EE.UU.: Expertos aconsejan pagar deuda y orientar política de ONU

Estados Unidos debería pagar los fondos que le está debiendo a la ONU y ejercer con mayor fuerza el papel conductor del organismo, recomendaron expertos estadounidenses en un nuevo informe que fue oficialmente bienvenido en la Secretaría del cuerpo, aunque los funcionarios sospechan de sus intenciones.

Según el informe producido por un grupo de especialistas en política exterior de Estados Unidos, el gobierno debería cambiar su actitud hostil hacia la ONU (Organización de las Naciones Unidas), sustituyéndola por una política de liderazgo en el organismo que hace 51 años contribuyó decisivamente a crear.

Escrito por un grupo de trabajo que presidió el financista George Soros y patrocinó el centro de estudios Consejo de Relaciones Exteriores, el informe titulado "El Interés Nacional Americano y las Naciones Unidas" recomienda que Washington pague a la ONU su deuda de aproximadamente 1.500 millones de dólares.

Desmoralizada por las persistentes críticas de Estados Unidos a su trabajo, y enfrentada a repetidas exhortaciones a "reformarse o morir", la ONU acogió oficialmente este informe como un acto de amistad.

No obstante, los funcionarios admiten en privado que resulta difícil calificar de amistoso lo que viene de un enemigo.

"El informe es bienvenido porque tiene en cuenta lo que la ONU puede hacer y formula recomendaciones para fortalecerla", declaró Ahmad Fawzi, portavoz de la Secretaría.

Los funcionarios entienden, sin embargo, que el verdadero interés perseguido por el documento es que la ONU lleve adelante la política de Washington y sus aliados.

"Las Naciones Unidas necesitan una reforma que aumente su eficiencia y reduzca sus costos", expresa el informe. "Pero lo más necesario es que las grandes potencias decidan cuándo, cómo y dónde la organización debe ser sabiamente utilizada".

La "eficacia esencial" de la ONU, expresa el documento, depende "de la unidad de las grandes potencias", entre las cuales "el papel de conducción" pertenece a Estados Unidos por ser "la única superpotencia que ahora existe".

El principal portavoz del informe, Morton Halperin, realizó la semana pasada varias apariciones ante la prensa y la televisión, en las que insistió en que la ONU es "una coalición de las grandes potencias que nosotros podemos usar para promover nuestros intereses".

Entre esos intereses el experto incluyó la necesidad de garantizar que se apliquen sanciones contra los enemigos de Estados Unidos y se otorgue legitimación internacional a las campañas contra el terrorismo y el tráfico de narcóticos.

Halperin trabajó en el Departamento de Defensa en tiempos del presidente Lyndon B. Johnson y también bajo la administración actual de Bill Clinton, y fue funcionario del Consejo de Seguridad Nacional bajo la gestión del presidente Richard Nixon.

"Cuando sabemos lo que queremos de la ONU, conseguimos lo que queremos. La ONU es crucial para el éxito de lo que Estados Unidos está tratando de hacer en el mundo", dijo Halperin ante la cadena CNN.

El informe sostiene que, a cambio de esa nueva actitud de Washington, la ONU debería ser consciente de la necesidad de mantener un presupuesto de "crecimiento cero". Los expertos señalan que de todas formas los organismos financiados por contribuciones voluntarias consiguen sus fondos de otras fuentes.

El grupo no se puso de acuerdo sobre el papel de la ONU en la promoción del desarrollo.

"Algunos miembros entienden que el papel de los organismos dedicados al desarrollo es importante para complementar la actividad del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, los bancos regionales y los programas bilaterales", señala el documento.

"Otros consideran que los esfuerzos de la ONU en este campo son superfluos, y un tercer grupo los juzga contraproducentes, aunque todos reconocen que pueden ser necesarios para comprometer el apoyo de otras naciones a los programas de la ONU considerados importantes para Estados Unidos".

El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publicó este año un estudio en el que demostraba que "el retorno directo que el dinero aportado por la mayoría de los países obtiene de la ONU, además del beneficio en metas política".

"Estados Unidos recibe casi 1,5 dólares por cada dólar que entrega al PNUD, por concepto de venta de bienes y servicios". Ese valor de retorno incluye "salarios de expertos y asesores, equipos y personal profesional del PNUD".

Cuando el Congreso de Estados Unidos concluya el receso de verano el mes próximo, volverá a considerar la solicitud hecha por Clinton por valor de 1.045 millones de dólares para cubrir las obligaciones de Estados Unidos con las organizaciones internacionales y las operaciones de mantenimiento de la paz en el año fiscal 1977, que comienza el 1 de octubre.

Antes del receso, la Cámara de Representantes aprobó una asignación de 875 millones de dólares, mientras que el Comité de Finanzas del Senado sólo autorizó 550 millones de dólares.

Ambos cuerpos recomendaron una financiación total para el presupuesto ordinario de la ONU, la Agencia Internacional de Energía Atómica, la Organización Mundial del Comercio y la de oposición", declaró.

Entre la lista de celebridades políticas que JAFA ha estado cortejando se encuentra el ex ministro de Energía y Minería, Pik Botha, quien ya aceptó servir como asesor de la organización, según Nilsson.

La nueva alianza también habría abordado a Bantu Holomisa, un político del gobernante Congreso Nacional Africano (CNA), según trascendió.

Actualmente Holomisa está inmerso en una gran controversia y el comité disciplinario del CNA delibera sobre su destino político, luego de que revelara públicamente que el partido de gobierno aceptó una "donación" de 445 millones de dólares del magnate de los casinos Sol Kerzner.

Desde el año pasado se han deteriorado progresivamente las relaciones entre el partido de gobierno y el ex gobernante militar de Transkei, quien fue degradado y puesto a cargo del Ministerio de Turismo y Medio Ambiente.

Holomisa, alineado con un sector del CNA catalogado como populista e integrado por Winnie Madikizela-Mandela -ex esposa del presidente Nelson Mandela-, podría ser el hombre indicado para convertir a JAFA en una amenaza electoral para cualquiera de los principales partidos.

En las elecciones de 1994, sólo siete de los 19 partidos participantes lograron obtener escaños parlamentarios. Ninguno de ellos son miembros de JAFA.

La alianza está encabezada por Simon Mothwa, presidente del Frente Unido del Pueblo. Mothwa reveló que su grupo pretende atraer al Partido Inkatha de la Libertad y al Partido Democrático (PD).

Inkatha integra junto con el CNA el gobierno de unidad nacional, cuyo mandato expira en 1999. El PD, por otra parte, es considerado como la voz más eficaz de la oposición, pese a ocupar sólo siete de los 400 escaños del Parlamento.

El experto en ciencia política Alfred Stadler, de la Universidad de Witswatersrand, calificó a JAFA como un grupo de "partidos de un solo hombre cuyos líderes carecen de perfil político".

Añadió que la mejor oportunidad de JAFA para convertirse al menos en una "oposición de debate" consistiría en alinearse con Inkatha o el PD. Inkatha ocupa actualmente 43 escaños, mientras el CNA tiene 252.

Según Stadler, no hay ningún vacío en el centro que JAFA pueda aspirar a ocupar, ya que el CNA es un partido centrista. "El CNA es una organización estratégicamente equilibrada entre la izquierda y la derecha", señaló.

Debido a su amplia base, Mandela a menudo se refiere al CNA como una gran iglesia, ya que comprende una extraña mezcla de empresarios liberales, comunistas, socialistas radicales y trabajadores.

Sin embargo, el partido de gobierno está sometido a constantes pruebas mientras sus elementos revolucionarios se disgustan cada vez más por su supuesta política neoliberal.

El descontento hacia el CNA también se debe al incumplimiento de sus promesas electorales. El gobierno prometió construir un millón de viviendas para 1999 pero apenas construyó un décimo de esa cifra, mientras el desempleo permanece alto, principalmente entre la población negra.

JAFA aspira a ocupar un aparente vacío de la oposición política sudafricana, que el Partido Nacional, tras su retiro del gobierno de unidad nacional, no ha podido llenar.

La alianza se concentraría en la reducción de la tasa de criminalidad, que le ha valido a Sudáfrica ser considerado uno de los países más violentos del mundo, así como en el alivio de la crisis financiera y la disminución del desempleo.

Otros miembros de la organización son Anthony Dlomo, ex miembro de Inkatha y actual secretario general de JAFA, y el presidente del Movimiento Democrático Africano, Lenny Schroeder, quien ocupa la vicepresidencia de la alianza. (FIN/IPS/tra- en/gm/kb/ml/ip/96

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