La anulación por razones constitucionales de tres candidaturas a la presidencia de Nicaragua debilitó el centro y fortaleció a las fuerzas de derecha e izquierda, según el instituto de encuestas CID-Gallup.
Carlos Denton, director ejecutivo de CID-Gallup, informó a IPS que 29 por ciento de los partidarios del ex ministro de la Presidencia Antonio Lacayo, excluido de la contienda electoral, se decantaron a favor del aspirante liberal Arnoldo Aleman.
Mientras, 16 por ciento de los votantes que estaban dispuestos a apoyar a Lacayo respaldan ahora a Daniel Ortega, del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), de acuerdo con la última encuesta de CID-Gallup.
Aleman es de momento favorito a ganar las elecciones del 20 de octubre, según el estudio realizado por CID-Gallup entre fines de junio y principios de este mes. Lleva 36,2 por ciento de la intención global de voto, frente a 26,4 por ciento del ex presidente Ortega.
Denton comunicó su información de reorientación de preferencias electorales luego que el Poder Electoral impidiera la participación en los comicios a Lacayo, del gobernante Proyecto Nacional (Pronal), al ex guerrillero Edén Pastora y al banquero Alvaro Robelo, ex embajador de Nicaragua en Italia.
Lacayo fue apartado de la campaña política cuando su candidatura crecía entre los electores. CID-Gallup le adjudicó 5,6 por ciento de la intención general de voto en junio, frente a 4,8 por ciento en abril.
Pastora y Robelo perdieron su derecho a ser candidatos por haber adquirido la nacionalidad costarricense el primero y la italiana el segundo. En cuanto a Lacayo, la razón consiste en su condición de yerno de la actual presidenta, Violeta Chamorro.
Según la encuesta, las "inhibiciones" decretadas por las autoridades electorales fortalecieron al derechista Aleman y Ortega, líder del FSLN, el movimiento revolucionario que en 1979 derrocó al dictador Anastasio Somoza y gobernó hasta 1990.
"Todavía creo que puede surgir una tercera fuerza politica", de centro, "pero tendria que ser en los proximos 60 dias", dijo Denton.
La prohibicion dictada por el Poder Electoral fue respaldada por la mayoría de candidatos presidenciales, por la Iglesia Católica y por la mision de Observación de la Organización de Estados Americanos.
Pero mereció la repulsa de los afectados. "He sido víctima de una ley draconiana, somocista, que fue promovida por los sandinistas", dijo a IPS Pastora, el legendario "comandante Cero", que luchó contra Somoza y luego contra el gobierno del FSLN.
Pastora obtuvo la nacionalidad costarricense en los años 70, cuando combatía contra Somoza. Y, aunque recuperó su condición de nicaragüense tras el derrocamiento de la dictadura somocista, el Poder Electoral entendió que aquel antecedente lo inhibe como candidato a la presidencia.
El ex guerrillero sólo recogía en junio una intención de voto de 0,5 por ciento, de acuerdo con CID-Gallup.
Mientras, Robelo había perdido terreno entre los electores, de seis por ciento en abril a 1,9 por ciento en junio, al ser acusado de participar de una operación de lavado de dinero del narcotráfico.
Para el Pronal, de Lacayo, y el Partido de Acción Democrática, de Pastora, "el futuro es bastante incierto, ya que son organizaciones relativamente nuevas", y surgieron en torno de las figuras de sus líderes, advirtió a IPS Manuel Ortega, sociólogo y analista político.
"Es muy posible que muchos de sus simpatizantes politicos se desgranen y vayan hacia otras fuerzas de centro o se abstengan de votar", opinó Manuel Ortega.
No obstante, las exclusiones dispuestas por el Poder Electoral pueden representar también una "gran oportunidad" para la estructuración de una opción de centro.
En mayo, pocos días antes de la clausura de la inscripción de alianzas, 12 agrupaciones de centro intentaron en vano unirse y presentar un único candidato a la presidencia.
El esfuerzo fracasó cuando Lacayo, Pastora y Robelo se rehusaron a renunciar a sus aspiraciones. "Al no estar ellos, es posible llegar a acuerdos no formales para evitar que los electores se vayan hacia los extremos", sugirió Manuel Ortega.
Según CID-Gallup, el espacio de centro, en el que conviven una decena de partidos, agrupa una intención de voto superior a 13 por ciento, una proporción que no sería despreciable si los comicios se resolvieran por estrecho margen.
"Si la votacion fuera cerrada, el centro sería importante. Es una intencion de voto nada despreciable", dijo Ortega.
De unirse, esos partidos podrian obligar la realización de una segunda vuelta electoral, en caso de un resultado equilibrado en la primera ronda entre los candidatos de derecha e izquierda, estimó.
Dos millones de ciudadanos mayores de 16 años están habilitados para votar en los comicios de octubre. Los dos aspirantes mejor situados deberán pasar a la segunda vuelta si ninguno logra más de 45 por ciento de los votos en la primera. (FIN/IPS/rf/ff/ip/96)
