ARGENTINA: El fantasma de la censura política ronda el teatro

Un popular actor cómico y guionista argentino denunció hoy haber recibido intimidaciones por un monólogo teatral de su autoría en el que se ironiza sobre la figura del presidente Carlos Menem.

Según el actor Jorge Guinzburg, una llamada telefónica desde el canal 13, la emisora de televisión que emite su programa semanal, le advirtió la presencia de una bomba en el estudio de grabación.

La voz, presuntamente de la recepción del canal 13, le informó que tendría custodia durante las grabaciones. Pero posteriormente, la oficina de producción de su programa aseguró a Guinzburg que nadie del canal había hecho la llamada.

Guinzburg es autor de dos de los 11 monólogos interpretados en teatro por el actor Gerardo Romano desde el 31 de mayo. El unipersonal "A corazón abierto" fue criticado por Menem la semana pasada por las alusiones a su persona.

Menem dijo que las referencias que hacía la obra "sobre el presidente de la Nación" son "una verdadera verguenza, una aberración". No obstante, aseguró que no tomaría "ningún tipo de medidas", por respeto a la libertad de expresión.

El propietario del teatro, Lorenzo Spadone, aclaró que si algo en la obra ofende al presidente, "lo vamos a rectificar totalmente". Spadone es amigo de Menem, aunque Menem dijo que era un amigo "entre comillas".

Entre tanto, Romano redobló la apuesta y advirtió que si el presidente lo querella se marchará del país. "No tengo ninguna confianza en la justicia ni en los hombres que designa el Poder Ejecutivo", dijo el actor.

En la primera parte de la obra, Romano interpreta a una prostituta que asegura venir del "dormitorio presidencial", y al final, el actor ironiza sobre la pena de muerte, una iniciativa promovida por Menem para castigar a los narcotraficantes.

"¿Se querrá suicidar? ¿O querrá quedarse sin amigos ?", se pregunta Romano en el monólogo, refiriéndose al efecto que causaría la aplicación de la pena capital.

"A corazón abierto" fue considerada apenas "buena" por la crítica, pero sus repercusiones generaron una gran afluencia de público el último fin de semana.

Este lunes, Guinzburg denunció que fue intimidado y relacionó las llemadas telefónicas con la obra en representación. El autor sospecha que no se trata de una acción gubernamental pero sí de "alcahuetes" (aduladores) que se sienten "mas papistas que el Papa", declaró. (FIN/IPS/mv/ff/cr ip/96).

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