Las próximas elecciones municipales, en octubre, podrían cambiar la historia política de Brasil, al registrarse una "invasión" de mujeres en las listas de candidatos, en el marco de los intentos por reducir la desiguladad en la representación de género.
Unas 100.000 mujeres, al menos 20 por ciento del total de candidatos, se presentarán en los comicios como producto de la ley de cuotas aprobada hace seis meses por el parlamento.
Brasil siguió así el ejemplo de Argentina, Noruega y otros países en la vía de la "discriminación positiva".
En función de la ley, los partidos están obligados a atribuir un quinto de sus candidaturas legislativas a mujeres.
Para cumplir con esa disposición a fines de 1995, realizaron una campaña para aumentar su cuadros femeninos. El tiempo de que dispusieron fue escaso, ya que sólo podrán ser candidatas las mujeres que se hayan afiliado a algún partido antes del 15 de diciembre.
La campaña "mujeres sin miedo del poder" es impulsada principalmente por un grupo suprapartidario de legisladoras que lucharon por la aprobación de la ley de cuotas, dirigido por la diputada Marta Suplicy, del Partido de los Trabajadores (PT).
Suplicy, una psicóloga conocida por haber animado un popular y pionero programa de televisión sobre temas sexuales, cree que este movimiento puede llegar a "cambiar la historia de Brasil" pero prevé muchas dificultades y riesgos.
Será "muy difícil" lograr que las mujeres representen 20 por ciento del total de electos, consideró.
Las responsabilidades hogareñas "no compartidas", el machismo generalizado y el hecho de disponer de menos recursos materiales qur los hombres son factores adversos, señaló.
A eso se suma la preferencia que dan los partidos a quienes tienen mayor potencial de atrar votos, lo que excluiría a novicias.
En Brasil, en las elecciones legislativas todos los partidos presentan una lista de candidatos y el sistema de elección es proporcional.
El desempeño de las mujeres en estos comicios será vital para el proyecto de ley presentado por Marta Suplicy, que fija una cuota de 30 por ciento, como recomienda Naciones Unidas, en las elecciones para diputados federales y estaduales, elevando la vigente para las próximas municipales.
Un resultado flojo de las candidaturas femeninas podrá servir de argumento a los partidos, dirigidos por una abrumadora mayoría de hombres, para boicotear el sistema de cuotas, señaló la diputada.
Otra legisladora, Esther Grossi, ex secretaria municipal de Educación de Porto Alegre y también del izquierdista PT, es optimista y arriesgó una previsión de que 10 por ciento de los futuros concejales brasileños serán mujeres.
En los 5.000 municipios brasileños, con un mínimo de nueve concejales cada uno, el total de legisladores alcanza 52.365, según el Instituto Brasileño de Administración Municipal (IBAM). Los electos en octubre serán algo más numerosos, al haberse creado nuevos municipios.
María da Gracia Ribeiro Neves, administradora pública que trabaja en el Núcleo de Mujeres del IBAM, estima, en ausencia de estadísticas precisas, que actualmente sólo tres por ciento de los concejales son del sexo femenino.
Pero el avance de las mujeres en el poder municipal es visible en las alcaldías. En 1972 había sólo 58 alcaldesas en el pais, en 1988 pasaron a ser 108 y en las elecciones siguientes, de 1992, se elevaron a 171, asumiendo incluso la gestión de tres capitales estaduales (sobre un total de 27).
La tendencia se acentuará, porque "la sociedad reconoce que la mujer es capaz, tanto para la produccion económica como para la cultural y política", estima Grossi.
Para preparar a las 100.000 candidatas -que podrían ser algo menos, si se producen muchas alianzas- una comisión de parlamentarias negocia con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo la realización de cursos y seminarios sobre gestión y problemas municipales a mediados de este año, con participación del IBAM y universidades. (FIN/IPS/mo/dg/ip-pr/96)
