El futuro de la emisión radial del Servicio Mundial de la BBC (British Broadcasting Corporation) y el recorte de la ayuda exterior británica ocuparon hoy el centro del debate público al difundirse un estudio del Comité de Asuntos Exteriores del parlamento británico sobre el gasto del Estado.
No obstante, una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) británicas, dedicadas a la ayuda exterior, dijo este miércoles que la discusión sobre el futuro de la BBC no debería dejar en la sombra una preocupación más amplia sobre la caída de la cooperación británica al desarrollo.
Ambos asuntos saltaron al primer plano este miércoles, cuando se supo que el Comité, al considerar los planes gubernamentales de reducción del gasto público, prestó especial atención al futuro del servicio exterior radial de la BBC y al programa de ayuda al desarrollo para los ejercicios 1996-97 y 1997-98.
El departamento ministerial de Asuntos Exteriores (Foreign Office) financia al Servicio Mundial de la BBC, y también entra en su órbita el presupuesto de la Administración para el Desarrollo Internacional (Overseas Development Administration – ODA).
El informe del Comité refleja un enfoque particularmente sombrío de los radicales planes de reestructuración del director general de la BBC, John Birt, que incluyen la fusión del informativo en inglés del Servicio Mundial con las noticias nacionales de la BBC y la cobertura de actualidades.
El Servicio Mundial, que es una de las más populares emisiones radiales en muchos países en desarrollo, también se ve amenazado por los planes para recortar el presupuesto del Foreign Office.
La representación diplomática de Gran Bretaña en Africa, por ejemplo, ha sido recortada en 10 por ciento desde 1990.
La reorganización del Servicio Mundial de la BBC amenaza especialmente al Servicio para Africa, del que dependen en gran medida los africanos para tener una información confiable sobre el continente.
El presidente del Comité, David Howell, dijo a Birt en una reciente audiencia: "Estamos preocupados porque el estupendo Servicio Mundial, que por supuesto es capaz de mejorar, podría caer a ciertos niveles que nos disgustan en la onda nacional".
"Por lo tanto, queremos que usted nos garantice que esto no va a suceder y que, por el contrario, habrá una elevación de la calidad del servicio nacional a la altura del Servicio Mundial, debido a estos nuevos criterios".
Al mismo tiempo, el Comité manifestó su preocupación por la progresiva caída del presupuesto de ayuda exterior en los últimos años.
En particular, el Comité está preocupado porque el compromiso de Londres con la ayuda multilateral al desarrollo que presta la Unión Europea pueda significar, en momentos en que disminuye el presupuesto nacional de cooperación, una progresiva reducción de los programas bilaterales de asistencia regidos por Gran Bretaña.
En el ejercicio 1995-96, el nivel de los compromisos de ayuda asumidos por Gran Bretaña a través de los canales multilaterales excedió, por primera vez, el monto del programa de cooperación bilateral.
Ello hizo que el Comité de Asuntos Exteriores expresara entonces una "seria preocupación". No obstante, esta tendencia ha continuado, y se espera que en el ejercicio 1998-99, la relación entre la ayuda bilateral y la multilateral sea de 42 a 58 por ciento, en comparación con 55 a 45 por ciento en 1993-94.
El secretario permanente de la ODA, John Vereker, dijo al Comité: "Nuestra predicción es que -y creo que es la primera vez que decimos esto-, en 1998, gastaremos más dinero a través de Bruselas que a través de nuestros programas de ayuda bilateral".
Una de las principales preocupaciones del Comité es la calidad de la ayuda de la Unión Europea. "Nos inquieta la sobrecarga burocrática y la duplicación de esfuerzos", dijo Howell en una conferencia de prensa este miércoles.
En reacción ante el informe parlamentario, una coalición de ONG – que incluye a Actionaid, Cafod, Christian Aid, Oxfam, Save the Children y World Development Movement- declaró que salvar a los escuchas del Servicio Mundial de la BBC en el mundo en desarrollo es tan importante como salvar al propio Servicio.
El director de Christian Aid, Michael Taylor, dijo que "dar asistencia a los países más pobres no es sólo un imperativo moral sino una inversión que Gran Bretaña no puede darse el lujo de perder".
En ámbitos políticos existe cierta simpatía hacia la posición de las ONG. El parlamentario laborista Mike Gapes, que integra el Comité de Asuntos Exteriores, opinó que, en tanto no se trata de una "opción entre el uno u la otra" -entre el Servicio Mundial y la ayuda británica- sigue preocupando de forma más amplia la reducción del presupuesto de cooperación".
"No es sólo el Reino Unido, sino que son muchos los países que están congelando sus presupuestos de cooperación, con muy serias consecuencias para Africa. No se trata sólo del Servicio Mundial y del Consejo Británico. No hay suficiente información sobre esto en Gran Bretaña".
El Comité de Asuntos Exteriores informó que el presupuesto de ayuda exterior para 1996-97 ha quedado fijado en 2.155 millones de libras, es decir, 213 millones más bajo de lo proyectado. (FIN/IPS/tra-en/dds/rj/arl/cr-dv/96