La población de Haití, estimada en siete millones, se duplicará en los próximos 40 años si no se imponen estrictos controles demográficos.
"Las fuerzas sociales y demográficas en Haití presentan un serio desafío a los esfuerzos para erradicar la pobreza, la desigualdad social y la autocracia política", se indicó en un informe del Fondo de las Naciones Unidas para Actividades de Población (FNUAP), la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Social y el grupo "Opción por el futuro".
Las condiciones de vida continúan cayendo, y la explosión demográfica afecta directamente la calidad de vida, especialmente en los suburbios que desde la década de 1970 se expanden junto a las grandes ciudades.
En 1950, la población urbana de Haití ascendía a 200.000 personas. En 1994, había superado los 2,1 millones, y ahora Puerto Príncipe, la mayor área metropolitana, tiene más de 1,2 millones de habitantes.
Edith Lataillade, directora de programas del FNUAP, dijo que la pobreza absoluta "tiene un impacto directo sobre el número de nacimientos prematuros en Haití".
La experta señaló que la explosión demográfica no es un tema que le interese a la gente que vive en las afueras de las ciudades. "Lo que les preocupa es la salud sexual de los jóvenes las mujeres, las condiciones de vida de la mujer, la violencia doméstica y la pobreza".
La expansión del sida no ha alterado las conductas sexuales de la población pobre, por lo cual el crecimiento de la población no ha sido afectado, indicó.
La prioridad de emergencia, según Lataillade, es "poner a disposición de la gente servicios de salud reproductiva".
Gerard Blot, ministro de Población bajo el gobierno de Jean- Bertrand Aristide, creee que la mejora en las condiciones de vida puede tener un efecto positivo sobre la reducción del índice de nacimientos.
Blot critica a las autoridades hatianas por no demostrar una verdadera voluntad política por revertir la situación. "La prueba está en que ya no existe un ministerio de Población. Y el gobierno anterior sólo nombró a alguien para acallar a las organizaciones de base que se quejaron", aseguró.
Durante el período 1995 a 1997, el FNUAP planifica gastar siete millones de dólares en programas de promoción de la salud reproductiva y una política demográfica y de autoayuda para las mujeres más carenciadas de Haití.
El índice de mortalidad infantil del país caribeño, que tiene un íngreso por habitante de menos de 200 dólares anuales, es de 13 cada 1.000 nacimientos vivos.
La brecha en la distribución del ingreso entre ricos y pobres es alarmante. Alrededor de 66 por ciento de toda la riqueza de Haití está en manos de cuatro por ciento de su población. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/lp/dv/96
