CUBA: Implantan regulaciones contra tráfico de habanos

Cuba intentará poner fin al mercado negro y la exportación ilegal de cigarros habanos, uno de los más cotizados productos de este país, con un decreto de nuevas regulaciones aduaneras para la exportación.

A partir del 1 de agosto, se emitirá una factura única por la adquisición de cualquier surtido de tabaco cubano que deberá ser presentada en todas las aduanas del país.

El nuevo comprobante de venta será entregado en las tiendas donde se vende tabaco, independientemente de las facturas normales emitidas por cada cadena hotelera o instalación turística.

La factura única, elaborada fuera de Cuba y con un folio especial para evitar falsificaciones, consigna diversos datos, incluido el importe de la compra, los datos del cliente y el lugar de la compra.

Las personas que transporten más de 50 habanos, ya sean turistas extranjeros, especialistas cubanos en viaje de trabajo o funcionarios gubernamentales, deberán mostrar el documento al salir de la isla.

Fuentes oficiales anunciaron en mayo que desde diciembre del pasado año el tribunal provincial de Pinar del Río, a 176 kilómetros de La Habana, abrió 117 causas por tráfico ilegal de tabaco.

El problema se agrava por la falsificación de las más prestigiosas marcas. La Policía Nacional Revolucionaria (PNR) informó por su parte, el 4 de junio, de la desarticulación de una red de falsificadores de marcas de tabaco en la provincia de Ciego de Avila, a 480 kilómetros de la capital cubana.

Los acusados vendían a un precio de entre 8 y 10 dólares estuches sellados con ilegítimas etiquetas que contenían puros confeccionados en fábricas clandestinas a partir de materia prima adquirida de forma ilegal.

El Estado tiene en Cuba el monopolio de la comercialización de las hojas de tabaco y ningún productor estatal, cooperativo o privado puede venderlo o entregarlo a particulares.

Durante el llamado "caso de los impuros habanos" la policía confiscó centenares de sellos, anillos, separadores y cajas que se utilizaban para imitar famosas marcas cubanas como Cohiba, Romeo y Julieta, Montecristo y Partagás.

"La constante salida al exterior de tabaco torcido a mano, vendido a los extranjeros por falsificadores, constituye uno de los hechos ilícitos más comunes en los puntos de aduana del país", dijo Wilfredo Rodríguez, funcionario de la Aduana General de la República.

En las calles más céntricas de La Habana y en los principales polos turísticos del país es usual encontrar a vendedores clandestinos que cautivan a los turistas con tentadoras ofertas de "auténticos habanos a muy bajo precio".

Diez o quince dólares se pide por una caja de Cohiba, la más preciada de las marcas cubanas, que en las tiendas del Estado no se vende en moneda nacional y puede cotizarse por encima de los 200 dólares.

El diario Granma, órgano oficial del gobernante Partido Comunista, dijo en junio que los acusados de fabricación y venta ilegal de puros "serán procesados con todo el rigor de la ley por incurrir en un delito económico que atenta contra el prestigio mundial del tabaco cubano".

Después de fuertes caídas en la producción de tabaco por problemas de financiamiento, fuentes gubernamentales auguran "un salto importante" de la elaboración de tabaco torcido a partir de 1997.

El vicepresidente cubano Carlos Lage afirmó el martes que este año la producción de tabaco crecerá 30 por ciento y la producción de capa (hojas de calidad especial) para la exportación 4,5 veces.

En 1995 Cuba exportó 67 millones de habanos, para este año espera ascender a 70 millones, pero no será hasta dentro de unos cuantos años que la isla pueda satisfacer la demanda mundial de 114 millones de puros al año.

"El habano es más que una marca, es sinónimo internacional del mejor tabaco del mundo", dijo Francisco Linares, presidente de Habanos S.A. (FIN/IPS/da/jc/if/96

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