ASIA ORIENTAL: Japón crea tensiones por islas en litigio

Los gobiernos de China y Taiwan cayeron bajo la creciente presión de grupos cívicos, que se muestran decididos a demoler un faro construído por jóvenes derechistas japoneses en un disputado archipiélago del Mar de China.

Asperas protestas ya se han registrado a nivel oficial por las acciones de miembros de la Federación Juvenil Japonesa, que en julio se embarcaron hacia las islas -reclamadas por Japón, China y Taiwan- y levantaron un faro así como un monumento con la bandera nipona en honor a los caídos en la Guerra del Pacífico (1941- 1945).

Las relaciones políticas cayeron en picada la semana pasada cuando el ministro nipón de Exteriores, Yukihiko Ikeda, durante una visita a Hong Kong, reiteró los reclamos de Tokio sobre las islas que los japoneses llaman Senkaku, los chinos Daioyu y los taiwaneses Taioyutai.

Esto provocó una inmediata e insólita reacción de los ciudadanos de Hong Kong, que pidieron a China el envío de unidades navales al deshabitado archipiélago que se encuentra a 400 kilómetros al sudoeste de la prefectura japonesa de Okinawa y 175 kilometros al noreste de Taiwan.

Mientras China criticó severamente lo que llamó "un resurgimiento del militarismo japonés", no hay indicios que Beijing esté preparado para entrar en una inmediata confrontación militar con Tokio, a pesar de que una unidad naval china fue vista cerca de las islas.

Según la Agencia de Seguridad Marítima de Japón, la unidad, a la cual solo describió como "un buque chino", fue avistada en las inmediaciones de las islas realizando, aparentemente, exploraciones oceanográficas.

La creciente tensión regional podría empeorar si los grupos de protesta en Taiwan y Hong Kong llevan adelante sus planes de navegar hasta las islas a fin de mes, para desmantelar los símbolos de la pretendida soberanía nipona.

A comienzos de esta semana, un pesquero taiwanés fue interceptado y cañoneado por un buque de guerra nipón cerca de las islas disputadas, que advirtió a otras embarcaciones de no trasponer los límites establecidos por las autoridades japonesas.

En un principio, el Comité de Protección de las Islas Diaoyu, un nuevo grupo formado en Hong Kong, y el Partido Nuevo de Taiwan, una fuerza política opositora, planearon misiones separadas al archipiélago.

"Podría ser una expedición conjunta. Nada impide que vayamos juntos", dijo Albert Ho, un legislador de Hong Kong que es miembro del Comité de Protección de las Islas Diaoyu.

Au Pak-Kuen, un vocero de la entidad, dijo que las discusiones con miembros del Partido Nuevo de Taiwan habían logrado "mutuo entendimiento" sobre cómo responder a la acción japonesa. "Tenemos una estrecha comunicación con Taiwan sobre esto".

Ching Kai-Shou, legislador del Partido Nuevo, dijo en Taipei esta semana que ya pidió al Ministerio del Interior el permiso correspondiente para viajar a las islas el 25 de septiembre. El plan consiste en llevar una gran bandera de Taiwan y permanecer algunos días en las islas "para defender el territorio".

El grupo de Hong Kong tiene intenciones similares. "Luego de quitar la bandera japonesa, vamos a izar una enseña firmada por el pueblo de Hong Kong", afirmó Tsang Kin-Sheng, miembro del Comité, quien anunció que ya contaba con 20 voluntarios para el viaje.

El Comité aseguró que su misión será pacífica y los incursores no llevarán armas "sino destornilladores para desmontar el faro". Los planes serán ampliamente explicados a los gobiernos de Beijing y Taipei, por lo cual "esperamos que nos protejan…"

Además de instar a Beijing que despache su propia armada a las islas para reafirmar la soberanía, el Comité ha solicitado al Ejercito Popular de Liberación de China apoyar cualquier iniciativa de organizaciones cívicas de Taiwan o Hong Kong, en relación a las islas Diaoyu.

Los grupos dijeron que están usando como antecedente la última misión del grupo ambientalista Geenpeace a China, para protestar contra las pruebas nucleares.

Si bien la embarcación del grupo ambientalista fue obligada a retirarse por las autoridades de Beijing cuando entró en aguas chinas, en junio pasado, esa acción de protesta fue considerada un éxito porque puso en la escena internacional el problema de los experimentos atómicos.

No obstante, a pesar de la airada retórica, el Comité con sede en Hong Kong ha tenido dificultades en obtener fondos y encontrar un patrocinador que aporte un buque para la expedición ahora programada junto con el Partido Nuevo de Taiwan

Au, quien tambien es titular del Sindicato de Maestros Profesionales de Hong Kong, indicó que el viaje por mar resultará más fácil desde Taiwán que si zarpa desde esta península.

"Desde Hong Kong la travesía sería de 1.000 kiolómetros y demandaría una embarcación muy bien equipada, mientras desde Taiwan son apenas 180 kilómetros", apuntó.

Au está convencido que China no objetará una alianza de los grupos de Taiwan y Hong Kong para viajar al archipiélago. "Como es una cuestión de proteger el suelo chino no creemos que haya problemas en ese aspecto".

La apasionada reacción de los activistas de Hong Kong, una colonia británica que pasará bajo el gobierno de Beijing el 30 de junio de 1997, ha sorprendido a muchos observadores porque normalmente su población civil no se interesa por cuestiones patrióticas o de soberanía.

Sin embargo, cuando Ikeda reiteró en Hong Kong el reclamo nipón sobre las islas, los demostrantes quemaron la bandera japonesa frente al consulado de ese pais.

Incluso el diario en inglés "South China Morning Post" dijo que Beijing debería enviar unidades navales para desmantelar el faro y arriar la bandera japonesa en señal de soberanía.

También en China el impacto emocional causado por la actitud japonesa motivó que los estudiantes de la Universidad Fudan de Shanghai realizaran manifestaciones antijaponeses.

Una carta firmada por 260 civiles de Beijing y Tianjin, dirigida al presidente chino Jiang Zemin y además enviada a varios diarios de Hong Kong, tambien urgió que China envíe su armada en apoyo de las organizaciones de Hong Kong y Taiwan que viajen a Diaoyu.

Uno de los firmantes, Tong Zeng, miembro de un grupo que trata de obtener compensaciones para las víctimas de la agresión japonesa durante la Guerra del Pacífico, dijo que la carta proviene de personas de todos los sectores incluyendo "miembros del partido comunista y militares retirados". FIN/IPS/tra- en/ys/cpg/ego/ip).

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