Por primera vez en su historia, Argentina podría conseguir este año el premio Nobel de Literatura, si la Academia Sueca se inclina por Ernesto Sábato, un escritor de obra escasa pero de un profundo compromiso con la defensa de los derechos humanos.
El autor de "Sobre héroes y tumbas", galardonado con el Cervantes en 1984 (el máximo premio de las letras hispánicas), aceptó la postulación que le ofreció la Sociedad Argentina de Escritores, aunque hay voces discrepantes en el ambiente literario nacional.
La mayoría de los escritores consideran que en Argentina, el único merecedor del premio Nobel era quien no lo recibió nunca, el fallecido Jorge Luis Borges. "Si Borges no lo recibió, no merece recibirlo alguien de su misma generación", opinó la autora Maria Esther de Miguel.
Sábato, que no se considera un escritor profesional, tiene 85 años y en su juventud estuvo enfrentado con Borges por razones políticas.
Otros evitaron las comparaciones con Borges, pero no con Adolfo Bioy Casares, el otro gran escritor argentino, tambien premiado con el Cervantes. "Bioy está mejor calificado, tiene una obra mas vasta" que Sábato, sostuvo Alicia Jurado.
Bioy Casares, de 81 años, fue el mejor amigo de Borges, junto con quien escribió algunas obras.
Para mayor polémica, se conoció que la escritora argentina Alicia Ghiragossian, residente en Estados Unidos, fue propuesta ante la Academia Sueca por la comunidad armenia de Los Angeles.
Ghiragossian, absolutamente desconocida en Argentina, donde no se edita su obra, cuenta con 19 volúmenes de poesía y en Armenia es una escritora popular.
Sábato publicó las novelas "El túnel", "Sobre héroes y tumbas" y "Abbadón el exterminador", además de una serie de ensayos. Actualmente escribe un libro de memorias titulado "Antes del fin".
Bioy, autor de "La invención de Morel" entre otras obras, fue destacado por el presidente Carlos Menem hace pocos días como un buen candidato para el galardón de la Academia. Pero la Fundación Nobel no acepta postulaciones oficiales.
Los críticos creen que el gobierno de Menem, que ha sido fuertemente criticado por Sábato, no vería con buenos ojos que se destaque la labor de ese autor. En cambio, Bioy, que no tiene compromisos políticos ni está identificado con ningún partido, es un candidato neutro.
Sábato presidió en 1985 la Comisión Nacional sobre la Desaparicion de Personas (CONADEP), un organismo integrado por personalidades que elaboró un extenso informe sobre los miles de desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983).
La Sociedad Argentina de Escritores decidió impulsar la candidatura de Sábato "por la calidad de su pensamiento, su obra y su inclaudicable compromiso de intelectual en defensa de la libertad y los derechos humanos".
El director de la Sociedad, José Castiñeira de Dios, explicó que los candidatos al Nobel, además de su obra literaria, deben tener una trayectoria en defensa de ideales morales.
"Uno de los problemas que afectaron siempre la postulación de Borges era político", explicó Castiñeira, al aludir a las posiciones conservadoras del autor de "El Aleph".
Partidarios de la candidatura de Sábato admiten que se trata de un autor de obra literaria menos extensa que otros posibles aspirantes argentinos al Nobel, pero destacan su condición de símbolo de la defensa y reivindicación de los derechos humanos.
"Desde la pura ficción, me inclinaría por Bioy, pero como este premio involucra la posición ante los derechos humanos, Sábato sería mi elección", confesó la escritora Luisa Valenzuela.
La Academia Sueca ha galardonado a tres científicos argentinos, y dos personalidades de este país obtuvieron el premio Nobel de la Paz. (FIN/IPS/mv/ff/cr/96).
