El gobierno de Cuba confirmó hoy la pena de muerte para el opositor Humberto Real Suárez, "quien asesinó brutalmente al joven Arcilio Rodriguez García", según el diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista.
Real Suárez, de 28 años, desembarcó clandestinamente en costas del centro del país caribeño "como parte de un comando terrorista procedente de Miami" que pretendía "organizar bandas contrarrevolucionarias" en las montañas del Escambray, a unos 350 kilómetros de La Habana, según la versión del periódico.
Granma aseguró que en el juicio se comprobó como "en la madrugada del 15 de octubre de 1994, portando un fusil R 15, Real Suárez detuvo el automóvil en que viajaban un grupo de pescadores y luego de obligarlos a bajar, los encañonó y disparó una ráfaga que destrozó el cráneo de Arcilio Rodriguez García".
Los restantes seis miembros del comando recibieron condenas de entre 15 y 30 años de privación de libertad.
"Los propios encausados reconocieron en el juicio el pasado 24 de abril que todos fueron entrenados militarmente en Floridad (Estados Unidos) por la denominada organización Partido Unión Nacional Democrática".
Las leyes cubanas establecen que las condenas de muerte van al Tribunal Supremo y en caso de que éste la ratifique pasa al Consejo de Estado, encabezado por el presidente de la República, que da el dictamen final.
"Le imploro que no apruebe la pena de muerte para mi hijo", pidió esta semana Graciela Suárez Díaz, madre del condenado a muerte en una carta enviada al presidente Fidel Castro.
El envío de la carta fue confirmada por Elizardo Sánchez Santa Cruz, presidente de la opositora Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, que se opone a la pena de muerte.
En caso de conmutarse la pena de muerte, el Código Penal cubano establece una sación de 30 años de privación de libertad. Esta es la mayor esperanza para disidentes internos y familiares de Real Suárez, aunque observadores locales creen que la condena no tiene retroceso. (FIN/IPS/rmn/ag/ip-hd/96)
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