ESTADOS UNIDOS: Clinton busca los votos de la comunidad cubana

El nuevo enviado especial del presidente Bill Clinton sobre Cuba comenzó a trabajar para persuadir a los aliados de Estados Unidos que se unan a la Casa Blanca, en una acción común respecto al gobierno de Fidel Castro.

Significativamente, el subsecretario de Comercio, Stuart Eizenstat, viajó primero a Miami y Nueva Jersey, antes de efectuar visitas a Madrid, Bruselas, Ciudad México y Ottawa.

En la agenda de Eizenstat hay una precisa prioridad y es "ablandar" a los electores cubano-estadounidenses, antes de realizar cualquier intento de aplacar a los aliados de Estados Unidos por los esfuerzos de Washington para endurecer aún más el embargo a Cuba, opinaron observadores políticos.

El mes pasado Clinton puso en vigencia la ley Helms-Burton, llamada así por sus patrocinadores republicanos, el senador Jesse Helms y el representante Dan Burton, que apunta aplicar sanciones a las compañías extranjeras que invierten en Cuba.

En un esfuerzo para apaciguar a la Unión Europea (UE), Canadá y México, que protestaron vigorosamente por la extraterritorialidad de la ley, Clinton suspendió por seis meses la aplicación de las cláusulas más contenciosas de la medida.

Esas cláusulas permitirían a ciudadanos estadounidenses demandar en tribunales locales a firmas extranjeras que "trafican" en propiedades incautadas sin compensación cuando Fidel Castro asumió el poder hace 36 años.

Clinton, a pesar del clamor de los cubano-estadounidenses, postergó la puesta en vigor del "Título III" para permitir que "podamos establecer una acción común con nuestros aliados y socios comerciales a fin de acelerar el cambio democrático en Cuba".

En su calidad de ex embajador de Washington ante la UE y asesor sobre cuestiones internas del ex presidente Jimmy Carter, Eizenstat "tiene una combinación única de la experiencia tanto doméstica como diplomática que se requiere para esta misión", dijo Clinton.

"Mi designación y el alcance de mi tarea son una nueva prueba del compromiso del presidente para ayudar a traer libertad y prosperidad al pueblo cubano", dijo Eizenstat, que retendrá su cargo de subsecretario de Comercio mientras dure su misión.

"No considero mis esfuerzos para trabajar con nuestros aliados como una presión a negociar con la pistola apuntada a la cabeza", expresó. "Por el contrario, espero que trabajemos mancomunadamente sobre los pasos que debemos dar en cada caso, respecto a la Ley Libertad (Helms-Burton)".

Segun Eizenstat, cualquier decisión para poner en vigor las cláusulas de la ley Helms-Burton cuando finalice el plazo de postergación en enero, "dependerá de la obtención de resultados concretos con nuestros aliados y otros gobiernos interesados".

El enviado se mostró poco explícito acerca de requerimientos precisos. "No tenemos las tablas de piedra con los mandamientos sobre éstos y, por lo tanto, deberemos ponernos de acuerdo".

Sin embargo, es muy improbable que los aliados de Estados Unidos cambien de posición sobre la política cubana de Washington. Mientras avalan el propósito de la Casa Blanca de llevar un cambio político y economico a la isla, fueron críticos acerca de los métodos con que pretende realizar esa misión.

"Estaremos felices de encontrar a Stuart Eizenstat", declaró aquí un vocero de la UE. "Una y otra vez hemos dicho que nos desagrada el aspecto de extraterritorialidad de la legislación (Helms-Burton) y nos agradará repetírselo".

Respecto a los esfuerzos estadounidenses de apurar la transición mediante un endurecimiento del embargo que ya dura 35 años, dijo que "no creemos que se trate de una sabia decisión política".

El vocero afirmó que el uso de la "zanahoria" -mayor intercambio comercial y contactos políticos con el gobierno de Castro- "resultará mucho mejor a largo plazo".

Críticos de Clinton, no obstante, dijeron que el nombramiento de Eizenstad no tuvo lugar para persuadir a los aliados estadounidenses de cambiar su posición respecto a Cuba. Afirmaron que lo designó con miras a las elecciones del 5 de noviembre en vez del 18 de enero cuando vence el plazo y la ley entrará en vigor.

Señalaron que su afirmación se ha visto confirmada por el hecho que Eizenstat se reunió primero con los cubano-estadounidenses en Florida y Nueva Jersey, estados claves en la elección presidencial porque albergan a importantes cantidades de emigrados de la isla.

Tras encontrar a los cubano-estadounidenses, Eizenstad seguirá viaje primero a México y despues a Canadá, según una portavoz del departamento de Estado, quien declaró que el enviado presidencial planea visitar las capitales europeas en septiembre.

"Eizenstat ha hecho un pésimo comienzo yendo a Miami", afirmó Wayne Smith, quien fue jefe de la sección de intereses estadounidenses en La Habana desde 1979 a 1982. Apuntó que enviando a Eizenstat a Florida, Clinton busca "ablandar" a los líderes intransigentes de la comunidad cubano-estadounidense.

Esa estrategia que busca asegurar el apoyo de votantes conservadores cubano-estadounidenses, los cuales se enfurecieron con la decisión de Clinton de postergar la vigencia de la ley Helms-Burton, está destinada a fracasar, según Smith, quien ahora es analista del Centro de Política Internacional en Washington.

Señaló que Jorge Mas Canosa, jefe del ultraconservador Comité Nacional Cubano-Estadounidense, dijo que "no hablaré con él", luego que Einzestat anunció que encontraría a elementos "moderados" de la comunidad cubana en Miami.

"Ellos (los conservadores cubanos)) no votarán jamás por Clinton", aseguró Smith. "Nunca hará lo suficiente para apaciguarlos a menos que decida invadir la isla…" (FIN/IPS/tra- en/pz/mk/ego/ip).

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