ESPAÑA: Ni bombas ni catástrofes minan al turismo

Ni las bombas de los separatistas vascos ni las catástrofes naturales alcanzan a minar el éxito del turismo, la principal industria de España.

Las primeras estimaciones del sector turístico indican que al finalizar esta temporada, en septiembre, España habrá recibido al menos la misma cantidad de turistas que en 1995, unas 45 millones de personas.

Esa cantidad significa que en este país de 40 millones de habitantes habrá ingresado, como promedio, más de un turista por cada residente.

El sector registra ingresos de 25.000 millones de dólares al año, que suponen 9,3 por ciento del producto interior bruto.

La presente temporada turística española se vio favorecida, como en años anteriores, por la baja del sector en los países árabes del norte de Africa y en los Balcanes, afectados por la violencia y la inestabilidad social.

Por el contrario, sufre los embates de una cadena de atentados perpetrados por la organización separatista vasca ETA, que esta semana comenzó a exigir a los hoteleros de la costa mediterránea el pago de un canon que denomina "impuesto revolucionario" y la mayorr parte de los partidos califican de "chantaje criminal".

ETA hizo estallar bombas de bajo poder en varios hoteles y lugares turísticos ubicados en la costa española del Mar Mediterráneo desde que comenzó la temporada, en julio.

En agosto se sucedieron varias tormentas, una de las cuales causó una catástrofe en Biescas, una localidad ubicada en los Montes Pirineos, en la región de Aragón.

Este jueves, en las principales ciudades españolas, en especial las de Aragón, se guardó un minuto de silencio en homenaje a las 85 personas muertas en Biescas, al ser arrasado por las aguas el "camping" en el que pasaban sus vacaciones.

La catástrofe de Biescas originó una polémica sobre la inseguridad de los "campings", en su mayoría instalados a la vera de arroyos, ríos, lagos y embalses.

Las autoridades sostienen que el campamento estaba en un lugar adecuado y que sólo la extraordinaria cantidad de agua caída, 740 metros cúbicos por segundo, originó la catástrofe.

Las asociaciones ecologistas, por el contrario, recuerdan que hubo un informe previo que desaconsejaba la instalación del campamento en el lugar escogido y que un juez ordenó la paralización de la instalación de otro en la misma zona, por encontrarse igualmente en una zona inundable.

Pero esos dos grandes factores negativos no impiden que este año el turismo vuelva a ser la principal fuente de divisas del país y que España continúe como segundo mayor mercado del mundo en el sector, después de Francia y antes de Estados Unidos, país al cual arrebató el puesto en 1995.

Hasta ahora el principal atractivo del turismo español son el sol y las playas.

El 84,6 por ciento de las playas españolas fueron calificadas con "banderas azules" por la Unión Europea (UE), un galardón que premia a las que cumplen las normas más estrictas de higiene y seguridad.

En cambio, la misma UE abrió un expediente a España por la mala calidad de sus aguas interiores, tanto de ríos como de lagos y embalses, pero en esas zonas el turismo extranjero es ampliamente minoritario. En Biescas sólo hubo cuatro extranjeros entre los 85 muertos.

En medios turísticos se acepta que el sector podrá mejorar la cifra de 45 millones de turistas, pero no mucho. Su esperanza de crecimiento está en expandirse por sectores afines, como las ferias internacionales y el turismo de negocios. (FIN/IPS/td/dg/if- pr/96

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