Los organizadores de la edición 15 del Festival de Cine de Estambul se atrevieron a ser diferentes y le cerraron la puerta en las narices a la producción de Hollywood.
"Este año, el festival prestará atención predominante al cine artístico. Las películas de Hollywood quedaron totalmente excluidas. Si se presenta alguna película estadounidense, se trata de una producción independiente", dijo a IPS Hulya Ucansu, una de las organizadoras.
Cuando concluya el festival, el domingo 14, se habrán exhibido 167 películas de Turquía y de otros 35 países durante dos semanas.
"Esta edición es un mojón en la historia del festival. En las primeras ocasiones, intentábamos crear una nueva audiencia que eligiera la película que iría a ver no por los nombres de actores o actrices sino por el del director", recordó Ucansu.
"Alcanzamos nuestra meta. Después de 15 años, el concepto de 'cine de autor' está bien establecido en Turquía", agregó.
Celebrado por primera vez en el verano de 1982, este festival es el heredero de una Semana de Cine que se celebraba periódicamente en el marco del Festival Internacional de Arte de Estambul. En 1984, una muestra de cine realizado en forma independiente convocó a 44 películas de 16 países.
El actual Festival de Estambul es reconocido por la Federación Internacional de Asociaciones de Productores de Cine como certamen especializado, lo cual lo ubica entre las 40 principales muestras cinematográficas del mundo.
"Exhibimos sólo filmes de alta calidad, entre ellos los últimos trabajos de cineastas turcos seleccionados en base a criterios internacionales", dijo Ucansu.
Las películas locales se presentan con subtítulos en inglés, en honor a los cinéfilos que concurren al festival desde el exterior.
"Este no es un acontecimiento comercial, como la mayoría de los festivales. La preocupación no es dar entrada a las producciones que a las distribuidoras les gustaría comprar. El nuestro es un festival para la audiencia", afirmó Ucansu.
Se estima que cada año asisten al festival unos 100.000 espectadores. Hasta la edición 14, un millón y medio de personas habían apreciado un total de 1.529 filmes.
Se trata de producciones recientes, salpicadas aquí y allá con algunas películas clásicas, exhibidas en seis salas a ambos lados del estrecho de Bósforo.
En esta ocasión, muchos de los filmes reflejaron reflexiones sobre los cambios que se registran en todo el mundo en las relaciones humanas a través de la sexualidad.
Nueve producciones de ese tenor, procedentes de Alemania, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Suiza y Taiwan, pintan una gran diversidad cultural.
Las películas exhibidas se reparten entre 16 secciones, como "El cine mira hacia el cine", "De la literatura a la pantalla" o "Cien años de cine alrededor del mundo".
"Este festival es excitante. Me siento orgulloso, pero también triste, porque la producción local todavía está muy por debajo del nivel internacional", dijo el célebre actor turco Halil Ergun.
"Las hermosas películas que se están presentando son una prueba de que el cine sigue vivo, y también de que los cineastas turcos deben esforzarse más para alcanzar el actual nivel de la producción mundial", agregó.
Ergun no atribuyó este hecho al impacto negativo de la industria cinematográfica estadounidense. "En lugar de lamentarnos, deberíamos autocriticarnos de la A a la Z", sostuvo.
El cineasta Engin Ayca manifestó que el festival "amplía las perspectivas de la sociedad cinematográfica turca y muestra nuevas experiencias".
Filmes procedentes de Austria, Azerbaijan, Grecia, Holanda, Hungría, Irán, Israel, Suecia, Turquía y una producción conjunta de Canadá, Francia y Gran Bretaña compiten por el Tulipán Dorado, el máximo galardón del festival. (FIN/IPS/tra-en/nm/fn/mj/cr/96)