Muy pocos funcionarios de Tanzania o Zambia han oído hablar probablemente de Chozi, Idiga o Vwawa.
Igualmente no están al corriente de que si sus gobiernos cierran la línea férrea que opera la atribulada Autoridad del Ferrocarril Tanzania-Zambia (TAZARA), casi toda la actividad en esas pequeñas y remotas estaciones quedarán paralizadas.
La vía férrea de TAZARA es vital para los aldeanos que habitan a lo largo de su recorrido. Cuando escuchan que viene el tren, gente con canastas repletas de cebollas rojas, patatas, arroz, bananas, tomates y narajas corren a su encuentro.
Los lugareños viven en función de esos 10 minutos que el tren se detiene a lo largo de la monótona estacion blanca para cambiar vagones o locomotoras en su viaje de tres días entre Dar es Salaam, en Tanzania, y Nueva Kapiri Mposhi, en Zambia.
Hay pocos hombres y la mayoría son mujeres con bebés colgados en sus espaldas y pesadas canastas con productos sobre sus cabezas.
"Debo vender todo lo que puedo, que normalmente no es mucho o nada en absoluto porque el tren solo para pocos minutos", comentó una mujer en la aldea zambiana de Chozi, quien se identificó a IPS como Amina.
"Normalmente vendemos nuestros productos muy baratos porque hay mucha competencia entre nosotros y aquellos que están más desesperados por dinero nos obligan a bajar los precios a todos", dijo Amina. "No es posible vender mucho si uno aumenta los precios por encima de todos los demás".
Sin embargo, sin conocer a Amina o sus iguales tanzanianos en las aldeas de Vwawa e Idiga, TAZARA tropieza con dificultades para mantenerse a flote.
La vía férrea fue la respuesta de Zambia a la clausura de sus rutas a los puertos del sur de Africa, como resultado de la Declaración Unilateral de Independencia de Rhodesia (UDI) en 1965.
Con ayuda del gobierno chino, la línea de 1.860 kilómetros de longitud fue construída a mediados de los años '70 en sociedad con el gobierno de Tanzania a un costo de 23 millones de dólares.
Inicialmente, la intención fue manipular toda la carga procedente de la mediterranea Zambia, y así ocurrió.
Sin embargo, tras la reapertura de las rutas meridionales que siguió a la independencia de Mozambique en 1975, y el advenimiento del gobierno de la mayoría en Zimbabwe en 1980, la dependencia de Zambia respecto al puerto de Dar es Salaam ha disminuído.
Como resultado, el volumen de carga a lo largo de la vía férrea se ha reducido considerablemente. El total de la carga descendió de un millón de toneladas en 1992 a 643.000 en 1994, y tambien la caída las ganancias de TAZARA. Esto obligó a los dos gobiernos a reconsiderar sus operaciones.
El viceministro zambiano de Transporte y Comunicaciones, Gilbert Mululu, dijo a IPS que TAZARA necesita balancear sus colosales gastos generales, de los cuales los más onerosos son los salarios.
La autoridad ferroviaria apuntó que no puede seguir empleando a 6.000 tanzanianos y zambianos. Alrededor de 4.000 quedarán en breve sin trabajo a raíz de una restructuración planificada de la compañía, lo cual dejaría en plantilla solo 2.000 trabajadores.
Si se viaja por la línea férrea, es difícil imaginar que tiene problemas. Sus trenes de pasajeros, con capacidad para más de 600 personas, están por lo general repletos y con muy poco o ningún espacio hasta para viajar en pie.
Cada pasajero paga entre 26 y 46 dólares por un viaje entre Dar es Salaam a Nueva Kapiri Mposhi, si bien muchos abordan el convoy en alguna de las pequeñas estaciones.
Para la gente que vive a lo largo de la ruta, el tren es el medio más barato y conveniente para conectarse con el resto de Zambia o Tanzania. Los vagones de tercera clase generalmente están tan abarrotados que muchos viajeros prefieren pasarse a los corredores de la segunda o primera clase.
Aquellos que pueden pagar la primera clase, pueden disfrutar de una lujosa y cómoda travesía a lo largo de notables paisajes. Las atracciones de TAZARA incluyen una gira turística a los géiseres de Shiwang'andu y visitas al castillo del siglo XVIII en el lugar.
Hubo rumores que el gobierno de Zambia perdió interés en TAZARA, si bien hace poco reiteró su compromiso con la línea férrea.
Según fuentes de la oficina de TAZARA en Dar es Salaam, existen planes para privatizar la compañía. Ambos gobiernos pondrían en venta la mayor parte de sus acciones a sus respectivos connacionales y el resto a inversores extranjeros.
"Hay rumores que una compañía sudafricana está interesada en invertir en el ferrocarril, pero por ahora son especulaciones", comentó confidencialmente un funcionario en Dar es Salaam. (FIN/IPS/tra-en/jc/kb/ego/tr).
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