La comunidad hispana de Estados Unidos superó al resto de los grupos étnicos del país en propiedad de empresas, pero sus miembros son quienes menos ingresos reciben como trabajadores.
La bonanza comercial parece beneficiar sólo a los pocos que se aventuran a iniciar sus propios negocios, dejando atrás a los millones de inmigrantes que han llegado a territorio estadounidense en busca de mejores condiciones de vida.
Estudios realizados en California indican que los inmigrantes de América Latina, y muy especialmente de México, teenen un nivel de ingresos muy inferior al de los negros y blancos nacidos en Estados Unidos.
De acuerdo al estudio, publicado por un centro de investigación patrocinado por el Estado, la razón del poco éxito laboral de los hispanos es el bajo nivel educativo de los inmigrantes y sus descendientes. La población de origen latino en edad escolar es la que registra mayores índices de deserción.
"Ciertamente no es un panorama muy halagador, pero tampoco absolutamente terrible", dijo Robert Shoeni, uno de los tres autores del informe de la Corporación Rand. A su juicio, la situación de la comunidad hispana es muy similar a la de otras minorías.
A Shoeni no escapan las implicancias políticas que las conclusiones de su trabvajo puedem tener en estos tres meses previos a las elecciones presidenciales. El tema de la inmigración ha estado en el tope del debate electoral entre demócratas y republicanos.
Una campaña para reducir la inmigración ilegal fue rechazada a comienzos de este año en el Congreso, pero se espera que legisladores opuestos al ingreso de nuevas poblaciones extranjeras vuelvan a sus fueros tras los comicios de noviembre.
Quizás como contrapeso la Oficina del Censo publicó esta semana un informe según el cual el número de empresas en manos de la comunidad hispana se incremento 76 por ciento entre 1987 y 1992, cifra significativa respecto al número total de negocios en el país, que aumentó 26 por ciento.
Ello eleva a más de 800.000 las firmas comerciales pertenecientes a hispanos, con ingresos conjuntos que ascienden a 76,800 millones de dólares. La encuesta oficial señala que las firmas propiedad de hispanos representan 4,5 por ciento del total nacional, de 17 millones según cifras de 1992.
"Aquí parece haber una contradicción", dijo a IPS el profesor Thomas Boswell, experto de demografía hispana e inmigración de la Universidad de Miami.
Los inmigrantes hispanos arriban a Estados Unidos por razones económicas y es ese su principal foco de interés.
"El problema es que no se reconoce que la mayoría de ellos, que vienen de países pobres y con bajo nivel educativo, son quienes ofrecen mano de obra barata y es por eso que la vivienda y comida cuestan menos en Estados Unidos que en otros países industrializados", señaló Boswell.
Esa importancia fue reconocida recientemente en Washigton por el subsecretario de Asuntos Económicos del Departamento de Comercio Everett Ehrlich, quien destacó el aporte de la comunidad hispana al auge de la pequeña empresa y al desarrollo social de Estados Unidos.
Ehrlich dijo que la participación hispana en la actividad económica ha sido reforzada a través de programas destinadoa a incrementar las exportaciones y a mejorar el acceso a capitales para las pequeñas y medianas empresas.
"Así como el estadounidense sue~ña con tener casa propia, el latino trabaja para tener su propio negocio", expresó por su parte el presidente de la Cámara de Comercio de Miami, Carlos Migoya.
En el estado de Florida, 11,8 por ciento de las empresas son de hispanos. El 68 por ciento de las empresas "latinas" del país está concentrado en Florida, Nuevo México, Texas y California.
Por grupos, los hispanos de origen mexicano son los que poseen más comercios, unos 400.000, seguidos por los centroamericanos, cubanos y puertorriqueños.
El presidente de la Cámara de Comercio Hispana de Estados Unidos, José Nino, consideró "fabuloso" el desarrollo económico de la comunidad que representa.
Según sus registros, más de 1,5 millones de latinos son propietarios de negocios y dan empleo a más de cuatro millones de personas, en su mayoría también hispanos.
En todo caso, tanto los analistas como los representantes de la comunidad de origen latinoamericano coinciden en reconocer que hay un cambio de tendencia en el país ante la inmigración, al haberse dejado de lado la política de apertura que se aplicó entre las décadas de 1960 y 1980.
Para Boswell, informes como el de Rand, que comparan a los latinos con otros grupos de inmigrantes más favorecidos como los europeos, canadienses y asiáticos, son una expresión de la nueva postura en favor de una política de inmigración más selectiva.
"Este es el tipo de visión que perpetúa la idea de que, por ejemplo, los méxico-americanos son un problema pero los otros inmigrantes no", comentó el investigador Anoop Bhargava, del centro Tomás Riviera, de California.
La Oficina del Censo estima que para marzo de 1994 la población hispana de Estados Unidos ascendía a 26,6 millones de personas, concentradas principalmente en los estados de California, Texas, Nueva York y Florida.
Actualmente Estados Unidos es el quinto país de habla hispana del mundo, después de México, España, Colombia y Argentina.
Según las proyecciones oficiales, los habitantes de origen hispano constituirán la mayor minoría del país, sobrepasando a los afroamericanos. (FIN/IPS/lyr/dg/pr/96