El Ministerio de Salud Pública de Cuba iniciará un proceso de consultas a nivel comunitario para identificar problemas y prioridades que contribuyan a una rápida y amplia reforma del sistema sanitario nacional.
El proyecto, conocido como "Iniciativa para Cuba", deberá estar listo en octubre e incluirá las conclusiones de un programa de inspección territorial en todo el país caribeño y las opiniones de amplios sectores de la población.
Así, el sistema sanitario cubano se suma a los cambios aplicados por las autoridades desde 1993 para sobrevivir a las consecuencias de la desintegración de la Unión Soviética y la caída del bloque socialista europeo, el bloqueo estadounidense y los errores acumulados durante años en la dirección económica.
Expertos locales aseguran que las medidas resultan imprescindibles a seis años del inicio de la crisis económica que afectó a todos los sectores de la sociedad cubana, incluída la salud, área predilecta del gobierno del presidente Fidel Castro.
"Me siento mal pero lo pienso dos veces antes de ir al médico. De todas formas, el médico te receta una medicina y después no la encuentras en ningun lugar", comentó Gustavo Martínez, un jubilado de 62 años.
Aunque la salud pública siguió en la corta lista de las prioridades gubernamentales, no pudo escapar al recorte en la asignación de recursos financieros, el déficit generalizado y la crisis del combustible.
Los medicamentos desaparecieron de los farmacias, en cada hospital se contaban las ambulancias con los dedos de las manos y las condiciones higiénicosanitarias de una extensa red hospitalaria se deterioraron por falta de cosas tan elementales como jabón, detergente y hasta agua.
"Hemos vivido momentos de mandar a un recién operado lo antes posible para su casa por el temor a que contrayera cualquier infección en el hospital", dijo a IPS Liana Rivero, médica de una institución de salud de La Habana.
El ministro de Salud Pública, Carlos Dotres, reveló que el presupuesto para ese sector de 227 millones de dólares en 1989, bajó a un promedio de 80 millones anuales en esta década.
A los efectos de la crisis, las autoridades cubanas suman la pérdida de 30 millones de dólares anuales en sobreprecios, fletes y desfavorables condiciones de los préstamos por culpa del bloqueo estadounidense.
Sin embargo, muchos cubanos opinan que entre las deficiencias se encuentra el deterioro en la calidad de la atención médica y del trato a los enfermos, aspectos que no tienen nada que ver con el bloqueo y la escasez de medicamentos.
"Para mejorar el nivel de satisfacción de la población, el Estado cubano conferirá al sistema de salud un enfoque más práctico, que lo haga más eficiente", dijo Dotres.
La primera versión de la reforma del sistema de salud fue analizada el 30 abril por representantes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del conjunto de agencias especializadas del sistema de las Naciones Unidas con oficinas en Cuba.
Según trascendió, el proyecto cuenta con la asesoría directa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y pretende movilizar los recursos locales sin renunciar al financiamiento estatal y al carácter público del sistema cubano.
Hasta el momento, la reforma tiene definidas como estrategia básica el fortalecimiento de la atención primaria, la revitalización de la red hospitalaria y la disponibilidad de medicamentos, el desarrollo de la medicina tradicional y el mantenimiento de la alta tecnología médica.
El gobierno pondrá un énfasis especial en los programas de atención maternoinfantil, la reducción de las enfermedades no transmisibles, la prevención de las transmisibles y la necesaria adaptación del sistema al envejecimiento de la población.
Con una población de 11 millones de habitantes, Cuba reporta una tasa anual de crecimiento de 3,5 por cada 1.000 habitantes, una esperanza de vida al nacer de 74,7 años y una mortalidad infantil de 9,4 por cada mil nacidos vivos.
Mientras los indicadores básicos de salud se mantuvieron a pesar de la crisis, entre 1990 y 1993 el deterioro se reflejó en un aumento del bajo peso al nacer de 7,6 a nueve por ciento y del aumento del bajo peso de la mujer al inicio del embarazo de 8,7 a 10 por ciento.
Especialistas de la salud alertan sobre el aumento de la leptospirosis y de la tuberculosis, y de los casos de enfermedades de transmisión sexual, incluida la aparición de nuevos portadores del Virus de Inmunodeficiencia Humana (SIDA).
La preocupación aumentó cuando el folleto "Principales Indicadores de la Salud", que circula el 11 de junio de cada año en ocasión del Día Mundial de Población, excluyó de sus páginas la incidencia de las enfermedades consideradas de declaración obligatoria.
"Necesitamos detectar lagunas e insuficiencias que existen en el sistema", dijo Dotres y resaltó que en primera instancia la reforma intentará consolidar los logros de las últimas décadas y, sobre esa base, aplicar medidas para potenciar el desarrollo.
El ministro de Salud Pública espera llegar a fines de año con una cobertura de la mitad de los habitantes de la isla con servicios médicos de urgencia a nivel comunitario.
Expertos locales y funcionarios del Ministerio coinciden en que más allá de las medidas aplicables al propio sistema será necesario aumentar el trabajo en la esfera de la educación para la salud y de la higiene ambiental. (FIN/IPS/da/ag/he-pr/96