El comité especial de negociación de un tratado de prohibición completa de ensayos nucleares reconoció este jueves el fracaso de su misión en un informe a la Conferencia de Desarme.
El organismo no consiguió el consenso exigido por los procedimientos de la Conferencia de Desarme para la aprobación de un borrador de tratado que venía negociando desde enero de 1994.
Aunque la frustración representa un duro golpe para la Conferencia del Desarme, el texto podrá ser útil como un proyecto de tratado que algunos países se disponen a presentar a la firma en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).
Numerosos delegados confirmaron este jueves que realizan gestiones para el envío del tratado a la Asamblea General de la ONU. Estados Unidos había anticipado el miércoles ese mismo propósito.
El desenlace de las negociaciones realizadas en esta ciudad impide que la Conferencia de Desarme cumpla la misión encomendada por la Asamblea General de preparar un proyecto de tratado y de someterlo a la sesión del organismo de la ONU que comienza el 17 de septiembre.
En la sesión plenaria de este jueves, el embajador de Chile, Jorge Berguño, alertó sobre las consecuencias que esa conclusión puede acarrear para la Conferencia de Desarme.
"La razón de ser de la Conferencia, su credibilidad política, su institucionalidad y conectividad con el conjunto de las cuestiones de desarme se verían comprometidas", advirtió.
El diplomático chileno reclamó pruebas del interés de todos los miembros de la Conferencia por "preservar, fortalecer y perfeccionar el único órgano global de negociación para el desarme multilateral".
La mayoría de los 61 países miembros de la Conferencia habían anunciado que otorgarían consenso al proyecto de tratado de prohibición de ensayos nucleares.
Irán, que había sostenido objeciones hasta último momento, y Cuba, comunicaron en la sesión de este jueves su apoyo crítico al texto del tratado.
El proyecto, inconcluso finalmente por el veto de India, consta de tres cuerpos básicos.
La primera parte contiene la descripción de los alcances de la prohibición. En este punto, India demandó que entre las metas del tratado, además de la veda de los ensayos, se incluyeran objetivos precisos de desnuclearización y desarme global.
La segunda parte del texto abarca un sistema internacional de verificación que permitirá detectar e identificar eventuales explosiones nucleares.
Hasta hace dos semanas China había cuestionado algunos aspectos de la verificación, pero una mediación de Estados Unidos logró que Beijing desistiera de sus objeciones.
El peso político de Estados Unidos determinó que el presidente del comité especial de negociación, el embajador holandés Jaap Ramaker, consintiera en abrir la redacción del proyecto, que antes había declarado cerrada a toda modificación.
La última parte del texto consigna las condiciones en que el tratado debe entrar en vigor. Tras discutir varias fórmulas, Ramaker presentó una que exige la ratificación por parte de 44 países con grado científico avanzado en investigación de reactores nucleares.
India rechazó todos los mecanismos propuestos porque tendían, dijo, a presentar la ratificación por parte de Nueva Delhi como una condición básica para la vigencia del tratado.
La próxima reunión plenaria de la Conferencia de Desarme se realizará el día 20. (FIN/IPS/pc/dg/ip/96