La política de vender cereales a bajo precio a los más necesitados, anunciada este mes por el gobierno del primer ministro H.D. Dewe Gowda, fue criticada por sectores que sostienen que la nueva coalición gobernante está menos preocupada por los desposeídos que por cuidar su propia imagen.
Las voces críticas argumentan que en lugar de decretar reducciones artificiales en los precios de los alimentos, el gobierno debería contribuir a que los pobres tuvieran mejores ingresos, de forma que pudieran comprar los bienes esenciales.
El sistema que el gobierno tiene en preparación prevé que las familias más pobres recibirán cartillas especiales que les permitirán comprar 10 kilogramos de cereales por la mitad de su valor cada mes, en la cadena nacional -ya existente- de expendios de artículos de alimentación a precio fijo.
Este proyecto fue anunciado por Gowda en el curso de un discurso que pronunció el 15 de este mes conmemorando el Día de la Independencia. El nuevo sistema será inaugurado el 2 de octubre, aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, el más importante líder de la independencia de este país.
Los expertos en desarrollo que esperaban del nuevo gobierno de centroizquierda un mayor apoyo a los sectores más débiles, juzgan que el proyecto se queda corto ante las necesidades reales. En su opinión, 10 kilogramos de cereales por mes es una cantidad muy inadecuada para familias de cinco o seis miembros.
De acuerdo con las normas de la Organización Mundial de la Salud, con las que el gobierno concuerda, las necesidades nutricionales mínimas de un hogar promedio son de 50 kilogramos de cereales por mes.
Las normas aprobadas encargan al Ministerio de Alimentación y Abastecimientos Civiles que solicite a los gobiernos estaduales la selección de los beneficiarios de este sistema de venta a mitad de precio, una tarea que los estados deben cumplir el mes próximo.
Un equipo de expertos de secretarías estaduales de alimentación recomendó hace cuatro años que cada hogar tenga derecho a recibir cada mes por lo menos 20 kilogramos de cereales en las tiendas administradas por el Sistema Público de Distribución (SPD).
Según el sistema implantado en aquella época, los cereales son vendidos a los poseedores de cartillas de racionamiento, y la cantidad que cada titular puede comprar varía de un estado a otro. Sólo unos pocos estados venden 20 kilogramos por mes a cada familia, siendo de 10 kilogramos el promedio nacional.
El nuevo sistema aumentará la ya hinchada factura de susbsidios alimentarios del presupuesto nacional, que el gobierno intentó infructuosamente recortar mediante la restricción de las ventas del SPD a los pobres.
Los regímenes de subsidios alimentarios de este país han sido criticados durante largo tiempo, por lo general sobre la base de que sus beneficios no logran llegar a aquellos que sufren estado de necesidad.
Tal vez por esa razón, diversos sectores se muestran pesimistas ante la posibilidad de que las cosas vayan a mejorar con el nuevo sistema.
El mayor obstáculo al éxito del proyecto de cereales a mitad de precio es el limitado alcance de la red del SPD en las regiones donde habita el grueso de la población más pobre.
Según investigó el Instituto de Estudios del Desarrollo Indira Gandhi (sito en Parikh), en los estados de Uttar Pradesh y Bihar – al norte del país-, que son los más populosos y pobres, menos de cinco por ciento de las personas de menores ingresos fueron alcanzadas por los expendios a precio justo del SPD. (FIN/IPS/tra-en/mu/an/arl/dv/96