VENEZUELA: Tras la inundación, plagas atacan a los indígenas

Los pueblos indígenas del extremo sur de Venezuela comenzaron a ser atacados por plagas y enfermedades después que el Orinoco y otros ríos inundaron sus caseríos y arrasaron sus sembrados, indicaron fuentes concordantes.

"Enfrentamos además el problema del hambre, porque la mayoría ha perdido sus conucos (pequeños sembrados), además de viviendas, enseres y animales domésticos", dijo William Velásquez, alcalde del municipio de Río Negro, 900 kilómetros al sur de Caracas.

Bernabé Gutiérrez, gobernador del sureño estado de Amazonas, de 175.000 kilómetros cuadrados, reiteró que las personas damnificadas por tres semans de lluvias e inundaciones son al menos 5.000, "pero pueden ser más, 10.000 o 15.000", añadió.

Imágenes de la prensa y la televisión venezolana muestran poblados anegados, familias desplazándose penosamente a pie o en canoas y la torre de control del aeropuerto de La Esmeralda con apenas unos metros sobre el Orinoco desbordado, que cubrió e inutilizó la pista.

Las autoridades han dependido entonces de los helicópteros de la Fuerza Aérea y de algunas lanchas para llevar poco más de un millón de dólares en alimentos a unas 60 comunidades indígenas afectadas, "pero es insuficiente", clama Gutiérrez.

Comunidades de los pueblos indígenas yanomami, ye'kuana, currupacos, piaroas y guahibos se trasladaron a zonas altas, se desplazan en sus canoas o improvisan palafitos en los altos de sus bohíos y churuatas (viviendas de techo circular).

El Orinoco, tercer río de América del Sur después del Amazonas y el Paraná, sigue creciendo aguas abajo -amenazando las capitales regionales ribereñas, Puerto Ayacucho y Ciudad Bolívar- y deja una estela de enfermedades entre los indígenas afectados.

"Trabajamos mucho (en el conuco) y todo se ha perdido. La plaga nos está comiendo. Está muy fuerte y tenemos muy poca comida", dijo el jefe de una familia de curripacos desde el bote en que acudía en busca de ayuda médica, que también se desplaza en lancha.

"Se presentan casos de leptopirosis, diarreas, amibiasis y la dermatitis provocada por un zancudo llamado en la zona 'pica- pica"', señaló la médica Lorena Villareal, a cargo del puesto hospitalario ambulatorio de Río Negro.

Crecidas del Orinoco y sus afluentes se presentan de manera cíclica cada 20 o 30 años, pero la de 1996 es la mayor que recuerdan los portavoces de las comunidades indígenas del extremo sur venezolano. (FIN/IPS/hm/ff/pr/96

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