Los gobiernos de Estados Unidos y México sustituyeron hoy el lenguaje de reclamos en temas de migración y narcotráfico por nuevas promesas de cooperación, que aunque imprecisas y sin plazos concretos, imprimieron nuevos bríos a su compleja relación.
Tras dos días de reuniones en la capital mexicana, 19 secretarios de Estado y alrededor de 300 funcionarios de alto nivel de los dos países presentaron este martes las conclusiones de su 13 cita bilateral, la más importante de los últimos 15 años tanto por el número como por la calidad de los asistentes.
Entre los temas que trataron los delegados destacaron los de migración y cooperación antinarcóticos, considerados los más delicados de la relación bilateral. Además se analizaron asuntos relativos a vivienda, medio ambiente, energía, salud, trabajo, comercio, transporte, ciencia y educación.
La cita marcó el inicio de una "nueva era" en las relaciones con México "basadas en la dignidad y el respeto mutuo", dijo al clausurar el encuentro el secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Chistopher.
Para su contraparte, el canciller mexicano José Gurría, la reunión bilateral fue "sumamente constructiva". En todos los campos, "por más difíciles que sean", se han formado grupos y se han creado mecanismos, señaló.
Realizado una semana después de una reunión bilateral entre diputados de los dos países, el encuentro oficial definió nuevas rutas de la relación "ya sin las continuas quejas por el tema migratorio y de narcotráfico", indicó a IPS un asesor de la delegación estadounidense.
Las últimas semanas el gobierno del presidente Ernesto Zedillo reclamó a su vecino por el trato que dan las patrullas fronterizas a los miles de indocumentados que cada año cruzan la frontera y por una serie de proyectos legislativos, aprobados en el Congreso estadounidense, aque buscan dificultar el trabajo para los inmigrantes ilegales.
También el gobierno se quejó por acusaciones de funcionarios antinarcóticos de Estados Unidos qu,e sin mencionar nombres ni cifras precisas afirmaron que bancos de México lavan "miles de millones" de dólares del narcotráfico.
En el tema de migración, las delegaciones que asistieron a la cita bilateral informaron que se comprometieron a pugnar para que los migrantes no sean objeto de abusos y se persiga a quienes trafican con ilegales. Además prometieron intercambiar información sobre sus políticas en la materia.
Cada año se producen millones de cruces por diversos puntos de los 3.200 kilómetros de frontera entre Estados Unidos y México. Según las autoridades migratorias, 300 millones de cruces son legales, menos de un 40 por ciento del total.
Aunque los dos países son socios, junto a Canadá, del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), convenio que permite el libre flujo de mercancias y dinero, los trabajadores no pueden movlizarse con libertad.
En materia de narcotráfico, las partes destacaron en la cita bilateral la creación, en marzo, de un Grupo de Contacto de Alto Nivel entre funcionarios de los dos países y prometieron mejorar "aún más" sus niveles de cooperación para combatir a las mafias, el lavado de dinero y el consumo de estupefacientes.
México es considerado el principal centro de tránsito de drogas hacia Estados Unidos, el primer consumidor de estupefacientes del mundo.
Fuera de los compromisos y las promesas expresadas en cada grupo de trabajo, entre ellos uno para crear un equipo que investigue el lavado de dinero, prácticamente no hubo al terminar la cita anuncios importantes o información de fechas y plazos para cumplir objetivos.
Con grandes asimetrías en materia económica y comercial, las relaciones entre Estados Unidos y México han marchado los últimos años entre periódicas fricciones, apoyos financieros inéditos y continuas intentos para concertar posiciones.
Estados Unidos es el principal socio comercial de México. Desde enero de 1994, cuando entró en vigor el TLC el intercambio entre los dos países se incrementó en un 20 por ciento cada año hasta alcanzar los 120.000 millones de dólares.
México coloca en su país vecino 78 por ciento de sus exportaciones y adquiere 69 por ciento de lo que importa. Para Estados Unidos su socio del sur representa menos de seis por ciento de su comercio global.
Se trata de una relación asimétrica de "odio y amor", dijo a IPS el experto del Colegio de México, José Luis Lezama.
El año pasado, Washington comprometió a México un millonario préstamo que permitió al gobierno de Zedillo superar los graves problemas financierso estallados a fines de 1994.
Pese a sus recientes acercamientos, que según analistas como Lorenzo Meyer, han aproximado más que nunca a México y Estados Unidos, el gobierno del presidente Zedillo no deja de critica a Washington por sus posturas frente a Cuba y por el trato que da a los ilegales.
A México le preocupa "el surgimiento de tendencias que buscan entorpecer nuestra convivencia y conducirnos al camino de la confrontación y el reclamo. Evitar que esas tendencias persistan es un compromiso al que debrán abocarse las delegaciones", expresó Gurría a Chistopher en la inauguración (FIN/IPS/dc/dg/ip-if/96)
