AMERICA LATINA: Grupo de Río debe eludir entregas, dice fundador

El Grupo de Río permanece como el mejor instrumento de diálogo de América Latina y debe eludir la tentación de entregar el liderazgo regional a un solo bloque, según uno de sus creadores, Simón Alberto Consalvi, canciller de Venezuela cuando se fundó el Grupo en 1986.

"Cuando discutíamos el acuerdo del Grupo de Río considerábamos que no había nada más impertinente y más pernicioso que el liderazgo y tratamos de que no hubiera esa concepción", dijo Consalvi al diario caraqueño Economía Hoy,

Interrogado sobre si el Mercado Común del Sur (Mercosur) debe dirigir todo el proceso de integración regional, advirtió que "pueden ponerse celosos los norteamericanos, que piensan que debe ser el área de libre comercio hemisférico la que guíe el proceso'.

"Para que el Mercosur lidere la intergración tendríamos que olvidarnos del Norte, y eso no va a ocurrir", estimó Consalvi, y puso como ejemplo que para Venezuela "es muy difícil que el comercio con el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) sea más importante que con Colombia".

Colombia, México, Panamá y Venezuela, integrantes en los años 80 del Grupo de Contadora, que promovió la paz en América Central, crearon con su Grupo de Apoyo (Argentina, Brasil, Perú y Uruguay) un "mecanismo permanente de consulta y concertación política", o Grupo de Río, en diciembre de 1986.

En 1987 los presidentes de esos ocho países se reunieron por primera vez convocados por ellos mismos, en México, y desde entonces se efectuaron cumbres anuales, que ampliaron el Grupo a Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay y dos países que de modo rotativo representan a América Central y el Caribe anglohablante.

La décima cumbre, que se inicia en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), debate los temas democracia, integración, desarrollo sostenible y lucha contra la pobreza, con el mismo método de diálogo abierto e informal entre cancilleres y presidentes establecido en 1986.

"El Grupo abrió por primera vez en América Latina un diálogo permanente entre los cancilleres y los presidentes, que antes se veían en asambleas internacionales o visitas oficiales o de Estado. Había una verdadera incomunicación", dijo Consalvi.

El ex canciller y periodista socialdemócrata admitió que el Grupo "ha perdido aparentemente dinamismo", pero "no queda duda de que sus principios son absolutamente vigentes".

El Grupo de Río "dio resultados durante un tiempo más o menos considerable, probablemente durante el tiempo en que los fundadores mantuvieron la inluencia necesaria".

Al paso de los años "se le hicieron modificaciones (se amplió de ocho hasta 14 participantes, de los cuales 11 sudamericanos) y perdió tanto el dinamismo como la coherencia que tuvo en sus inicios", observó Consalvi.

"El estilo y las características del Grupo y la idea de consulta y concertación, que fueron sus elementos esenciales para tener éxito, requerían de una decisión política permanente, y eso es lo que a mi juicio se ha perdido", consideró.

Pese a ello, el Grupo de Río "es el mejor instrumento que tiene América Latina y no debe ser desechado en ninguna circunstancia" y además presenta "muchas ventajas", como que coinciden en su seno los países del Mercosur, el bloque andino y México, subrayó Consalvi.

"Es el mejor foro para conversar sobre los grandes problemas de América Latina, desde la integración económica hasta el narcotráfico, que no se puede combatir individual ni aisladamente, como pretende Estados Unidos", concluyó. (FIN/IPS/hm/dg/ip-if/96

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