Gran Bretaña está tratando de convencer a Europa y otras naciones occidentales de aceptar alrededor de 100 disidentes chinos que podrían quedar bloqueados en Hong Kong, cuando se produzca el pasaje de la colonia a Beijing en 1997.
Los países consultados incluyeron a Estados Unidos, Canadá, Suecia, Dinamarca y Francia.
El ministro canadiense de Exteriores, Lloyd Axworthy, que esta semana se encuentra de visita en Hong Kong, reveló que había discutido el futuro de los solicitantes de asilo con el gobernador de la colonia, Chris Patten.
"Somos uno de los pocos países que en la actualidad están preparados para aceptar disidentes", dijo Axworthy.
"A los disidentes que eligieron marcharse despues que Hong Kong pase a manos del gobierno chino el año próximo, los pondremos en nuestro normal proceso de aplicación (de asilo), como se requiere", agregó el ministro.
Según fuentes prodemocráticas, el gobierno canadiense ya ha recibido una lista de disidentes chinos que en la actualidad viven en Hong Kong.
Una fuente cercana a la Alianza de Hong Kong en Apoyo del Movimiento Patriótico Democrático en China, que puso en marcha la "Operación Pájaro Amarillo" en 1989 para ayudar a escapar opositores desde el continente, dijo que los disidentes tenían residencia condicional en Hong Kong hasta la transferencia de soberanía en 1997.
Otros pueden permanecer con visas válidas por seis meses, que ahora son extendidas regularmente y sin dificultad, si bien no está claro que tipo de condiciones serán posibles despues de 1997.
La Alianza, que está considerada una organización "subversiva" por Beijing, apuntó que la mayoría de los disidentes más conocidos ya habían pasado por Hong Kong y obtenido asilo en el exterior.
"Aquellos que llegaron recientemente al territorio podrían afrontar dificultades porque son considerados como figuras de menor importancia", expresó la fuente.
La mejoría de relaciones entre países occidentales y China ha dificultado la obtención de asilo porque esos estados no desean provocar reacciones antagónicas por parte de Beijing.
Las mismas fuentes señalaron que 40 disidentes están listos para dejar Hong Kong con destino a Occidente antes de 1997, pero temen que todavía sigan en la colonia despues de la transición.
El resto esta tratando de romper con el pasado y ha encontrado trabajo en hong Kong, donde pretende permanecer. No obstante, los disidentes podrían verse obligados a escapar si China decide apelar a viejos métodos cuando asuma el gobierno del territorio.
Cheung Man Kwong, miembro de la Alianza y consejero legislativo en Hong Kong, manifestó que no creía que Beijing "busque activamente a esos disidentes en Hong PKong para encarcelarlos".
Sin embargo, organizaciones humanitarias aquí advirtieron que Beijing es impredecible y cualquier inestabilidad en China podría desencadenar una campaña contra disidentes.
La Alianza indico que ya no sirve más ayudar a escapar a disidentes de China sino asistirlos para que lleguen a Hong Kong por sus propios medios. La entidad rehusó dar detalles sobre los disidentes aquí, pero acotó que al menos dos habían obtenido asilo en Dinamarca el año pasado, tras permanecer dos años en la colonia.
Funcionarios del Ministerio de Exteriores británico y de consulados de los principales países occidentales no hicieron comentarios. No obstante, Canadá y Nueva Zelandia dijeron que tienen sus propios "planes contingentes" para aceptar disidentes, aunque Gran Bretaña no lo solicite. (FIN/IPS/tra- en/ys/cpg/ego/ip).
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