MUSICA: Pavarotti, Carreras y Domingo, una suculenta caja musical

Los más grandes tenores del mundo, Luciano Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo, se han convertido en una "caja musical" que produce millones de dólares en su propio beneficio.

El cantante italiano y los dos españoles, aunque a Carreras y a sus admiradores les gusta subrayar que es catalán, están preparando ya una tercera gira artística, con seis grandes conciertos en Asia, Europa y América.

El año próximo irán también a Australia, con lo cual sólo les faltará presentarse en Africa.

Además de los conciertos, en la lógica imperiosa de la explotación, no sólo de sus voces, sino también de sus figuras, los integrantes del célebre trío asisten a cenas después de los espectáculos, para lo cual exigen una alta suma de dinero, que no ha sido hecha pública.

Su primer éxito lo obtuvieron en el antiguo teatro al aire libre de Roma, Caracalla, unos baños de vapor en tiempos del Imperio Romano, en el verano de 1990, cuando al término del mundial de fútbol, el 7 de julio, los vieron por televisión más de mil millones de personas en todo el mundo.

En el Dodger Stadium Los Angeles, el 16 de julio de 1994, al término del siguiente mundial de fútbol jugado en Estados Unidos, los vieron y escucharon por televisión 1.500 millones de personas.

La pasión del futbol fue uno de los motivos que se unieran para estos conciertos.

"En nuestra juventud, los tres jugábamos a la pelota, y ahora somos unos apasionados hinchas", declaró Pavarotti, de 60 años, a la revista italiana de arte Carnet.

Pero también hubo otros motivos, como lo recordó el mismo Pavarotti: "desde hace mucho tiempo me pedían que hiciera un concierto con José y Domingo y yo siempre había dicho que no porque pensaba que no valía la pena".

Sin embargo, "después que Carreras se enfermó de leucemia, estuvo cerca de la muerte por mucho tiempo y finalmente volvió a la vida y al mundo de la ópera, me parecio una cosa muy hermosa organizar este regreso y hacerlo en una circunstancia particular, como eran los campeonatos mundiales de futbol", añadió.

Por cierto, fue "una hermosa idea", dijo Carreras, de 50 años: "no había ocurrido jamás en la historia del canto que actuaran juntos los más grandes intérpretes del momento".

Mario Dradi, quien organizó el concierto de Caracalla, dijo que uno de los elementos determinantes para que los tres aceptaran cantar juntos fue el placer de destinar toda la recaudación a tres asociaciones de beneficencia.

De todos modos, el gran negocio fue el discográfico: 11 millones de discos compactos y videos vendidos en todo el mundo, un récord histórico, con una ganancia de 140 millones de dólares.

Se calcula que con el concierto de Los Angeles ganararon 6,5 millones de dólares cada uno por derechos de discos y video.

Esta vez, los "tenores de oro" comenzarán su gira en Tokio el 29 de junio y la concluirán en Munich el 3 de agosto, después de haber pasado por Londres, Viena, Nueva York y Goteburgo, y con un agregado en marzo de 1997 en Melbourne, Australia.

El éxito está garantizado desde ya, porque cuando aún faltan casi tres meses es difícil encontrar una entrada disponible para los conciertos, en los que se prevén 400.000 espectadores, sin tomar en cuenta la "platea televisiva", y ganancias por 60 millones de dolares.

El precio de las entradas va de los 400 a los 600 dólares.

Los organizadores se están preocupando hasta de los más mínimos detalles. Sobre el Giants Stadium de Nueva York, el 20 de julio, durante el concierto no pasarán los aviones, ya que obtuvieron el desvío de los vuelos.

Tibor Rudas, el empresario de Pavarotti, anunció que esta vez no se producirán discos ni videos, aunque esto no estaría definitivamente decidido, a juzgar de una reciente declaracion de Domingo, de 62 años.

"No hay nada de equivocado en buscar el éxito comercial, sería hipócrita decir lo contrario", dijo el tenor español.

Matthias Hoffmann, organizador de la gira, señaló que se había demorado un año para encontrar las fechas en que pudieran coincidir los tres tenores.

Se afirma que equipo que gana, no se cambia. Sin embargo este año quien dirigirá a los tres grandes de la música no será el indio Zubin Mehta, sino James Levine, director estable del teatro Metropolitan de Nueva York.

Los "tres tonores me eligieron a mí porque he tenido una larga relación de trabajo con cada uno de ellos: juntos tenemos la posibilidad de llegar a la mejor combinación de estos talentos individuales", dijo Levine. (FIN/IPS/jp/ag/cr/96)

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