Artistas y escritoras de todo el mundo se reunirán en Londres este viernes para un encuentro titulado "Mujer: Voz de los Oprimidos", sobre los peligros del fundamentalismo.
Organizada por la Asociación Internacional para los Derechos Humanos de la Mujer (AIDHM), de París, la conferencia del 21 de junio realizará el seguimiento de un encuentro similar que tuvo lugar en la capital de Francia el pasado marzo.
El debate se concentrará en el fundamentalismo islámico, aunque algunas participantes ya observaron que el extremismo no es privativo de esa religión.
"Me molesta mucho cuando los occidentales vinculan el fundamentalismo sólo con el Islam", manifestó la escritora egipcia Nawal Al Saadawi. "Yo viví en Estados Unidos cuatro años, y el poder del fundamentalismo cristiano es inimaginable", destacó.
"La opresión de la mujer es universal. No tiene nada que ver con el islamismo, el cristianismo o el judaísmo, sino con la política, la cultura y las clases económicas y sociales", agregó Al Saadawi.
La aclamada escritora y académica emigró a Estados Unidos tras recibir numerosas amenazas de muerte de grupos fundamentalistas egipcios. "Soy una de varios egipcios amenazados de muerte. Es una situación sumamente triste, pero no hay mucho que podamos hacer", dijo.
La cantante de música clásica persa Marzieh también vive en el exilio en Occidente. Hace dos años se mudó a París, tras una carrera de más de 50 años en Irán, su país natal.
La carrera de la cantante se detuvo abruptamente con la revolución iraní de 1979 y la llegada del régimen del ayatolá Jomeini, que prohibió a las mujeres realizar actuaciones en público e inclusive estudiar en escuelas de música.
"Nadie puede imaginarse la crueldad de este acto, que le quita a uno su medio de vida", expresó Marzieh. "Muchos artistas se entristecieron tanto por la situación que simplemente tuvieron que irse", añadió.
Aunque en los últimos años la situación mejoró un poco, las artistas sólo pueden hacer sus representaciones ante un público femenino. Marzieh consideró esto como un insulto, y a los 70 años decidió dejar su país y luchar desde el extranjero contra el régimen.
"Nuestra Asociación lucha por mejorar la condición de la mujer en todo el mundo", subrayó Farzaneh Zare'i, portavoz de AIDHM.
No obstante, "estamos convencidas de que el extremismo islámico constituye la amenaza más grave de nuestro tiempo, ya que afecta la libertad y otros derechos de la mujer", señaló Zare'i.
"Dado que el fundamentalismo se origina bajo el gobierno de clérigos misóginos, hemos dirigido nuestra atención directamente a la situación de las mujeres iraníes. Creemos que la solución de este problema es esencial para una mejora de la situación de la mujer a nivel mundial", agregó.
Los efectos del fundamentalismo no sólo recaen sobre artistas e intelectuales, sino sobre mujeres de todos los sectores sociales.
Un informe británico multipartidario sobre la situación de la mujer en Irán, publicado en 1994, afirma que "las mujeres son legalmente inferiores, subordinadas a sus esposos, se les niega acceso equitativo al trabajo y a la política y se les obliga a usar atuendos determinados por las autoridades religiosas".
Además, la mujer iraní es objeto de "limitaciones en materia de educación, empleo, participación en la vida pública y en actividades políticas", añade el informe.
Como resultado directo de esta situación, la tasa de suicidio entre las mujeres iraníes aumentó notoriamente, ya que muchas sienten que no tienen alternativa.
Las organizadoras esperan que el encuentro de esta semana contribuya a reforzar la determinación para combatir el fundamentalismo y la opresión de la mujer en general. (FIN/IPS/tra-en/ba/HvdB/ml/pr/96