Tanzania decidió eximir las provisiones humanitarias del bloqueo contra Burundi impuesto por países del este y centro de Asia, el cual ignoró las necesidades de asistencia de unos 300.000 desplazados y refugiados ruandeses en el país africano.
Unas 9.500 toneladas de bienes, incluyendo 2.000 toneladas de ayuda humanitaria, fueron bloqueadas este fin de semana en Kigoma, sobre la costa tanzania del lago Tanganika, y otras 3.000 toneladas de provisiones del Programa Mundial de Alimentos (PMA) se retrasaron en Dar es Salaam e Isaka, también en Tanzania.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) y organizaciones de ayuda de emergencia expresaron su preocupación sobre el impacto de las sanciones sobre los grupos vulnerables de Burundi y apelaron a una suspensión especial para las cargas con fines humanitarios.
La petición dio resultado. En una declaración de última hora de este lunes, enviada por fax a IPS este martes, el gobierno de Tanzania garantizó "el permiso para trasladar la ayuda al área en cuestión".
Tanzania urgió a la ONU a utilizar marcas distintivas en sus camiones, y anunció que pondría en funcionamiento mecanismos de supervisión para asegurar que los bienes lleguen a los destinatarios.
Catherine Bertini, directora ejecutiva del PMA, aprobó la decisión de Tanzania, y dijo esperar que "el mismo espíritu de colaboración prevalezca entre otros países de la región para asegurar que las operaciones de ayuda humanitaria no se interrumpen como resultado de las sanciones".
Autoridades de Burundi habían alertado que las sanciones tendrían un efecto nocivo en la población del país, en especial sobre los desplazados instalados en campos de refugiados.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Burundi, Luc Rukingama, llegó este martes a París, en el marco de una gira europea con el objeto de persuadir a Occidente de que levante las sanciones, impida intervenciones internacionales y acepte que el gobierno maneje la crisis.
Rukingama dijo este lunes en Bruselas que las sanciones perdudicarían a los pobres de Burundi y fortalecerían los extremismos. Su gobierno, sostuvo, intenta "detener la masacre, proteger a los habitantes de todo gruupo étnico y restaurar el proceso democrático".
Según Bertini, una cantidad de provisiones de asistencia equivalente a un mes permanece en Burundi, donde la escasez de combustible parece ser crítica.
Ben Parker, de la Red de Información Regional, con sede en Nairobi, dijo que la organización envió una carta a las autoridades regionales para permitir la entrega de gasolina para operaciones de ayuda y la distribución a los desplazados de bienes como jabón y sal.
La ONU negocia con gobiernos regionales la reanudación de vuelos de asistencia a Burundi provenientes de Kenia y Tanzania.
La decisión tomada por Tanzania implica que parte de las provisiones del PMA comenzarán a movilizarse de inmediato. Como parte de sus planes de discriminación, la agencia de la ONU había apostado seis camiones cargados con víveres en Isaka, a unos 350 kilómetros de la frontera con Burundi.
Tanzania fue el primer país de la región en implementar el acuedo de sanciones, alcanzado en la cumbre del 31 de julio en la ciudad tanzania de Arusha, y anunció a comienzos de agosto que los lazos comerciales y económicos con Burundi habían sido cortados.
La medida fue seguida por Kenia, Uganda y Ruanda, y el viernes Zaire anunció la suspensión de los lazos aéreos, terrestres y fluviales con Burundi.
Las sanciones fueron impuestas para que el gobierno de Pierre Buyoya reinserte la asamblea nacional, disuelta por él, y levante la prohibición a los partidos políticos impuesta inmediatamente después de conquistar el poder en un golpe de Estado, el 25 de julio.
Otros países que aplican las sanciones son Etiopía, Malawi, Camerún y Sudáfrica. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/lp/ip/96
