La reacción de los cubanos pasó de la sorpresa a la indiferencia ante la escueta información oficial sobre una reciente reunión de la dirección del gobernante Partido Comunista (PCC).
Sin previo aviso ni información a la población, la única organización política autorizada en la isla realizó, este sábado, el quinto pleno de su Comité Central, la máxima instancia de dirección entre cada congreso.
Lo que para algunos pasó como una reunión más "de rutina", para otros resultó de gran interés su carácter "sorpresivo", justo a un mes justo del derribo de dos avionetas civiles de la organización anticastrista "Hermanos al rescate" por las fuerzas aéreas cubanas.
La llamada "crisis de las avionetas" condujo a la aprobación por parte de la administración estadounidense de la ley Helms- Burton para endurecer el bloqueo contra la isla y cerrar todo posible acceso cubano a fuentes de capital externo.
"La vida en Cuba siguió igual tras el derribo de los aviones", comentó a IPS un militante del Partido Comunista que aseguró no saber nada de la reunión de su organización.
Mientras el incidente del 24 de febrero no alteró la vida cotidiana de una población inmersa en la lucha por sobrevivir, no sucedió lo mismo con el anuncio por Estados Unidos de un nuevo programa de sorteo de visas para cubanos que desean emigrar.
A juzgar por las constantes aglomeraciones en los correos, desde el día 16 miles de cubanos deben haber enviado solicitudes para participar en el sorteo que les permitirá optar por una visa definitiva para Estados Unidos.
La noticia provocó varios incidentes en las cercanías de la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana, por la intención de algunas personas de entregar sus solicitudes directamente, "sin mediación del correo cubano".
El semanario Trabajadores, órgano de la Central de Trabajadores de Cuba, aseguró este lunes que la reunión del PCC analizó los aspectos más importantes de la situación política, social y económica del país en crisis.
Aunque no da detalles de los planteamientos en las esferas política y social, indica que el cónclave se inició con un informe del Buró Político del PCC, presentado por el general de Ejército Raúl Castro.
Según Trabajadores, el tema generó varias intervenciones, entre ellas una del presidente Fidel Castro.
Aunque la información oficial excluye toda referencia a la coyuntura actual, asegura que el proceso de recuperación económica de la isla "depende hoy más que nunca de las posibilidades internas".
Tras una caída en picada de todos los indicadores de la economía entre 1990 y 1993, fuentes especializadas vieron el "inicio de la recuperación" en el crecimiento del PIB en 0,7 y 2,5 por ciento, en 1994 y 1995 respectivamente.
Paradójicamente, la inversión extranjera y el sector emergente de la economía formado por las empresas mixtas y asociaciones económicas con capital foráneo, constituyen los factores más dinámicos en el despegue de los últimos dos años.
Para el canciller Roberto Robaina, Cuba necesitará de "mucha maldad" si pretende continuar el proceso de apertura económica a pesar de las implicaciones de la ley Helms-Burton.
Según Trabajadores<, los miembros del Comité Central concordaron en que la continuidad del despegue económico de la isla requerirá del "máximo de eficiencia en todos los eslabones de dirección y de la conciencia de los trabajadores". (FIN/IPS/da/dg/ip-if/96)