Las críticas a los sistemas de cuotas de producción y de formación de precios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) prosiguieron en Venezuela, socio fundador señalado como uno de los incursos en sobreproducción.
Luis Giusti, presidente del grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), dijo que el sistema de cuotas "no tiene vigencia, porque la situación actual del mercado es muy distinta a la de hace 13 años, cuando se instauró".
La producción mundial de petróleo, recordó Giusti, es de unos 72 millones de barriles diarios, de los que alrededor de 26 millones corresponden a los socios de OPEP, "lo que evidencia que no controla el volumen" de crudo que fluye al mercado.
En los años 70 y tempranos 80, la OPEP llegó a controlar entre la mitad y dos tercios de la producción petrolera mundial.
El ministro venezolano de Energía, Erwin Arrieta, propuso en la conferencia de la OPEP en junio reemplazar el sistema de cuotas de producción por otro de exportación, dejando a salvo el petróleo para el consumo doméstico, pero no tuvo éxito.
En su lugar, la OPEP llevó su tope de producción colectivo de los 24,52 millones de barriles diarios que mantenía desde 1993 hasta hasta 25,03 millones, para darle cabida al retorno de Iraq al mercado, vedado a ese productor árabe por sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
La política de la OPEP, de costreñir la oferta para apuntalar los precios, buscó por años alcanzar un valor de 21 dólares por barril para su cesta de crudos y ha avanzado desde promedios de 15,53 dólares en 1994 y 16,86 en 1995 hasta 18,88 en lo que va de 1996 y 19,47 dólares este julio.
Pero Venezuela se resiente porque ha desarrollado un potencial de producción de 3,18 millones de barriles diarios, aspira llevarlo a cinco millones hacia el año 2005 y su cuota OPEP está fijada en 2.359.000 barriles por día.
Revistas especializadas dijeron en los últimos meses que Venezuela era "el mayor violador" del régimen de cuotas, sobreproduciendo entre 140.000 y 600.000 barriles diarios, en tanto los excesos de otros socios colocaban la oferta OPEP en unos 26 millones de barriles/día.
Sólo después de la conferencia de junio Arrieta admitió por primera vez que la producción venezolana está unos 30.000 barriles diarios por encima del tope fijado y acotó de inmediato que "algunos otros países también están sobreproduciendo".
Reportes de la Agencia Internacional de Energía (organización de países industrializados) señalan que este mes Venezuela se excede en unos 15.000 barriles diarios.
Otros sobreproductores son Arabia Saudita (90.000 barriles sobre su cuota de ocho millones), Irán (50.000 más que su asignación de 3,6 millones), Nigeria (75.000 por encima de los 1,86 millones asignados) e Indonesia, que entrega 1,4 millones cuando su cuota es de 1,33 millones de barriles/día.
Giusti también criticó, en un foro con universitarios, el sistema utilizado para la fijación de precios, el cual sigue la OPEP adhiriendo su cesta de referencia, de siete crudos, a los movimientos de los tres crudos marcadores del mercado mundial.
Estos crudos son el Dubai del Medio Oriente, el Brent del Mar del Norte y el mediano de Texas, Estados Unidos, (West Texas Intermediate).
"Entre esos crudos apenas producen tres millones de barriles por día y transan diariamente en los mercados un millón, lo que indica que no controlan los precios", observó Giusti.
Abogó porque en su lugar se busque vender petrólo con otras "fórmulas de mercado", que arrojen mayores rendimientos.
Por su parte, el ex presidente de PDVSA Andrés Sosa sostuvo que "la OPEP es un subproducto de la Guerra Fría, del tercermundismo, que asume el papel de un cartel frustrado".
Sosa afirmó que Venezuela debe permanecer dentro de la OPEP sólo "si se reestructura para la defensa del petróleo como fuente principal de energía" en el planeta, pero si se mantiene en el actual camino "debe separarse". (FIN/IPS/hm/ag/if/96
