América Latina y el Caribe necesitarán mayor innovación y una adecuada cooperación internacional para superar los problemas derivados de su rápida urbanización, según recomienda un informe sobre asentamientos humanos en la región.
La urgente recomendación fue hecha por la Comisión de América Latina y el Caribe sobre Asentamientos Humanos, en un estudio dado a conocer este jueves en Washington, en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"La cooperación internacional debe jugar un papel central y asumir la responsabilidad que le corresponde en el futuro de América Latina y el Caribe", expresa el informe, titulado "La Ciudad para Todos – El Futuro de los Asentamientos Humanos en América Latina y el Caribe".
La Comisión fue creada el año pasado por el BID, en cooperación con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Su informe será formalmente presentado el mes próximo en la Segunda Conferencia Mundial sobre Asentamientos Humanos – Hábitat II – que tendrá lugar en Estambul (Turquía).
Con casi tres cuartas partes de su población viviendo en ciudades, según el estudio, la región "se presenta como una de las más urbanizadas del mundo en desarrollo".
Pese a que "el agudo aumento de la población urbana ha contribuido más de lo esperado al dinámico crecimiento de las economías urbanas", la Comisión señala que la pobreza sigue siendo motivo de serias preocupaciones.
"Por cierto, la pobreza urbana bien podría convertirse en el más explosivo problema político y económico enfrentado por la región en el próximo siglo", advierte el informe, haciendo notar que 40 por ciento de los habitantes de las ciudades viven en la pobreza y la mitad de ellos en condiciones de indigencia.
Aunque la situación actual es menos "grave y alarmante" que hace 20 años -cuando muchas de las ciudades latinoamericanas doblaban su tamaño cada 10 años-, la Comisión afirma que las perspectivas siguen siendo preocupantes.
Las ciudades continúan luchando para proporcionar vivienda, educación, asistencia médica y otros servicios a sus habitantes, recuerda el estudio.
La Comisión recomienda que los habitantes de las ciudades y las instituciones responsables se comprometan en una forma de "co- responsabilidad".
Esta propuesta de participación ciudadana, dice el informe, "valora en igual medida la importancia, capacidad y aptitudes de cada persona interesada en encontrar una solución para un problema común".
"De esa forma los ciudadanos compartirán la responsabilidad de cuidar de la ciudad y el país", dijo el presidente de la Comisión, Jaime Lerner, gobernador del estado brasileño de Paraná.
Lerner estuvo en Washington para presidir la presentación del informe y para aceptar un préstamo del BID, por valor de 249 millones de dólares, que ayudará a financiar proyectos urbanos en Paraná.
La capital del estado, Curitiba -de la cual Lerner fue un celebrado alcalde-, es señalada como modelo para este nuevo enfoque cooperativo de los males urbanos.
A pesar de que su población crece anualmente al ritmo de 2,3 por ciento, y que la asistencia financiera que recibe del gobierno nacional va decreciendo, Curitiba ha conseguido resolver con éxito una cantidad de problemas urbanos, y de forma notoria los transportes.
"Curitiba tiene el mejor sistema de transportes de América Latina", se ufanó Lerner.
El gobernador sostuvo que las ciudades deben hallar formas innovadoras de prestar servicios tales como transportes y saneamiento, porque así se demuestra a los ciudadanos que ellos todavía son respetados.
"Si los ciudadanos se sienten respetados, entonces aceptan compartir la responsabilidad de cuidar de las ciudades y del propio país", afirmó Lerner. (FIN/IPS/tra-en/ma/arl/pr-dv/96)