Recientes revelaciones sobre malversación de grandes sumas de dinero destinadas a las tareas de limpieza de Chernobyl son solo la punta del iceberg, según operadores médicos que atienden a miles de evacuados de la zona.
Natalia, una asistente médica en un ambulatorio de primeros auxilios en Nueva Martinovichi, una aldea construída para los evacuados de Chernobyl, dijo que estaba trabajando con un colega médico en una situación desesperada, sin suministros ni otras facilidades esenciales.
"Nuestro ambulatorio ha venido trabajando por tres años. No tenemos agua ni nada que se le parezca. Examinamos a los pacientes en varias habitaciones y vivimos solo en una. Dos personas trabajan aquí", explicó. Natalia habita en la instalación con su familia y otro médico vive en casa de parientes.
"Las condiciones se hacen cada día más duras", declaró en una entrevista a IPS.
"Estamos limitados a seis millones de karbovanets (33 dólares), un cuarto para medicamentos. Tenemos pocas vendas. Nuestra ambulancia sirve solo de nombre porque nos han dado 20 litros de carburante al mes que alcanza para hacer dos viajes a la población más cercana, así que la usamos para casos urgentes", lamentó.
Ese es el contexto en el cual emergieron informes que un total de 775.000 millones de karbovanets (4,2 millones de dólares), otorgados para financiar la eliminación de los efectos posteriores del desastre nuclear de Chernobyl, fueron empleados en capitalizar bancos y dar créditos preferenciales a estructuras de comercio.
Según Grigory Omelchenko, titular de la comisión parlamentaria encargada de luchar contra el crimen y la corrupción, el desastre de Chernobyl ha sido aprovechado dolosamente por altos funcionarios, ministerios, departamentos y gobiernos locales.
Al investigar la suerte de los fondos destinados a la limpieza de Chernobyl y el bienestar social de sus víctimas, la comisión descubrió "escandalosos casos de abuso de poder", como los denominó. Adultos incólumes a los efectos de Chernobyl fueron enviados a centros recreativos en calidad de "niños" que supuestamente estaban afectados por el accidente.
También innumerables adultos han efectuado cruceros y viajes de negocios al exterior usando pasajes destinados a niños. La comisión estableció que 67.500 millones de karbovanets (370.000 dólares) fueron malversados a expensas de tareas de rehabilitación infantil.
Entre 1992 y 1994, mas de 60 funcionarios de alto rango realizaron cruceros por el Mediterraneo a expensas de los fondos para Chernobyl, usando cupones por valor de 3.500 dólares cada uno.
Solo en la región de Dnepropetrovsk, 506 cupones para niños por valor de 79.000 dólares fueron usados ilegalmente por adultos, mientras en Rovno, recibieron cupones gratis para sanatorios destinados a niños de Chernobyl.
Por el momento, solo el 30 por ciento de los niños ucranianos afectados por el desastre estan en condiciones de recibir tratamiento de rehabilitación.
Numerosos casos de abusos fueron descubiertos igualmente en la provisión de viviendas para gente desplazada, declaró Nikolai Khomich, jefe del grupo de tareas de la comisión parlamentaria.
Entre 1990 y 1995, mas de 15.000 casas y departamentos fueron construídos para alojar a personas desplazadas de zonas contaminadas, las cuales superaron en 3.188 el actual número de familias reinstaladas. No obstante, las reubicaciones no fueron completadas y no hay casas vacantes.
Khomich señaló que miembros de administraciones locales que no tuvieron nada que ver con la catástrofe de Chernobyl se apropiaron de flamantes viviendas. Más de 760.000 dólares destinados a la construcción de casas fueron empleados con otros propósitos en los primeros nueve meses de 1995.
La comisión parlamentaria tambien descubrió que el Fondo de Chernobyl para tareas científicas tampoco logró nada. No se introdujeron proyectos agrícolas a pesar de 130 "innovaciones" sugeridas por la asociación científico-industrial Pripyat.
Lo mismo ocurrió con los proyectos referidos a problemas sanitarios que involucraron gastos por 19.600 dólares.
La comisión criticó al ministerio encargado de la limpieza de Chernobyl (MinChernobyl), señalando que las empresas bajo su control contribuyeron con 37.000 millones de karbovanets al capital accionario de un banco comercial. La cuestión está siendo investigada ahora por la oficina del fiscal general.
Los fondos para Chernobyl provinieron de distintas fuentes, programas internacionales de ayuda y el 12 por ciento de los impuestos recaudados a todo trabajador ucraniano. Altos funcionarios rechazaron airadamente sugerencias occidentales que Ucrania exageró los efectos del accidente para lograr simpatía internacional y dinero.
"Cualquiera que diga que las radiaciones no afectan la salud de los ucranianos está ocultando su cabeza bajo la arena y, además, miente", afirmó el ministro del Ambiente, Yuri Kostenko.
Los problemas afrontados por los médicos, a menudo no pagados durante meses, son enormes. El más dramatico es el cáncer de tiroides en los niños así como el tratamiento para 350.000 "liquidadores" que ayudaron a las tareas iniciales de limpieza despues del desastre de 1986.
Además, están desorientados por los problemas sociales que afrontan cientos de miles de evacuados.
Muchos liquidadores reciben tratamiento en la Clínica Médica de Radiología cercana a Kiev. El director del establecimiento, Volodymyr Bebeshko, dijo que la tensión psicológica agudizó los suicidios, el alcoholismo y otras adicciones que se sumaron a los problemas básicos de contaminación.
"Nuestros médicos ganan un promedio de 100 dólares mensuales pero muy a menudo no nos pagan a fín de mes. Esto significa que estamos perdiendo muchos especialistas calificados", dijo. Problemas de liquidez y discusiones sobre los beneficios generaron protestas regulares de liquidadores frente al parlamento.
Con procesos criminales pendientes contra aquellos que han malversado los fondos de Chernobyl, hay ciertas posibilidades ahora que, en el futuro, el dinero se destine donde es más necesario. (FIN/IPS/tra-en/ai/rj/ego/he).
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