El presidente de Argentina, Carlos Menem, desafió hoy al Congreso a construir un nuevo Estado, "eficaz y solidario", que reemplace al Estado "dadivoso, prebendario y benefactor" de otras épocas, pero los legisladores criticaron su propuesta.
"El Estado aislado, indiferente y benefactor ha muerto", declaró Menem este viernes al inaugurar un nuevo período de sesiones ordinarias en el Parlamento, con un discurso en el que resaltó los logros de su gestión y mencionó los desafíos pendientes.
Inmediatamente, el diputado de la opositora Unión Cívica Radical Federico Storani, así como otros representantes de la oposición, criticaron el discurso por considerarlo "pobre en anuncios", "plagado de generalidades" y "alejado de la realidad".
El mandatario destacó los resultados conseguidos en materia económica, y en particular la férrea resistencia de la moneda ante la crisis financiera desatada en éste país luego de la devaluacion mexicana de diciembre de 1994.
"Desde principios del año pasado afrontamos la peor crisis financiera que soportó el país desde la gran depresión de los años 30, pero no aflojamos en la defensa del valor de una moneda recuperada", remarcó.
Sin embargo, admitió que falta poner en marcha los nuevos mecanismos de participación política aprobados por la reforma de la Carta Magna en 1994, y otras asignaturas como la eliminación del desempleo, que supera 18 por ciento, y el crecimiento con justicia social.
"El desempleo, la miseria, el dolor desatendido, la niñez desamparada, la discriminación y la exclusión no pueden esperar los resultados de un milagro económic", desracó el presidente.
"La grandeza de la Nación no debe contradecirse con la felicidad del pueblo", añadió en uno de los párrafos más aplaudidos por los legisladores del gubernamental Partido Justicialista.
Recordó que para el fundador del Partido, Juan Perón, "era preferible un pequeño país de hombres felices que una gran nación de hombres desdichados".
No obstante reconocer la necesidad de promover el crecimiento equitativo, consideró que esta tarea no es sólo del Estado y convocó a la "sociedad civil" a asumir junto al gobierno la responsabilidad de "respetar el derecho de cada argentino a ganarse la vida honradamente".
Menem reconoció además que los cambios que introdujo su gobierno generaron en muchos sentimientos de pérdida y temor a lo desconocido, pero aseguró que el nuevo escenario está "repleto de oportunidades" para los actores productivos.
Al referirse a la necesidad de impulsar una nueva teoría del Estado para promover una estructura "eficaz y solidaria", recordó que la nueva Constitución -que permitió su reelección- diseñó un nuevo Estado.
"Ese Estado nuevo debe ir contra la burocracia y las estructuras inoperantes porque, de qué le sirve a la gente un Estado que multiplique dependencias que no ayudan a la gestión de gobiernoi ni a aliviar el dolor social", se preguntó.
En este sentido, consideró prioritario poner en práctica mecanismos de participación consagrados por la reforma tales como el plebiscito, el referéndum y la autonomía de la capital argentina, donde se celebrarán este año las primeras elecciones para intendente de la historia.
Menem también destacó que "felizmente" queda con Chile un solo diferendo limítrofe pendiente de solución, el de Hielos Continentales, y reafirmó el propósito "irrenunciable" de su gobierno de recuperar la soberanía de las islas Malvinas, bajo dominio británico. (FIN/IPS/mv/dg/ip/96)
