En Chile no hay aún total control del poder civil sobre los militares, afirmó hoy el embajador de Estados Unidos Gabriel Guerra Mondragón, generando inmediatas réplicas de los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores y de un ex presidente del Senado.
Guerra Mondragón formuló sus polémicas apreciaciones durante una conferencia de prensa, tras admitir que en Washinton existen controversias entre el Departamento de Defensa (Pentágono) y el Departamento de Estado sobre la venta de armas avanzadas a América Latina.
El embajador ratificó una información difundida este domingo por el diario The New York Times en el sentido de que la diplomacia estadounidense considera que en Chile y otros países latinoamericanos no han culminado totalmente los procesos de democratización.
Guerra Mondragón apuntó que la Constitución de 1980, vigente en Chile, no permite al Presidente de la República designar y remove a los comandantes de las tres ramas de las Fuerzas Armadas y la policía militarizada de Carabineros.
"En nuestros informes a Washington sobre derechos humanos hemos apuntado ésta como una de las áreas que, desde el punto de vista de nuestro gobierno, es una demostración de que no hay total control del gobierno civil sobre los militares", agregó.
Consultado sobre las declaraciones del diplomático, el ministro de Relaciones Exteriores José Miguel Insulza se abstuvo de comentarlas en detalle sin conocerlas textualmente, pero negó que el presidente no pueda nombrar en Chile a los jefes militares.
Insulza sostuvo que en esta materia hay una fase de transición y que desde 1998 el jefe del Estado tendrá las facultades constitucionales para designar a los altos mandos castrenses.
Junto a Insulza se encontraba el senador demócratacristiano Gabriel Valdés, quien fuera presidente de su cámara entre marzo de 1990 y marzo de este año, y que calificó de "cuidadoso" al ministro por su respuesta a las afirmaciones del embajador estadounidense.
"Yo soy menos cuidadoso. Puedo decir que es un absurdo y un disparate que se diga eso. En Chile estamos viviendo un estado de derecho y las Fuerzas Armadas están realmente subordinadas y supeditadas al poder político", sostuvo Valdés.
El ministro de Defensa, Edmundo Pérez, dijo que rechazaba enfáticamente las declaraciones de Guerra Mondragón. "El embajador está muy equivocado, pues en nuestro país el poder militar está totalmente supeditado al poder político", señaló.
Tras la polémica desatada por el embajador están las complejas disposiciones constitucionales, que facultaron a quienes ejercían la jefatura de ramas militares al restablecerse la democracia, en marzo de 1990, a continuar en sus cargos por ocho años más.
El ex dictador y comandante del Ejército, general Augusto Pinochet, y el comandante de la Armada, Jorge Martínez Busch, se acogieron a esa norma, mientras que en la Fuerza Aérea y Carabineros se han producido retiros de sus mandos supremos en los últimos años.
Pero aún cuando desde 1998 el presidente pueda designar a los comandantes entre las cinco mayores antigüedades de cada rama, carecerá, según la Constitución, de facultades para removerlos sin respaldo del Consejo de Seguridad Nacional.
El ministro Pérez restó además importancia a la versión de The New York Time sobre la oferta de armamentos de última generación, y particularmente cazabombaderos F-16, de Estados Unidos a Chile y Brasil.
Pérez recordó que el comandante de la Fuerza Aérea, general Fernando Rojas, y él mismo, han reiterado que sólo en 1998 se resolverá sobre el reemplazo de aviones de combate y que por el momento no hay ninguna decisión de compra de armamentos.
"No nos corresponde hacernos cargo" de la versión de prensa que atribuye a un funcionario del gobierno argentino afirmaciones de que "no hay control civil completo sobre los militares" en Chile y Brasil, señaló. (FIN/IPS/ggr/dg/ip/96
