Los agricultores de Asia tienen la esperanza cierta en que un arroz híbrido que se planta en algunas regiones incremente la producción del cereal y contribuya a llenar la creciente demanda del continente más poblado del mundo, según los expertos.
El Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz (IRRI), con sede en Manila, introdujo en India el cultivo de variedades híbridas desarrolladas por ingeniería genética y procura crear una nueva especie denoninada "superarroz", resistente a enfermedades y plagas.
Unas 10.000 hectáreas de arroz híbrido se cultivaron en 1995 en India, y se prevé que esa superficie aumente al comienzo del próximo siglo a dos millones de hectáreas.
El arroz híbrido se obtiene mediante el cruzamiento de rasgos genéticamente deseables de dos variedades diferentes del cereal. El rendimiento de la mezcla es entre 15 y 20 por ciento superior al del arroz común.
China, el país más poblado del mundo con 1.200 millones de habitantes, fue el primero que colocó, en 1976, arroz híbrido en el mercado. Hoy, el gigante asiático produce 20 por ciento del arroz cosechado en todo el planeta.
Según el IRRI, la difusión del cultivo de arroz híbrido mejorará la capacidad del continente de producción del producto y podría ser parte de la respuesta al hambre que sufre un gran sector de su población.
"El arroz híbrido puede cumplir un papel fundamental en el incremento de la producción de arroz a causa de su mayor rendimiento ante el aumento de la demanda mundial del cereal previsto para el próximo siglo", dijo Sant S. Virmani, experto del IRRI.
"El rendimiento de la variedad híbrida es mayor en, por lo menos, una tonelada por hectárea que el del arroz común", según el instituto.
Asia produce y consume 90 por ciento del arroz del mundo. Se prevé que la población del continente crecerá más de 50 por ciento en los próximos 30 años. Según el IRRI, la producción de arroz deberá incrementarse de las 520 millones de toneladas actuales a 800 millones para el 2025.
Los expertos pronosticaron que la demanda de arroz habrá crecido 70 por ciento en ese año. Mientras tanto, la superficie cultivada disminuye. El crecimiento de la producción anual de arroz cayó de 3,6 por ciento entre 1965 y 1975 a 1,8 por ciento entre 1985 y 1993.
El aumento de la demanda prevista fue el motivo por el cual los científicos procuraron el desarrollo de técnicas para incrementar la producción después de la denominada "revolución verde" de la década del 60, que permitió duplicar la salida de arroz en 25 años.
Los expertos del IRRI afirman que los avances tecnológicos podrían culminar con la irrupción de una variedad a la que denominan "superarroz", con un rendimiento 30 por ciento superior a igual superficie cultivada del cereal común.
Pero pasarán entre cinco y 10 años para que esta especie llegue a los campos de cultivo.
Los primeros éxitos de China en la producción de arroz híbrido alentó en 1979 al IRRI a desarrollar una tecnología en esa dirección con destino a otros países.
Entre 1976 y 1971, el rendimiento del arroz chino aumentó en 200 millones de toneladas, y, en el caso del híbrido, resultó entre seis y siete toneladas por hectárea superior.
El multipremiado especialista chino en técnicas agropecuarias Yuan Long Ping dijo a la agencia de noticias oficial Xinhua que prevé un auge en la producción de arroz de su país a principios del próximo año, debido, en gran parte, al desarrollo de variedades híbridas.
Los expertos chinos afirman que su país podría duplicar su producción actual, que asciende a 450 millones de toneladas anuales, en el 2030. El cultivo de arroz híbrido ocupa hoy 187 millones de hectáreas en todo el territorio.
Pero las variedades híbridas provocan algunos problemas. Los propios científicos del IRRI advierten que la adopción de esta tecnología se produce con lentitud fuera de China debido a la dependencia del suministro de semillas del extranjero.
Virmani afirmó que la producción de arroz híbrido requiere "trabajo intensivo", así como "adiestramiento e insumos especiales". Además, las semillas son más caras y deben ser elaboradas en instituciones especiales.
El especialista advirtió que algunos híbridos poseen muy poca diversidad citoplasmática, lo que los torna "vulnerables a enfermedades e insectos", especialmente "las mejores variedades", debido a "cambios fisiológicos y de biotipos".
En 1985, por ejemplo, unas 7.000 hectáreas en la provincia china de Sichuan se vieron seriamente perjudicadas por enfermedades.
Algunos híbridos de arroz de uso comercial, especialmente los primeros producidos en China, no tenían buena calidad de grano y resistencia a enfermedades. "Los cultivos resistentes deben ser la prioridad de los productores, tanto de variedades comunes como de las híbridas", sostuvo Virmani.
La introducción por parte del IRRI de genes resistentes a las pestes en el "superarroz" fue criticada por activistas agrarios que se oponen al uso de estas técnicas biotecnológicas.
Los expertos replicaron, gracias a esas tecnologías, el instituto e India identificaron genéticamente diversos métodos para vencer las posibles amenazas que ocasiona la vulnerabilidad genética.
Entre los países considerados con buenas posibilidades para el cultivo de arroz híbrido se cuentan Corea, Indonesia, Filipinas y Vietnam. (FIN/IPS/tra-en/js/cpg/mj/dv sc/96)