Delegados de Iraq y la ONU dieron señales de algunos avances tras iniciar hoy la segunda ronda de conversaciones sobre un acuerdo del organismo mundial que permitiría a Bagdad vender cantidades limitadas de petróleo.
Aunque ninguna de ambas delegaciones está dispuesta a discutir detalles sobre los avances del acuerdo "petróleo por alimentos", bajo el cual Bagdad vendería mil millones de dólares de crudo cada 90 días, la atmósfera en que se desarrolla el diálogo se ha aclarado.
Este ambiente más positivo podría asegurar que Iraq obtenga finalmente un alivio parcial del embargo de la ONU, en vigor desde la invasión a Kuwait, en agosto de 1990.
Abdul-Amir al-Anbari, embajador iraquí ante la ONU y jefe de negociaciones, señaló que la mera existencia de una segunda ronda indica que se ha encaminado el proceso para lograr un acuerdo.
Pero el embajador se rehusó a decir si el presidente iraquí, Saddam Hussein, aceptó finalmente un pacto con la ONU que antes rechazó, alegando que la estricta supervisión y distribución del petróleo violaría la soberanía de su país.
No obstante, al-Anbari añadió que espera discutir temas técnicos sobre la venta del petróleo entre los próximos siete a 10 días.
El subsecretario general de la ONU Hans Corell dijo que "podría haber una decisión de Iraq para aceptar el acuerdo", aunque no entró en detalles.
Son varias las señales de que Iraq quiere tomar medidas para poner fin al embargo internacional de casi seis años que, entre otras cosas, le ha impedido vender su petróleo.
En los últimos días, funcionarios iraquíes han dicho que están dispuestos a aceptar la Resolución 986 de la ONU, que ofrece a Bagdad el levantamiento parcial de las sanciones para vender mil millones de dólares de petróleo por un período renovable de 90 días.
Un importante diario iraquí, propiedad del hijo de Saddam Hussein, también ha anunciado que el cierre del pacto sobre la resolución está cercano.
Hasta ahora, los delegados iraquíes no mencionaban la resolución de la ONU por su nombre, a la cual rechazaron cuando fue aprobada por el Consejo de Seguridad, en abril, y sólo comenzó a discutir sobre ella el mes pasado.
En la ronda anterior, la ONU propuso un plan de 12 pasos, entre ellos la reparación de un oleoducto que pasa por el pueblo turco de Kirkuk, cerca de un enclave kurdo custodiado por Estados Unidos.
El gobierno de Hussein ha manifestado su rechazo ante la idea, diciendo que preferiría transportar el crudo por barco desde el puerto iraquí de Mina al-Bakr.
El comité de sanciones de la ONU deberá decidir qué banco administrará el dinero obtenido por Bagdad de las ventas, ya que los fondos sólo pueden destinarse a fines humanitarios.
Otro problema es que Estados Unidos, miembro de la ONU con derecho de veto, no tiene intención de dar una imagen conciliadora hacia Iraq cuando su presidente, Bill Clinton, enfrentará un combate electoral en noviembre.
Pero Estados Unidos también elaboró el acuerdo "petróleo por alimentos" después que muchos de los aliados de Iraq objetaron que el pueblo iraquí sufre debido a que su gobierno no paga alimentos y medicinas. Como consecuencia, Washington enfrentaría serios problemas si intentara bloquear el pacto. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/lp/ip/96)