imponer tasas similares a equipos destinados a la actividad productiva y a bienes de consumo de lujo constituía un absurdo brasileño ya erradicado en todo el mundo, argumentaban parlamentarios y empresarios que hace mucho reclamaban la medida.
El presidente de la Asociación Brasileña de la Industria de Maquinarias, Sergio Magalhaes, recordó que de los 18.700 millones de dólares pagados por Brasil en equipos productivos el año pasado, 2.000 millones correspondieron al impuesto comercial.
La ley, que según el presidente Cardoso conducirá a la generación de empleo, fue aporbada también por el sindicalismo pero con menor entusiasmo que el empresariado.
Luiz Antonio Medeiros, presidente de la central Fuerza Sindical, dijo que por ahora la medida constituye "sólo una esperanza".
Insistió en que el combate al desempleo exige medidas para recuperar la construcción y la industria de autopartes, que enfrenta una competencia desigual con las importaciones, por el cambio sobrevaluado y el arancel de dos por ciento que, según estimó, deberá volver a 18 por ciento.
El ministro de Planificación, Antonio Kandir, es naturalmente el más entusiasta por las posibilidades abiertas por la ley que él mismo propuso cuando era diputado.
El estímulo dado a las exportaciones y a las inversiones hará que Brasil inicie el próximo año con un crecimiento económico de 1,5 por ciento, dijo. Si la economía tendía a crecer cuatro por ciento en 1997 ahora se incrementará en 5,5 por ciento, explicó.
La tasa de inversiones crecerá fuertemente y podrá alcanzar 20 por ciento, estimó Cardoso. En los últimos años ese índice superó de muy poco 15 por ciento.
Con la nueva ley, Brasil amplía los mecanismos de atracción de inversiones externas, un objetivo que orienta su política para el sector automotor y varias iniciativas del gobierno, incluso la diplomacia. (FIN/IPS/mo/dg/if/96
