La meseta de Cumberland, en el este de Tennessee, Estados Unidos, es centro de una polémica entre ambientalistas que defienden el parque natural del área y una empresa minera subsidiaria de la Cyprus Amax Minerals, la cual inició la expansión a países como Perú.
La Cyprus, una de las mayores empresas mineras estadounidenses, compró recientemente una concesión para la explotación en el sur de Perú.
El Parque y Area Natural de Fall Creeks contó con 934.654 visitantes en 1994. Pero la atracción turística está a punto de ser devastada por un plan de explotación minera en la cuenca del parque por la compañía subsidiaria Skyline Coal, advierten activistas defensores del medio ambiente.
Según los activistas, los desechos ácidos de la minería contaminarán la Catarata de Fall Creek, al este de las montañas Rocosas, una de las más altas en Estados Unidos, y otros cinco cursos de agua y arroyos en el parque, amenazando el hábitat de truchas, animales que viven en las cuevas y raras especies de flores.
Los impulsores del proyecto descuentan las preocupaciones ambientales y alegan que los puestos de trabajo que creará el operativo son más importantes.
Un estudio realizado por el grupo Salvemos Nuestras Montañas Cumberland (SOCM, según sus siglas en inglés) en 1990 y 1991 reveló que previas actividades mineras causaron en 83 de las minas explotadas en el área el drenaje de ácidos de la minería, en especial ácido sulfúrico, el cual mata la vida acuática.
Los ambientalistas, liderados por SOCM y la organización Ciudadanos de Tennessee por la Planificación Ambiental, demandaron a la Oficina de Minería de Superficie (OSM) del gobierno federal que declarara las 34.000 hectáreas del parque inadecuadas para la minería.
Skyline Coal, que presentó una contrapetición en enero, sostiene que la tecnología moderna y las normas del gobierno aseguran que podrá controlar el filtrado de ácidos de manera adecuada y económica.
La empresa produce ahora unas 500.000 toneladas de carbón por año, extraídas de una veta a unos 10 kilómetros del parque, y destaca que emplea a 60 personas con un gasto de aportes por salarios de 1,9 millones de dólares, gasta 11 millones de dólares al año en materiales de abastecimiento comprados en la región y paga 600.000 dólares de impuestos.
En su petición, Skyline afirma que tiene la concesión de 12.000 hectáreas -un cuarto de su parte de la reserva-, y que la veta de Sewanee que se propone explotar cuenta con entre 128 y 164 millones de carbón, mientras otras tres vetas tienen una cantidad desconocida de reservas de carbón.
Un extenso estudio ambiental se está llevando a cabo, y la decisión de la OSM se informará en 1997. Skyline ya amenazó con iniciar una batalla legal si la decisión la desfavorece, argumentando que tal determinación violaría la garantía constitucional estadounidense según la cual las tierras privadas no pueden ser tomadas para uso público sin compensación justa.
Mientras, la polémica dividió a los residentes e incluso a las autoridades locales.
En un reciente discurso en el parque, el vocero de Skyline Thomas Jones dijo que la empresa opera bajo estrictas normas federales y que la minería en la zona propuesta no dañará el medio ambiente.
Skyline está molesta por lo que considera una "violación masiva de derechos de propiedad" de las tierras en cuestión.
Parte del debate entre quienes respaldan a SOCM y a Skyline se refiere al empleo. Los ambientalistas afirman que el parque necesita ser protegido para asegurar que los dólares del turismo sigan llegando a la región.
Pero otros apelan a la tradición centenaria de la minería en la región, y aseguran que los empleos creados por Skyline son la consideración más importante a tener en cuenta. (FIN/IPS/tra-en/gh/pc/lp/en/96