La Organización de las Naciones Unidas (ONU) inició la evaluación de las necesidades de miles de personas afectadas por las inundaciones en el sudeste del país para retomar la distribución de provisiones de asistencia.
El operativo de la ONU en Sudán (OLS según sus siglas en inglés) había solicitado el permiso para vuelos de emergencia desde el mes de junio, cuando unas 15.000 personas quedaron despojadas por inundaciones sin precedentes en Pochalla, en la frontera con Etiopía.
El gobierno de Sudán comunicó la aprobación de la asistencia la semana pasada, en una carta dirigida a Yasushi Akashi, subsecretario general de Asuntos Humanitarios del organismo internacional.
Pierce Gerety, coordinador del OLS y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), dijo que "las inundaciones no se han retirado, y las reservas de alimentos han sido destruidas".
Gerety señaló que los afectados por las inundaciones son ahora unos 25.000, y este mes se esperan más lluvias en las tierras altas etíopes.
El área de Pochalla está bajo el control del Ejército Popular del Liberación de Sudán (SPLA) desde marzo, y la ONU evaluó las necesidades de asistencia de emergencia hasta entonces, mientras estuvo en manos del gobienro.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) coordinará los primeros vueltos de emergencia del OLS a Pocalla, comenzando con alimentos y materiales médicos entregados por UNICEF y la organización de ayuda humanitaria Médicos Sin Fronteras.
El OLS es un consorcio de agencias de la ONU y unas 40 organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales y nativas que entregan paquetes de ayuda y rehabilitación para unos 3,1 millones de civiles afectados por la guerra en el sur de Sudán.
El PMA retomó en julio las operaciones aéreas para la entrega de alimentos a unas 700.000 personas, por primera vez en 10 meses, período en el cual el gobierno sudanés retiró su autorización a la asistencia en septiembre de 1995, alegando que, en lugar de provisiones, los aviones transportaban armas.
A comienzos de junio, la directora del PMA, Catherine Bertini, había advertido que miles podrían morir de hambre en el sur, con el riesgo de hambruna similar a la de 1987, cuando más de 300.000 personas fueron víctimas de enfermedades relacionadas a la desnutrición.
Pero, desde entonces, el OLS se enfrentó a una serie de obstáculos, mientras el gobierno y el SPLA utilizaron la ayuda en alimentos como arma política en la guerra civil, iniciada hace 13 años.
En julio, el líder del SPLA John Garang apeló a la ayuda humanitaria de la comunidad internacional para recibir provisiones de emergencia cuando visitó Noruega, Alemania, Suiza e Italia.
El PMA señaló que los alimentos se necesitan urgentemente en el sur de Sudán entre junio y agosto, época en que las reservas están en su punto más bajo y los agricultores aguardan sus cosechas. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/lp/ip/96