Los llamados a combatir el pánico y evitar una sicosis como la creada en Gran Bretaña por temor al morbo de encefalopatía bovina, llamado de las 'vacas locas', que afecta al ganado de ese país, no han logrado en Italia impedir la caída del consumo de carne, que en algunos casos llegó hasta 50 por ciento.
Este morbo daría origen en el hombre el sindrome de Creutzfeld Jakob (CJD), similar al de Alzheimer, una enfermedad humana similar a la bovina que diezmó en Gran Bretaña más de 140.000 cabezas de ganado, y que en ese país ha provocado la muerte de ocho personas en los últimos días.
A pesar de que los controles en carnicerías, supermercados y cadenas de comercios se han acentuado, y se ha bloqueado la importación de carne inglesa, en Italia el temor en la población no se ha disipado.
La gente declara no creer en este morbo, pero, para evitar riesgos, compra pollo, conejo, cordero o pescado, y quienes se deciden por un bistec se hacen jurar antes por el carnicero que no procede de Inglaterra.
Carniceros de Roma han dicho que están vendiendo la mitad que en un día normal y algunos, rápidamente, pusieron grandes carteles en que "informan a la distinguida clientela que no tratamos carne de bovino proveniente de Inglaterra".
En Florencia, capital de la región de la Toscana, a unos 300 kilómetros de Roma, famosa por sus carnes, las carnicerías también aparecen semidesiertas.
Un carnicero de esa ciudad, entrevistado en un canal de televisión, dijo: "no he tratado jamás carne inglesa y creía tener una relación de confianza con mis clientes, pero sin embargo no se han ni siquiera asomado para pedir una explicación, simplemente no han venido a comprar".
Giorgio Guazzaloca, presidente nacional de la federación de propietarios de carnicerías, acusó a los medios de comunicación de haber creado un "clima de histeria".
Italia ha "bloqueado las importaciones de carne inglesa, explicó, aunque de todos modos desde las fronteras abiertas entraba sólo en cantidad limitada. No tenemos animales enfermos, a pesar de lo cual la gente está en ansia".
El ministro de Salud, Elio Guzzanti, aclaró que incluso "no existe certeza de la relación entre el mal de las "vacas locas" y el CJD, existen sólo dudas, y frente a éstas es un deber tutelar la sanidad pública con severas medidas de control y seguir atentamente la evolución de la situación".
De todos modos, recordó, el 22 de marzo entró en vigor la orden que suspendió la importación de todas las carnes británicas.
Las consecuencias de la crisis provocada por la enfermedad de las 'vacas locas' podrían llegar rápidamente a los bolsillos de los europeos.
Según las primeras encuestas entre los economistas, recogidas por la prensa financiera, el precio de la carne aumentará considerablemente en toda Europa debido al incremento de la demanda de un país como Gran Bretaña que es tradicionalmente un gran consumidor de carne.
Comercios y restaurantes ingleses han sustituido ya sus adquisiciones de carne en su propio país con suministros más seguros provenientes de Irlanda, Francia y Alemania.
Existe el riesgo que toda la producción de carne inglesa, un millón de toneladas al año, sea sustituida por la importación, lo cual se mantendrá por un largo período.
Lo mismo ocurrirá con la leche y sus derivados, a menos que se demuestre de manera absolutamente segura que el virus se anida sólo en determinadas partes del cuerpo del animal.
Los que se beneficiarán serán los criadores de fuera de Gran Bretaña, que ven ya perfilarse un inesperado aumento de las cotizaciones de su producto con la eliminación de un potente competidor.
Italia es el segundo importador de carne de Gran Bretaña: en 1995 adquirió 42.000 toneladas, que representan sin embargo 8,3 por ciento del total de sus importaciones de carne de bovino, la mitad de Francia, que importó 80.000 toneladas, y casi el doble del tercer importador, Sudáfrica, 27.000.
La Unión italiana de Consumidores pidió que se haga obligatoria la certificación de proveniencia del producto.
En los últimos dos años se han registrado 60 casos fatales provocados por el síndrome CJD en Italia, 75 en Francia, 77 en Alemania y 86 en Inglaterra.
Los médicos señalan que de esta enfermedad no se conoce mucho y no se sabe con seguridad si sólo la carne de bovino es la responsable.
El médico Giorgio Poli, director del Instituto de microbiología de la universidad de Milán, máximo experto italiano en la materia, afirmó que "sólo el cerebro del bovino enfermo puede transmitir esta enfermedad". (FIN/IPS/jp/jc/dv-he/96)