pretende fomentar el clima propicio para una acción militar estadounidense contra Cuba, aseguró un informe del Buró Político del Partido Comunista (PCC).
El objetivo final de la ley sería crear las condiciones para una acción militar "humanitaria", bajo la bandera de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) o como una decisión unilateral de Estados Unidos", señala el documento publicado este miércoles por el diario Granma, órgano oficial del PCC.
El informe "sobre la situación social y política del país", fue presentado el sábado por el segundo secretario del PCC y ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, general Raúl Castro, durante una reunión del Comité Central.
El quinto pleno del Comité Central del PCC, máximo órgano de dirección entre congresos, se efectuó a un mes del derribo de dos avionetas civiles por las fuerzas aéreas cubanas y a pocos días de la aprobación por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, de una nueva ley para endurecer el embargo.
Sin embargo, Raúl Castro afirmó que la alternativa de una "acción militar" disfrazada de "transición pacífica", propuesta por la ley Helms-Burton, no parece incluirse entre las preferencias actuales del Pentágono.
Además, reconoció la "profesionalidad" de los militares norteamericanos por desestimar que Cuba constituya "una amenaza para la seguridad de Estados Unidos" y "calcular el impagable costo que significaría un nuevo Vietnam".
Para el PCC, la nueva ley es obra de "las fuerzas más retrógradas" que predominan, producto de un auge de la ideología neofascista en Estados Unidos.
"Es algo más que una abierta y declarada guerra económica", dice el informe del Buró Político al analizar las intenciones de la norma de cerrar todo acceso de Cuba a fuentes de capitales y, al mismo tiempo, propiciar la oposición interna.
Raúl Castro aseguró que "la ley de la esclavitud pretende engañar, confundir y desarmar a los elementos que consideran más vulnerables de la población, mediante el incremento de la propaganda radial y otros medios de diversionismo ideológico".
El informe del Buró Político señala que mientra la ley Helms- Burton busca "la asfixia económica', se mantiene el llamado "carril dos" de la ley Torricelli que persigue "la subversión interna".
El "carril dos", aprobado como parte de la ley Torricelli en 1992 por el Congreso estadounidense, estimula el intercambio de profesionales entre ambos países y la ayuda a determinados sectores de la sociedad civil dentro de la isla.
Castro alertó contra los intentos de disfrazar de organizaciones no gubernamentales a "organizaciones subversivas y contrarevolucionarias" que pretenden fomentar la desobediencia civil que culminaría en el estallido social necesario para justificar una agresión estadounidense.
En una enumeración de las consecuencias negativas de las reformas económicas aplicadas por el gobierno cubano, el informe del PCC critica los efectos que produce el autoempleo a la hora de fomentar un individualismo que no se corresponde con la conciencia socialista.
Según el documento, las medidas aplicadas para salir de la peor crisis económica de los últimos 30 años fomentaron la desigualdad entre los cubanos, propiciaron el auge de la prostitución, el desempleo juvenil y el surgimiento de nuevos ricos.
Como "recordatorio de las dificultades", el informe apreció "un significativo potencial migratorio" y la existencia de "muchos elementos dispuestos a intentar la salida del país por diversas vías".
"O convencemos nosotros, o lo hace el enemigo", afirmó Raúl Castro al exigir que la acción ideológica del PCC y del Estado evada esquemas, generalizaciones y dogmas al intentar convencer con "acciones transformadoras de cómo se piensa y cómo se actúa".
El Buró Político llamó a examinar la labor de los centros de estudios del país con la intención de impedir que puedan convertirse en "los instrumentos" que pretenden los adversarios de la isla.
Como parte de las "tendencias negativas" de la realidad actual de Cuba, el informe critica la actitud de algunos académicos que cayeron en la trampa preparada por expertos "al servicio de Estados Unidos" a cambio de satisfacer la "tentación de viajar, editar artículos y libros".
Raúl Castro aseguró que la lección debe servir para que en los medios masivos de comunicación cubanos no aparezcan portavoces de ideas y conceptos ajenos a los que preconiza y defiende la Revolución.
Sin embargo, llamó la atención hacia "una variante de glasnost" que, aseguró, "ha tenido algunas sutiles expresiones" en publicaciones que "sin recato subastan no pocas de sus páginas" a intereses enemigos de Cuba.
"No lo vamos a seguir permitiendo", subrayó el informe que, al mismo tiempo, indicó que "nadie puede dar lecciones de flexibilidad y amplitud" a la Revolución cubana, que cuenta con el apoyo de "más del 85 por ciento de la población en edad electoral". (FIN/IPS/da/ag/ip/96)