CHILE: La economía crece y el desempleo también

Pese a los espectaculares crecimientos que registra este año la economía en Chile, el gobierno del presidente Eduardo Frei no logra sus metas de creación de nuevos empleos y debe soportar el aumento de la desocupación.

El desempleo llegó en junio a 6,6 por ciento de la fuerza de trabajo, con tres décimas de aumento con respecto al 6,3 por ciento de mayo, en contraste con el incremento del producto interno bruto (PIB), estimado en 8,7 por ciento en los primeros cinco meses del año.

En junio se llegó a 362.100 desocupados en una fuerza de trabajo de 5.503.600 personas, fenómeno en el que incide fuertemente un aumento de los despidos laborales, según la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).

Las autoridades, que se plantearon para 1996 un crecimiento del PIB de 6,5 por ciento, tuvieron que reajustar la meta a siete por ciento a la luz de los altos rendimientos registrados en los cuatro primeros meses del año.

El crecimiento del producto no pone en riesgo la meta de inflación de 6,5 por ciento, pero al mismo tiempo muestra que la mayor actividad productiva y de servicios no significa necesariamente mayor empleo.

En 1995 el país tuvo un crecimiento del PIB de 8,6 por ciento, el más alto de América Latina, en tanto la inflación llegó a 8,2 por ciento y el desempleo fue de 5,5 por ciento.

Esta última cifra, sin embargo, no es comparable con la desocupación de 6,6 por ciento de junio último, porque el Instituto Nacional de Estadísticas actualizó su encuesta de empleo desde marzo de este año.

Con la encuesta antigua o actual, para las autoridades está claro que la falta de generación de puestos de trabajo sigue siendo el talón de Aquiles de la exitosa economía chilena.

Al contrario de Argentina, donde se mantiene una política económica recesiva, con un desempleo del orden de 17 por ciento, en Chile el gobierno apostó en 1996 a un crecimiento controlado con el aumento del empleo como una de las metas centrales.

Pero actualmente se observa que la meta antinflacionaria predominó sobre la ocupación, luego de que en abril se pusiera en marcha un miniajuste sobre la base de alzas en las tasas de interés para impedir un desborde de los precios.

Empresarios y dirigentes políticos del propio oficialismo, como Patricio Hales, secretario general del Partido Por la Democracia, señalan que se debe poner término al ajuste si se quiere detener el aumento del desempleo.

Los gremios empresariales vinculados a la producción manufacturera y la exportación renovaron a su vez sus demandas de aumento del precio del dólar, como otro mecanismo de incrementar la actividad y generar más puestos de trabajo.

Pero tanto la política crediticia como la cambiaria son pilares básicos en la estrategia con que el autónomo Banco Central busca asegurar para este año la meta de inflación de 6,5 por ciento.

El gobierno enfrenta entonces el dilema de mantener la línea de la política antinflacionaria, que aparece firmemente encaminada al éxito, y soportar una alta desocupación, o de favorecer el empleo sacrificando su meta en materia de precios.

Pero en los medios oficiales hay quienes no asumen esa alternativa y sostienen, como lo hace el INE, que el fenómeno del alto desempleo tiene un alto componente estacional que debe perder significación en los próximos meses.

Así, se apuesta a una mayor contratación de mano de obra a partir de septiembre, cuando la llegada de la primavera reactiva hasta marzo los empleos temporales en faenas agrícolas, sobre todo de recolección y almacenamiento de frutas.

El jefe de Estadísticas del INE, Eduardo Carrasco, agrega que las fusiones bancarias producidas en los últimos meses, así como los ajustes en algunas empresas, influyeron en unos 2.000 a 3.000 despidos que aumentaron el desempleo.

Para la CUT, el número de despidos es muy superior y el problema debe ser asumido como "alarmante".

Héctor Villegas, dirigente de la mayor matriz sindical chilena, sostuvo que desde enero a julio fueron despedidos 362.000 trabajadores, en tanto en el mismo período de 1995 la cifra fue de 240.000.

En lo que coinciden la CUT y el gobierno es en la gravedad que el desempleo alcanza entre los jóvenes, donde el índice de desocupación llegó en junio a 16,1 por ciento, lo cual casi triplica la tasa general.

"Siempre el desempleo juvenil es más alto que el promedio nacional", explicó Carrasco, ya que "en épocas de ajuste, como la que estamos viviendo lo primero que hacen las empresas es desprenderse de los menos experimentados".

Para el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, Luis Riveros, el desempleo general seguirá creciendo y puede llegar a fin de año a ocho por ciento, ya que ese "es el costo que se tiene que pagar por alcanzar la meta oficial de inflación". (FIN/IPS/ggr/dg/if-lb/96

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