RUANDA: Comienza repatriación de un millón de refugiados hutus

El gobierno de Zaire repatriará antes de las elecciones fijadas para mayo a más de un millón de hutus ruandeses refugiados en campamentos de la oriental provincia de Kivu, según un acuerdo alcanzado con Ruanda.

El primer ministro Kengo wa Dondo comunicó la resolución después de una visita a Ruanda, realizada la semana última para normalizar las relaciones diplomáticas bilaterales.

Se trata de los hutus que huyeron en 1994 de Ruanda a Zaire ante el avance del insurgente Frente Patriótico Ruandés (FPR), controlado por la minoría étnica tutsi, que en julio de ese año tomó el poder.

El éxodo masivo de ruandeses, que también se orientó a Burundi, Tanzania y Uganda, comenzó a causa de la matanza de tutsis y hutus moderados lanzada en abril de 1994 por los extremistas hutus que entonces controlaban el país.

Actualmente se cuentan 1,08 millones de refugiados ruandeses en Zaire, 530.000 en Tanzania, 40.000 en Burundi y 4.000 en Uganda, según las últimas informaciones.

La mayoría de los hutus refugiados en Zaire temen represalias en su país y permanecen en los campamentos como rehenes de los soldados hutus derrotados en la guerra civil y de la milicia Interahamwe, participante también en el genocidio de 1994.

Cerca de 50.000 ex soldados e igual número de milicianos se internaron en territorio de Zaire con sus pertrechos y, según informaciones, han recibido armas de países de Africa, Asia y Europa.

Así mismo, hay versiones no confirmadas de que militares franceses entrenan a los ex soldados ruandeses en los campamentos de refugiados. Pero esa información fue desmentida por el primer ministro de Zaire, que desafió a la prensa a investigar los hechos en los centros de refugiados.

La visita del primer ministro Dondo a Ruanda parece haber despejado algunos obstáculos para la normalización de los vínculos bilaterales.

Los dos países acordaron la "masiva repatriación" de refugiados ruandeses y "la clausura gradual de campamentos" en Zaire. El proceso será acompañado de la separación de los genuinos refugiados de los soldados y milicianos responsables del genocidio de 1994 y del desarme de éstos.

"Es la primera vez en que el jefe del gobierno (de Zaire) se compromete personalmente a la clausura de los campamentos", destacó Dondo a la prensa.

"Zaire procederá sistemáticamente a partir de los próximos días al desmantelamiento" de los centros de refugiados, sin tomar en cuenta la oposición de quienes en el pasado impidieron que esta operación se realizara en buenas condiciones", agregó.

"El gobierno de Zaire desea efectuar esa operación antes de comenzar el censo, la identificación y el registro de los ciudadanos que participarán en las elecciones del próximo año", explicó Dondo.

Mientras, el primer ministro de Ruanda, Pierre Celestin Rwigema, aseguró que los refugiados no correrán riesgos al volver a sus aldeas de origen.

"Las garantías que podemos ofrecer son las mismas que otorgamos a todo habitante del país. No veo base para ningún temor, ya que seis millones de personas viven pacíficamente " en Ruanda, dijo Rwigema.

No obstante, el proyecto de masiva repatriación preocupa al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que no fue consultado por Ruanda y Zaire.

"Es absolutamente necesario que los gobiernos de Ruanda y Zaire consulten con el ACNUR", advirtió a IPS el representante de esa agencia en Ruanda, Roman Urasa.

Urasa explicó que el ACNUR siempre se ha opuesto a la repatriación forzosa de refugiados, aunque anunció que el asunto será discutido en la comisión tripartita que la agencia conforma con Ruanda y Zaire.

La repatriación masiva es objetada también por dirigentes políticos exiliados, como Seth Sendashonga, ex ministro del Interior en el gobierno del FPR.

Sendashonga, del Movimiento por el Retorno de la Democracia y los Refugiados a Ruanda, formado por exiliados hutus, declaró en Nairobi que teme por la seguridad de los repatriados, y solicitó la presencia de una fuerza internacional para protegerlos.

Los exiliados hutus argumentan que el regreso en masa de refugiados puede provocar caos y pánico, y que los retornados no recuperarán sus ocupadas propiedades.

Pero un funcionario ruandés de la comisión de repatriación replicó que esos argumentos han sido utilizados por quienes pretenden "infundir temor en los refugiados e impedir su regreso".

"Dos años después de la tragedia, el gobierno ruandés ha repatriado a 1,2 millones de personas, que recuperaron sus antiguas propiedades sin ninguna disputa", manifestó el funcionario.

Ben Parker, coordinador de la Red Integral Regional de Información, una oficina del Departamento de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas radicada en Nairobi, se pronunció a favor del plan concertado por Ruanda y Zaire.

"Si las dos partes están sinceramente dispuestas a la repatriación, es una buena noticia para la región", dijo Parker a IPS.

Parker, cuya organización vigila la situación política en Burundi, Ruanda, Uganda y Zaire, señaló que la solución del caso de los refugiados ruandeses en Zaire se posterga desde hace dos años. (FIN/IPS/tra-en/jbk/mn/pm/ff/pr/96

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